Costa Rica enfrenta una nueva denuncia ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por violaciones al derecho de sindicalización y agresiones sufridas por un dirigente bananero amenazado de muerte.
La denuncia fue presentada por la Confederación Internacional de Organizaciones del Sindicalismo Libre a la cual está afiliada la Confederación de Trabajadores Rerum Novarum, de Costa Rica.
El secretario general de la Confederación, Joaquín Meléndez, dijo que el grupo teme por la vida del dirigente bananero Adrián Herrera Arias, quien fue agredido por desconocidos a mediados de marzo.
Meléndez explicó que el problema se originó hace dos años cuando trabajadores de la compañía de capital nacional Cobasur, dedicada a la producción y exportación de banano, fundaron el sindicato Sitrasur.
Adrián Herrera fue designado secretario general del sindicato. Cuando la organización empezó a reclamar mejoras de las condiciones laborales, la relación entre el sindicato y la empresa empezó a ponerse tirante, hasta que Cobasur despidió a los dirigentes, explicó Meléndez.
Aunque los dirigentes fueron despedidos, ellos siguieron ejerciendo sus funciones en el sindicato.
"Presentamos la denuncia ante el Ministerio de Trabajo, en el gobierno de José María Figueres (1994-1998), pero no se le prestó atención. La repetimos en el actual gobierno (de Miguel Angel Rodríguez, desde 1998), pero tampoco hemos tenido respuesta", dijo Meléndez a IPS.
Mientras, indicó, en la zona sur, donde funciona la empresa, se ha llegado a situaciones extremas. "Herrera ha sido amenazado", dijo.
El propio Herrera denunció que dos hombres, con su rostro cubierto, lo interceptaron en una finca, lo ataron de pies y manos, lo colgaron por los pies de un cable para el transporte de banano y luego le dispararon, aunque ninguna de las balas acertó.
Aparentemente, la intención era amedrentarlo.
"Los desconocidos me dijeron que dejara el sindicato y me alejara del lugar, o mi vida y la de mi familia correrían peligro", relató Herrera.
Luego de este ataque, la Confederación Rerum Novarum recibió una llamada en la cual un hombre afirmó que matarían a Herrera si no se va de la zona sur de Costa Rica.
"Costa Rica es un país de hipócritas. En el exterior tiene una imagen de respeto a los derechos humanos pero dentro del país hay una persecución política descarada contra toda la dirigencia sindical, sin que el gobierno haga nada. El antisindicalismo se da entre empresarios y gobierno", afirmó Meléndez.
Según el dirigente, el gobierno engaña a la OIT y a los organismos internacionales porque "envía a algún funcionario con proyectos de ley que luego no se aprueban y si se aprueban no se cumplen, mientras el sindicalismo se acaba".
Además, el pueblo costarricense no quiere creer que hechos como las amenazas contra Herrera puedan estar pasando en este país, afirmó Meléndez.
Los sindicalistas presentan las denuncias ante todos los organismos internacionales correspondientes a sabiendas de que toda gestión tarda meses o años para resolverse, mientras los sindicatos temen que estas prácticas puedan generalizarse, agregó.
"Así empezó en Guatemala o El Salvador, hasta que se pierde la vergüenza y la dignidad y no importa matar dirigentes sindicales", señaló.
La denuncia sobre el caso fue presentada al ministerio de Trabajo, que la envió a los tribunales, considerando que ésa era la instancia correcta.
El ministro de Trabajo, Víctor Morales, dijo que "de ser cierto el atentado, sería una grave afrenta contra los trabajadores y el derecho de sindicalización".
Costa Rica ha sido denunciada en repetidas ocasiones por no respetar la libertad sindical.
"Es imposible en las fincas bananeras lograr que alguien se afilie al sindicato porque inmediatamente es despedido. Los dirigentes sindicales sufren una persecusión permanente", aseguró el Foro Emaus, un grupo de organizaciones no gubernamentales. (FIN/IPS/mso/mj/lb hd/99
