Uganda ejecutó a 28 condenados a muerte, a pesar de los pedidos de clemencia de Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos.
Las ejecuciones por colgamiento tuvieron lugar la noche del jueves en la prisión de máxima seguridad de Luzira, informó a la estatal Radio Uganda el director de la cárcel próxima a Kampala, Joseph Etima.
Las ejecuciones se realizaron un día después de que los grupos de derechos humanos pidieran al presidente Yoweri Museveni que perdonara la vida de los 28 presos.
Fueron las primeras ejecuciones realizadas en el país de Africa oriental desde 1996.
Amnistía Internacional declaró esta semana su grave preocupación por los 28 presos, y por las consecuencias que su ejecución tendría para los más de 1.000 condenados a muerte en este país.
"Con el destino de tantos en sus manos, el presidente Museveni demostraría un verdadero liderazgo al conmutar la sentencia de los presos que se prevé ejecutar este viernes", había declarado el grupo.
"La abstención de matar gente como respuesta al crimen y la inestabilidad mantendrá a Uganda dentro de la tendencia mundial a la abolición de la pena capital", agregó.
"Algunos de los principales donantes de Uganda -Alemania, Gran Bretaña y otros miembros de la Unión Europea- son fuertes promotores de la abolición de la pena de muerte, y por tanto podrían presionar para que las ejecuciones se detengan inmediatamente", sugirió Amnistía.
La no gubernamental Fundación para la Iniciativa de los Derechos Humanos también se manifestó en contra de las ejecuciones.
Veintiséis de los 28 colgados el jueves fueron hallados culpables de asesinato, y los otros dos de asalto con agravantes. Un hombre, Haji Musa Ssebirumbi, fue condenado por asesinato en 1989 y perdió la apelación en junio de 1992.
Los 28 hombres fueron ejecutados en la prisión de Luzira, próxima a Kampala.
Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte porque viola los derechos humanos más fundamentales, como el derecho a la vida y el derecho a no padecer tratamientos o castigos crueles, inhumanos o degradantes.
"Tampoco mostró ser un disuasivo más efectivo del crimen que otros castigos", agrega.(FIN/IPS/tra-en/mn/aq/hd/99
