El presidente de Chile, Eduardo Frei, fustigó a las empresas eléctricas por su respuesta al plan de contingencia para superar la crisis de suministro y advirtió que con sus actitudes están desprestigiando a la iniciativa privada.
El mandatario reaccionó así luego de que los consorcios condicionaran la realización de nuevas inversiones para aumentar la generación eléctrica y solucionar el actual déficit a un aumento de las tarifas del servicio.
Frei dijo el miércoles que las compañías eléctricas insisten en su política de "privatizar las ganancias y socializar las pérdidas" y que con ello desconocen el papel social que corresponde a quienes tienen a su cargo un servicio público.
Existen factores éticos y un conjunto de valores que los consorcios eléctricos deben observar en sus actitudes y conductas, dijo el presidente, advirtiendo que en caso contrario van a "desprestigiar a la empresa privada".
La posición de las empresas originó también el miércoles la primera protesta pública ante la sede en Santiago de Enersis, el mayor consorcio eléctrico del país, surgido de la privatización del sector en 1987 bajo la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).
Diputados de los cogobernantes partidos Por la Democracia y Socialista encabezaron la manifestación ante Enersis de indignados consumidores, con un carro alegórico alusivo a Endesa-España, que controla el consorcio desde 1998.
Directivos de organizaciones médicas advirtieron sobre los graves problemas que provocan en la atención hospitalaria los cortes de electricidad y anunciaron que presentarán querellas criminales contra las empresas si se producen muertes de pacientes atribuibles a esta situación.
Enersis es el accionista que controla Chilectra, la mayor empresa distribuidora del servicio eléctrico, sometido desde esta semana a planes de racionamiento de tres horas diarias como consecuencia del déficit en la generación.
La manifestación ante la sede del consorcio fue también un rechazo a la posible adquisición de Endesa-Chile, la mayor generadora eléctrica, por parte de Enersis, lo cual daría a los españoles un control monopólico del sector.
La sequía que sufre el país desde 1998 redujo 56 por ciento la generación de hidroelectricidad en marzo último respecto del mismo mes del año anterior, con un déficit no cubierto pese al aumento de 98 por ciento en la termoelectricidad.
En una alocución al país, en la noche del lunes, Frei señaló que la crisis se debe fundamentalmente a la imprevisión de las empresas y a su negativa a invertir en nuevas centrales o comprar energía a terceros para garantizar el suministro.
El mandatario llamó a los consorcios a realizar con urgencia inversiones para aumentar la generación eléctrica en 500 megawatts, advirtiéndoles que no habrá subsidios estatales para esos efectos.
Frei entregó además indicaciones legislativas al presidente de la Cámara de Diputados, Carlos Montes, para ampliar las facultades fiscalizadoras del Estado sobre las empresas y aumentar a seis millones de dólares las multas por incumplimiento de los contratos de suministro.
En respuesta al llamado del mandatario, el actual presidente de Endesa-Chile, Juan Antonio Guzmán, dijo que esa empresa podría invertir 100 millones de dólares para aumentar su generación en 200 megavatios, sólo con un alza de las tarifas a la población.
Similares planteamientos de alzas tarifarias para financiar las inversiones hizo Emilio Pellegrini, presidente de Colbún, la tercera empresa generadora de electricidad del país.
Mientras se producía esta reacción de los consorcios, el ministro de Energía, Oscar Landerretche, alertaba sobre una posible ampliación de los cortes a seis horas en las próximas semanas, en caso de que persista la sequía y no se amplíe la oferta termoeléctrica. (FIN/IPS/ggr/mj/if en/99
