CUBA-ESTADOS UNIDOS: Una historia de deserción, engaño y muerte

El juicio en Estados Unidos contra 12 acusados de infiltrarse en la organización de exiliados cubanos Hermanos al Rescate, para preparar un ataque mortal contra ella en 1996, tiene todos los ingredientes de una novela de espionaje.

La historia incluye una operación clandestina, agentes provocadores con nombres clave, sabotaje y muerte. También hay un agente secreto bien parecido y elegante, que parece trabajar para un bando pero en realidad sirve al otro, sin que lo sepa ni siquiera su esposa.

Todo esto no es parte de una obra de John Le Carré, Ian Fleming, Robert Ludlum u otro reconocido autor de novelas de espías, sino que figura en un acta de acusación presentada en Miami, la semana pasada, ante un gran jurado federal.

La función de los grandes jurados es decidir si existe evidencia suficiente para llevar a juicio a uno o varios acusados.

El acta de acusación sostiene que las máximas autoridades del servicio de Inteligencia de Cuba prepararon una compleja operación de espionaje llamada "Operación Escorpión", dirigida por un alto agente sólo conocido por el seudónimo "MX" y ejecutada por espías infiltrados en Miami.

La fiscalía asegura que esa operación culminó el 24 de febrero de 1996, con el ataque de la Fuerza Aérea Cubana que derribó a dos avionetas sin armamento de Hermanos al Rescate, una organización con base en Miami de exiliados cubanos opositores al gobierno del presidente Fidel Castro.

Hermanos al Rescate se había dedicado inicialmente a auxiliar a quienes intentaban escapar de Cuba en balsas precarias, pero luego comenzó a hostigar directamente al gobierno de la isla, violando el espacio aéreo cubano para arrojar panfletos contra Castro

Los espías del gobierno cubano, que ya estaban infiltrados en esa organización y en otras de objetivos similares, habrían actuado como agentes provocadores, para lograr que el líder de Hermanos al Rescate, José Basulto, adoptara una línea de acción más agresiva y fuera víctima de un ataque militar.

Basulto es un veterano del frustrado intento de derrocar a Castro que tuvo lugar en 1961, mediante un desembarco en Playa Girón (Bahía de Cochinos) con apoyo militar estadounidense, y resultó rechazado tras 72 horas de combate.

Según la fiscalía, la "Operación Escorpión" fue aprobado a fines de enero de 1996, y a comienzos de febrero los agentes en Miami del servicio de Inteligencia cubano recibieron la orden de darle prioridad a la recolección de datos sobre los planes de Hermanos al Rescate.

Poco después, siempre según el acta de acusación, el servicio de Inteligencia advirtió a los infiltrados que no debían participar en vuelos de la organización de exiliados entre los días 24 y 27 de febrero.

El 24 de febrero, dos de tres avionetas de Hermanos al Rescate que realizaban una de sus habituales incursiones fueron derribados por aviones MIG de la Fuerza Aérea Cubana.

Cuatro integrantes de la organización resultaron muertos: Carlos Costa, de 29 años, Armando Alejandre, de 45, Mario de la Pena, de 24, y Pablo Morales, de 29 años. La tercera avioneta era piloteada por Basulto, quien logró volver ileso a Miami.

La acusación ante el gran jurado sostuvo que uno de los principales participantes en la "Operación Escorpión" fue Gerardo Hernández, cuyo nombre clave era "Giro", a quien se señaló como supervisor de las operaciones de espionaje en todo el sur del estado sudoriental estadounidense de Florida.

También se acusó de desempeñar un papel destacado en la trama de espionaje a Albert Ruiz, conocido como "A-4", René González, alias "Castor", Luis Medina III, Ruben Campa y Juan Pablo Roque, cuyo nombre clave era "Germán".

Todos los nombrados, con la excepción de Roque, están en prisión desde septiembre de 1998. Otros cinco hombre y dos mujeres también fueron arrestados en Miami, bajo la acusación de ser espías cubanos.

Cinco de los doce acusados llegaron a un acuerdo con los fiscales y se declararon culpables del delito menor de "actuar como agentes no registrados de un gobierno extranjero".

La fiscalía sostuvo que su acusación ante el gran jurado se basa en el "trabajo intensivo durante tres años de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés)" pero en medios periodísticos existe la convicción de que esos cinco acusados proporcionaron evidencia contra los demás.

Gerardo Hernández y Juan Pablo Roque han sido acusados de "conspiración para cometer homicidio". El primero languidece en una prisión federal, a la espera de un juicio que se anuncia para septiembre, pero el otro sigue en libertad y se piensa que está en Cuba.

Roque, un ex piloto de la Fuerza Aérea Cubana que "desertó" en 1992 y pasó a vivir en Estados Unidos, descrito como "elocuente, elegante, bien parecido y un fanático del ejercicio físico", es quien más evoca a los personajes de las novelas de espías.

Tras su "deserción" se estableció en Miami, donde formó una organización llamada Centro de Apoyo a los Militares Cubanos, junto a auténticos desertores de su país.

Esa organización transmitía mensajes de radio por onda corta en los que exhortaba a los integrantes de las fuerzas armadas de la isla a que no actuaran contra su propio pueblo cuando se produjera un "levantamiento democrático" para derrocar a Castro.

Roque se casó con una ciudadana estadounidense, se unió a Hermanos al Rescate y participó en varias de sus operaciones de auxilio a quienes intentaban escapar de Cuba en balsas.

El piloto escribió un libro titulado "El desertor", en el que relataba su "abandono" de las fuerzas armadas de su país y se mofaba de altos funcionarios del gobierno cubano, a quienes describía como "gordos comunistas" alcohólicos.

El libro fue editado por la Fundación Nacional Cubano- Estadounidense, una organización radical de oposición al gobierno cubano, e incluyó fotos de Roque junto a legisladores anticastristas como Robert Menéndez, del estado centrooriental de Nueva Jersey, e Ileana Ros-Lehtinen, de Florida.

Roque contaba historias sobre corrupción en el gobierno y las fuerzas armadas de Cuba, y ganó la simpatía de los organismos de seguridad estatales y federales. Se hizo informante del FBI, y se afirma que esa agencia le pagó miles de dólares, por datos sobre presuntos traficantes de drogas y también sobre Hermanos al Rescate.

El 23 de febrero de 1996, un día antes de que fueran abatidas las avionetas de Hermanos al Rescate, Roque dio una excusa a su esposa para ausentarse, desapareció de Miami y volvió a Cuba, con escala en México o en Bahamas, según distintas fuentes.

Días después el "desertor" apareció en televisión para anunciar que había regresado a su patria y denunciar a Hermanos al Rescate como una organización terrorista. (FIN/IPS/tra- en/ps/cb/mp/ip/99

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