Los precios de las materias primas de América Latina descendieron más que los productos básicos de otras regiones en los tres primeros meses de este año, señaló hoy el Banco Mundial.
El valor promedio de las exportaciones de materias primas no derivadas de la energía descendió 10 por ciento en la región, mientras el descenso internacional promedio fue de cinco por ciento, según la publicación trimestral Mercados Mundiales de Materias Primas, divulgada en Washington este miércoles.
Los precios de la mayoría de los productos básicos tocaron fondo desde que comenzaron a descender con la crisis financiera asiática en 1997, pero la recuperación será "lenta y vacilante", advirtió el Banco Mundial.
No obstante, no se puede descartar una nueva caída de los precios, especialmente de los metales, señaló la publicación de la institución multilateral.
Los precios de productos claves, como el cobre, el caucho, el aluminio, el algodón y el azúcar, se encuentran en su nivel más bajo de los últimos 30 años, como resultado de la combinación de poca demanda, grandes reservas y lento crecimiento económico mundial, explicó el informe.
Muchos países pobres dependen de las exportaciones de materias primas para mantener sus frágiles economías a flote, y esa dependencia aumentó en la última década a medida que disminuyó la ayuda externa para el desarrollo.
El descenso promedio de los precios de las exportaciones de todos los países en desarrollo fue de 7,4 por ciento.
Los precios de las exportaciones de Africa subsahariana de productos básicos no derivados de la energía bajaron 7,5 por ciento de diciembre a marzo, según el informe, que precisó que el precio del cacao cayó 13,8 por ciento, el del café variedad robusta 12,6 por ciento, y el del azúcar 25 por ciento.
El Banco Mundial atribuye el menor valor del café y el azúcar a la devaluación de 40 por ciento que sufrió el real brasileño en enero. Brasil es el mayor exportador de ambos productos en el mundo, y la depreciación monetaria afectó a todos los exportadores del planeta.
Los exportadores de Asia oriental también padecieron una caída de 7,3 por ciento debido al menor precio de los aceites vegetales, sobre todo del aceite de palma, que bajó 25 por ciento.
Los exportadores de Asia meridional tuvieron mejor suerte, pero sus precios igual descendieron seis por ciento. El precio del té cayó más de 12 por ciento, debido a una mayor oferta y a la menor importación de Rusia, afectada por la crisis asiática.
No obstante, los precios comenzaron a recuperarse cuando el valor del petróleo aumentó rápidamente en abril luego de que los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y naciones productoras ajenas al grupo acordaron reducir la producción de crudo.
"Es probable que haya terminado la fuerte caída de la mayoría de los precios de las materias primas, y las últimas reducciones de los precios se pueden comparar a descensos anteriores", comenta el informe.
Sin embargo, la esperada debilidad de la economía mundial hace poco probable que la recuperación sea rápida, ya que las reservas existentes se agotarán muy lentamente.
Se calcula que la economía mundial crecerá 1,8 por ciento este año y la del Sur en desarrollo sólo 1,5 por ciento, destacó el informe.
El crecimiento más fuerte sólo comenzará en el 2002, y es probable que se mantenga a 3,1 por ciento anual durante el siguiente quinquenio, según el Banco Mundial. La institución espera que la expansión de los países en desarrollo supere el cinco por ciento en ese lapso.
Antes de que la recuperación sea sustentable, las reservas acumuladas en los últimos 18 meses deberán reducirse, agregó el informe.
Por ejemplo, la producción de azúcar de 1998 superó el consumo por cuarto año consecutivo, y las reservas se acercan al récord. El resultado ha sido el descenso de los precios a menos de cinco centavos de dólar por libra de azúcar sin refinar.
Las reservas de metal también se acercan a marcas históricas. Las de cobre en la bolsa de metales de Londres son las mayores de su historia, mientras los productores de Chile y Perú aumentaron su producción y capacidad.
"La gran capacidad podría generar mayores descensos de precios", advierte el Banco Mundial. La producción de aluminio también se dirige hacia el superávit este año. Las reservas sólo disminuirán con una mayor demanda, y eso depende del mayor crecimiento económico, según el informe.
Para el Banco Mundial, las buenas nuevas en ese sentido son las "señales claras" de recuperación en Corea del Sur y Tailandia, el buen rendimiento de la economía estadounidense y la adopción en Japón de un paquete de estímulo fiscal que podría sacar al país de su larga recesión.
Pero las malas nuevas son que la producción industrial mundial descendió uno por ciento en el cuarto trimestre de 1998, en comparación con el año anterior, que la crisis en Brasil es "severa", y que el crecimiento de Europa parece titubear, mientras Japón aún se encuentra en una "profunda recesión".
Los términos de intercambio, o sea el precio obtenido por las exportaciones frente al precio pagado por las importaciones, de los países en desarrollo de menores y medianos ingresos descendieron 5,7 por ciento en 1998, y la peor caída la padecieron los grandes exportadores de petróleo, ya que el valor del crudo bajó 32 por ciento en el año.
Los términos de intercambio de Africa subsahariana cayeron casi 10 por ciento en 1998, los de América Latina y el Caribe 4,9 por ciento, y los de Asia oriental 1,5 por ciento. Sólo Asia meridional tuvo una mejoría de 5,6 por ciento en el año.
Incluso la perspectiva de largo plazo de algunas materias primas no parece muy buena, según el informe.
El Banco Mundial prevé precios estancados para el té, café, cacao, banano, azúcar y cobre entre el 2000 y 2010, y el descenso gradual durante el mismo lapso del valor del oro, y del coco, la palma y el aceite de soja.
Pero el pronóstico mejora en otras áreas, con el gradual incremento de los precios del algodón, caucho, madera tropical y aluminio. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/aq/if/99
