Los intereses bilaterales fundamentales "deben prevalecer ante cualquier incomprensión momentánea", afirmó el gobierno de Venezuela, al deplorar la suspensión de la visita del presidente de Colombia, Andrés Pastrana, por unas declaraciones del mandatario Hugo Chávez.
En un comunicado, dado a conocer por el canciller José Vicente Rangel, Caracas respondió a la dura reacción de Bogotá de postergar el encuetro presidencial de este jueves, por la consideración de Chávez, la víspera, de que el vecino gobierno ya otorgó implícitamente estatuto beligerante a la guerrilla.
Chávez reiteró el miércoles que Venezuela mantiene "una posición de neutralidad ante el conflicto interno de Colombia", sin que eso signifique que "le demos (estatuto de) beligerancia a la guerrilla colombiana".
Según el presidente venezolano, es Pastrana quien sí le otorgó rango beligerante y estatus político a la guerrilla de su país, al reunirse con sus comandantes, desmilitarizar una zona de su territorio y dejarla bajo control de los grupos irregulares.
Rangel dijo que si Pastrana suspendió la reunión por las declaraciones de Chávez, "sería desconsiderado" hacia un presidente que ha comprometido sus buenos oficios en favor de apoyar al presidente colombiano en sus esfuerzos de pacificación.
"El gobierno (de Colombia) no tiene ninguna razón", para postergar el encuentro hasta una nueva oportunidad por las declaraciones de Chávez, dijo Rangel, quien aseguró que los dos presidentes sostuvieron una "cordial conversación" telefónica sobre la crisis, la noche del miércoles.
Rangel aseguró que "bajo ningún respecto" las declaraciones de Chávez significan una intromisión en asuntos internos de otro país, como se señala en Colombia. También rechazó que puedan asumirse como "un gesto de beligerancia" y aseguró que Caracas ha sido "extremadamente cauteloso" con el conflicto colombiano.
Pero el comunicado advierte que 'Venezuela se verá obligado a revisar el esquema que hasta ahora ha venido siguiendo en el complejo asunto", si por razones internas colombianas, el aporte de facilitador del diálogo de Caracas perturba el proceso de paz.
El gobierno venezolano dijo que "deplora, pero respeta, la decisión unilateral" de suspender la primera reunión bilateral entre los dos presidentes, que iba a celebrarse en la fronteriza población venezolana de Ureña, en el estado de Táchira.
El comunicado rezuma amarga molestia por la reacción de Pastrana, que ha sido usada por los opositores a Chávez para señalar que sus alegados excesos verbales, ya afectan al país en el plano internacional, ante la suspensión de una visita a horas de realizarse, lo que no tiene antecedentes cercanos en el país.
Pero también reitera "la más franca disposición al diálogo", como base de "la sólida relación amistosa" entre los dos gobiernos y subraya que en el conflicto interno colombiano Caracas "ha reconocido como único interlocutor al gobierno de Colombia".
El comuniado resalta que Chávez mostró desde que fue electo como presidente, el 6 de diciembre, su disposicón a interponer sus buenos oficios "en forma sincera y solidaria" en favor de los esfuerzos de pacificación en Colombia.
Recuerda que aún como presidente electo, Chávez envió dos comisionados especiales a la apertura del diálogo de paz del gobierno colombiano con las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el mayor grupo en armas.
También menciona que, tras asumir la presidencia el 2 de febrero, Chávez aceptó por pedido de Pastrana que Caracas fuese sede de dos contactos entre el gobierno de Bogotá y el segundo grupo guerrillero, el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El comunicado no cita que Chávez también participó el 16 de enero en un encuentro en La Habana entre Pastrana y el presidente cubano, Fidel Castro, destinado a promover apoyos para el proceso de paz colombiano, y que debía repetirse en mayo.
Pero sí remarca que "las conversaciones de paz son una ncesidad para Colombia e importantes para Venezuela", dado que su zona fronteriza es afectada por la violencia generada por el conflicto de medio siglo en el vecino país.
"El anhelo de paz es igualmente venezolano", dice el comunicado. Venezuela soporta incursiones de la guerrilla que la obligan a mantener militarizada la zona fronteriza, mientras que los empresarios de la zona soportan la extorsión de tener que pagar una cuota ("vacuna") a la guerrilla.
También se producen numerosos secuestros, como uno en la misma Caracas, cuando la capital estaba por albergar el primer contacto entre el gobierno y el ELN. O suceden incidentes como el del viernes pasado, cuando tres activistas estadounidenses fueron asesinados dentro de su territorio por las FARC, tras secuestrarlos en su país el 25 de febrero.
Rangel y el comunicado oficial reiteraron que pese a "las lamentables circunstancias" actuales, Venezuela mantiene su intención "de ser facilitador del proceso de paz, más no actor del mismo".
También destacaron "su disposición a contribuir con fórmulas creativas que conduzcan al logro de la paz", siempre que causas internas colombianas, le lleven a variar su esquema de actuación. (Fin/IPS/eg/ip la/99
