Los presidentes de Colombia y Venezuela reafirmaron hoy en esta población fronteriza el papel del gobierno de Caracas como "facilitador" en las negociaciones de paz colombianas que se reabren formalmente el jueves.
Andrés Pastrana (Colombia) y Hugo Chávez (Venezuela) subrayaron que la paz colombiana es "un compromiso y un destino común", al concluir su primera cumbre bilateral en el venezolano estado de Táchira, a unos 800 kilómetros al suroeste de Caracas.
La cita de Ureña puso fin al roce diplomático surgido el 11 de marzom, cuando Pastrana suspendió a última hora una reunión en esta población, como protesta a unas declaraciones de Chávez en que señaló su neutralidad ante el conflicto colombiano y planteó que Bogotá había dado estatus de beligerancia a la guerrilla.
Este martes los dos gobernantes declararon ese impasse como "totalmente superado", durante la conferencia de prensa conjunta, que puso fin a la reunión de cuatro horas.
Chávez y Pastrana firmaron también la Declaración del Táchira, en que determinaron que sostendrán encuentros periódicos para impulsar las relaciones bilaterales y los programas de deesarrollo de la viva y conflictiva frontera común de 2.219 kilómetros.
Durante sus declaraciones, los dos mandatarios solicitaron también al insurgente Ejército de Liberación Nacional que libere a los 32 rehenes del avión de Avianca que mantiene secuestrados desde el 13 de abril.
Pastrana amplió la solicitud a que los dos grupos guerrilleros que se mantienen en armas en su país tengan "un gesto de buena voluntad" con el proceso de paz abierto y liberen a todas las personas que mantienen secuestadas, entre ellas varios venezolanos capturados en esta parte de la frontera.
El mandatario colombiano puntualizó que su gobierno desea que Venezuela ejerza un papel de "facilitador o testigo" en la ronda negociadora que empezará el jueves con las Fuerzas Armadas Revolcuionarias de Colombia (FARC), el mayor grupo guerrillero.
"Esperamos que esté Venezuela", insistió Pastrana. Pero precisó que la participación de Caracas deberá recibir el visto bueno de las FARC, porque "hemos convenido que sea por consenso".
Chávez ratificó su "máxima disposición" a contribuir a ese diálogo y a cualquier otro paso en el proceso de paz que Pastrana impulsa desde que llegó a la presidencia, el 7 de agosto.
Pero reiteró que su eventual participación y los límites en sus gestiones dependen de que así lo soliciten expresamente el gobierno y la guerrila de Colombia.
"Mantenemos la oferta de nuestra buena voluntad para contribuir en lo que podamos" a que Colombia ponga fin a su largo conflicto, explicó Chávez.
"Creo en Pastrana, en su voluntad y deseos, y también creo en la buena voluntad de los jefes guerrilleros", dijo el presidente venezolano, antes de subrayar que "anhelamos la paz en Colombia".
El encuentro de Ureña fue el cuarto entre los dos gobernantes desde que Chávez triunfó en los comicios del 6 de diciembre, después de su entrevista en Bogotá el 17 de ese mes y en La Habana un mes después.
Los dos mandatarios volvieron a encontrarse el 2 de febrero, en los actos de juramentación de Chávez y el 17 de abril en Santo Domingo, en el marco de la cumbre de la Asoacición de Estados del Caribe.
En la Declaración del Táchira, los dos presidentes reafirmaron que la paz es uan condición indispensable para el desarrollo socioeconómico y el proceso de integración binacional.
Chávez y Pastrana también se refirieron al diferendo que los dos países mantienen sobre la delimitación de las áreas marinas y submarinas del Golfo de Venezuela, uno de los litigios limitrofes más complejos que se mantienen sin resolver en América Latina.
Pero desde hace 10 años, los gobiernos de Bogotá y Caracas lograron "desgolfizar" sus relaciones, según resaltó positivamente en Ureña el canciller venezolano José Vicente Rangel, en parte por el creciente peso que los nexos comerciales pasaron a tener en sus respectivas economías.
Este martes, los dos presidentes se limtiaron a ratificar "la negociación directa y el enfoque global" para resolver los problemas fronterizos pendientes, sin mencionar en forma explícita al diferendo.
Em la declaración también ratificaron la vigencia de las comisiones binacionales que desde hace exactamente 10 años promueven el desarrollo fronterizo y Chávez y Pastrana anunciaron su decisión de reforzar el enfoque social de sus programas.
En particular, convinieron en impulsar proyectos que mejoren la seguridad, la salud y la educación en el área fronteriza, así como programas específicos para aliviar la pobreza de los habitantes de uno y otro lado de la frontera.
Los dos presidentes reafirmaron que el Programa de Desarrollo Integral Fronterizo es uno de los mejores mecanismos para lograr esos objetivos, por lo que se comprometieron a apoyarlo financieramente con el aporte de recursos de sus dos gobiernos.
Ese programa está auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo y la Corporación Andina de Fomento.
Por último, Chávez y Pastrana reafirmaron que el incremento del intercambio bilateral, que en 1998 alcanzó los 2.572 millones de dólares de productos no tradicionales, requiere de un impulso al proceso de integración de la Comunidad Andina, el bloque al que pertenecen junto con Bolivia, Ecuador y Perú. (Fin/IPS/eg/ip la/99
