CHILE: Comenzó cuenta regresiva para primarias oficialistas

La campaña hacia los comicios primarios del próximo domingo, en que la coalición gobernante en Chile definirá su candidato presidencial entre el socialista Ricardo Lagos y el democristiano Andrés Zaldívar, ingresó hoy en su etapa final.

Lagos, favorito según las encuestas, aseguró este lunes que la oficialista Concertación por la Democracia saldrá de esta justa "fortalecida y unida en torno a un solo candidato" para las elecciones presidenciales del 12 de diciembre.

El abanderado del bloque de los partidos Socialista (PS), Por la Democracia (PPD) y Radical Socialdemócrata (PRSD) descartó así la posibilidad de un quiebre en la alianza que gobierna Chile desde el restablecimiento de la democracia en marzo de 1990.

Zaldívar, rival de Lagos y actual presidente del Senado, tiene el apoyo de su Partido Demócrata Cristiano (PDC), el más grande de la coalición de centroizquierda, y de una fracción minoritaria del PRSD.

El precandidato socialista afirmó que está asegurada la participación de más de un millón de votantes en estos comicios de carácter abierto, en los que pueden votar todos los independientes además de los militantes de la partidos de la concertación.

"Esta elección no tiene parangón en la historia política de Chile", indicó Lagos, un abogado doctorado en Economía que fue ministro de Educación en el gobierno de Patricio Aylwin (1990- 1994) y de Obras Públicas en la actual administración de Eduardo Frei.

"Será una elección fraterna y de un alto espíritu cívico", insistió el abanderado socialista, cuyas intervenciones en las últimas semanas apuntan a despejar factores conflictivos en torno a estos comicios primarios.

Algunos dirigentes del ala "dura" del PDC están centrando la campaña de Zaldívar en marcar diferencias con Lagos, a quien comparan con el presidente socialista Salvador Allende (1970- 1973), cruentamente derrocado por las Fuerzas Armadas.

"No es lo mismo votar por un centrista como Zaldívar que por un socialista como Lagos", es una de las frases recurrentes del senador Adolfo Zaldívar, vicepresidente del PDC y hermano del aspirante democristiano.

Andrés Zaldívar, ex ministro de Eduardo Frei Montalva (1964- 1970, padre del actual mandatario) y ex presidente de la Internacional Demócrata Cristiana, figuró la semana pasada en una encuesta con un respaldo de solo 12 por ciento para la elección de diciembre.

En ese mismo sondeo, del Centro de Estudios Públicos, Lagos registró un apoyo de 36,3 por ciento, superando a Joaquín Lavín, principal candidato de la oposición derechista, quien contaría con 24,4 por ciento de los electores.

En las presidenciales de diciembre competirían seis candidatos, de acuerdo con las postulaciones formalizadas hasta la fecha, aunque no se descartan retiros que disminuyan este número ni la aparición de más competidores.

Lavín, alcalde del municipio santiaguino de Las Condes, tiene el apoyo de su partido, la Unión Demócrata Independiente (UDI), y de Renovación Nacional (PRN), pilares del derechista pacto Unión por Chile.

A las candidaturas de la coalición gobernante y de Lavín se suman las de Gladys Marín, del Partido Comunista (PC), Tomás Hirsch, del Partido Humanista (PH), Arturo Frei Bolívar, disidente del PDC, y de la ecologista Sara Larraín.

Esta última, proclamada hace una semana, cuenta con el respaldo del Partido Alternativa de Cambio, una colectividad política en formación, además de la adhesión de grupos ambientalistas, indígenas y minorías sexuales.

Es, sin embargo, un hecho, según coinciden todos los analistas políticos, que si las campañas se desarrollan sin contratiempos ni imprevistos, el sucesor de Frei saldrá entre Lagos, Zaldívar y Lavín.

Las demás candidaturas tienen un carácter testimonial, pero además contribuirán a una dispersión de votos que podría impedir que surja un ganador por mayoría absoluta el 12 de diciembre, obligando a una segunda vuelta.

Mientras Marín, Hirsch y Larraín restarían votos de la izquierda y del llamado mundo alternativo a la candidatura de Lagos o Zaldívar, Frei Bolívar competiría con Lavín por el respaldo de la derecha.

En Chile no se ha aplicado hasta ahora la segunda vuelta electoral en comicios presidenciales, prevista en la Constitución que el entonces dictador Augusto Pinochet (1973-1990) hizo aprobar por referéndum en 1980.

Aylwin, del PDC, triunfó por más de 50 por ciento de los votos sobre el derechista Hernán Büchi en diciembre de 1989, y otro tanto ocurrió en diciembre de 1993, cuando Frei, también del PDC, venció al también derechista Arturo Alessandri.

Tanto Aylwin como Frei contaron con el respaldo compacto de la Concertación por la Democracia, que enfrenta en las primarias del domingo el gran desafío de preservar su unidad, ya sea con Lagos o Zaldívar como su abanderado. (FIN/IPS/ggr/mj/ip/99

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