Yugoslavia anunció hoy una tregua unilateral con motivo de la Pascua ortodoxa y planes para el retorno de los kosovares refugiados en países vecinos, pero Estados Unidos y Gran Bretaña rechazaron su propuesta.
La televisión del Estado anunció para las 18 GMT de este martes el cese de las operaciones de Yugoslavia contra el separatista Ejército de Liberación de Kosovo, en honor a la Pascua de los cristianos ortodoxos, que se celebrará el día 11.
El gobierno yugoslavo también informó que el líder albano- kosovar moderado Ibrahim Rugova será invitado a negociar una solución provisoria a la crisis.
Estados Unidos, que encabeza la campaña militar de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) contra Yugoslavia, descartó el ofrecimiento yugoslavo y lo mismo hicieron funcionarios británicos.
Portavoces de Washington afirmaron que los ataques de la OTAN continuarán como hasta ahora o reforzados, y que ninguna propuesta a medias los detendrá.
Nebojsa Vujovic, portavoz de la cancillería de Yugoslavia, informó que su gobierno elabora un programa para el retorno de los kosovares de origen albanés que debieron huir de las fuerzas serbias, pero que no permitirá la intervención de la OTAN.
Por su parte, refugiados kosovares en Albania y Macedonia manifestaron que no volverán a Kosovo sin la protección de una fuerza de paz internacional.
Mientras, la OTAN comenzó este martes una evacuación forzosa de refugiados kosovares en Macedonia hacia Turquía y Noruega, aunque los principales involucrados no fueron informados sobre su próximo destino.
Las víctimas, de origen albanés, están atrapadas entre la campaña de limpieza étnica que realizan las fuerzas de Yugoslavia en la provincia serbia de Kosovo y el temor del gobierno de Macedonia al crecimiento de la gran minoría albanesa en este país.
"No se les brinda información alguna. Parece que las autoridades no sienten ninguna urgencia", lamentó Chris Tomas, un trabajador estadounidense de la Cruz Roja.
"Esta gente está sobre una sentina, y de noche hace un frío terrible", agregó.
Se estima que unos 70.000 kosovares de origen albanés aguardan la entrada a Macedonia en una "tierra de nadie" entre este país y Yugoslavia, y que cada noche mueren unos 10 de ellos.
Skoplje estableció un comité de crisis para resolver el problema de los 115.000 refugiados que hay dentro de sus fronteras, y realiza continuas reuniones con las autoridades de la OTAN y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Macedonia, una nación pobre con dos millones de habitantes (poco más que los de Kosovo), tiene una población albanesa de 35 por ciento. Sus autoridades insisten en que el problema de los refugiados kosovares no es sólo de ellos, sino de toda Europa.
Entre los países que ofrecieron albergar temporalmente a refugiados kosovares en Macedonia se cuentan Alemania (40.000), Turquía (20.000), Estados Unidos (20.000), Noruega (6.000), Canadá (5.000) y Grecia (5.000).
Las fuerzas de la OTAN entregan además ayuda de organizaciones internacionales a ACNUR y la Cruz Roja de Macedonia para su distribución entre los refugiados. Hay más de 30 vuelos diarios programados desde Alemania, Francia, Italia, Estados Unidos, Noruega, Turquía y Polonia.
Sin embargo, las condiciones en los campamentos de refugiados siguen siendo horrendas.
Decenas de personas, principalmente ancianos, debieron ser transportados desde el campamento de Blace a través del barro que flanquea el camino principal hacia carpas instaladas por la Cruz Roja y la Media Luna Roja para brindarles tratamiento médico.
Muchos refugiados transportaban a otros en brazos, en carretillas y en coches de bebé. La multitud era presa del pánico cuando alguno se desmayaba o cuando se arrojaban alimentos y otros suministros desde tractores que se abrían paso en el difícil terreno.
"Necesitamos acceso irrestricto", urgió Tomas, "pero cualquiera sea el sistema que se establezca, tendremos que arreglarnos", agregó. (FIN/IPS/tra-en/bk/ak/mlm/ip pr/99
