NAIROBI – El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) pidió a los siete países más ricos del mundo y a Rusia la reducción de la deuda externa de Africa, que priva a mujeres y niños de sus derechos básicos.
"Ya no se puede tolerar, en las vísperas del nuevo milenio, que cientos de millones de personas estén atadas por la deuda a los países ricos del mundo", dijo la directora ejecutiva de Unicef, Carole Bellamy, en el día del Niño Africano, celebrado el 16 de junio.
"Los ministros del Grupo de los Ocho (G-8) pueden tomar la delantera para asegurar que incontables millones de niños y mujeres ya no sean víctimas, sino participantes del sistema económico mundial de hoy", agregó.
El G-8 comprende a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón, los siete países de mayor poder económico del mundo, y a Rusia.
Africa subsahariana debe más de 200.000 millones de dólares, según datos de Unicef, y aunque en 1996 se lanzó la iniciativa de los Países Pobres Altamente Endeudados para reducir la deuda de 41 estados, la misma no actuó con la "rapidez ni el alcance suficientes para lograr sus modestos objetivos".
"Africa subsahariana está atrapada en la deuda que crea un vaciamiento imposible en las frágiles economías de la región", advirtió Bellamy. —-
