Un explosivo sacudió hoy el parlamento de Paraguay cuando se debatía el juicio político al presidente Raúl Cubas, mientras trascendían informes que complican la situación legal de líder del oficialismo, el ex comandante del Ejército Lino Oviedo.
Oviedo encabezó una rebelión de 1996 contra el entonces presidente Juan Carlos Wasmosy y fue condenado por esa acción a una pena de prisión que fue conmutada Cubas, decisión que pone al actual mandatario al borde del juicio político.
Este jueves, mientras el estruendo sumía al parlamento, un empresario aseguró que Oviedo pidió la renuncia a Wasmosy en el marco de la rebelión y que el entonces embajador de Brasil, Marcio Días D'Oliveira, impidió que esa renuncia se concretara, datos hasta ahora desconocidos.
El comandante de Policía de la época, Mario Sapriza, afirmó también este jueves que Oviedo dijo que "se encargaría" del entonces vicepresidente, Angel Seifart, para que el presidente del Senado, Milcíades Casabianca, ocupara la presidencia tras la renuncia de Wasmosy, la que al final no ocurrió.
Una explosión en el techo hizo caer tejas sobre la sesión de la Cámara de Diputados. El Congreso legislativo reclamó garantías ante la sucesión de ataques con piedras contra legisladores a manos de manifestantes oviedistas que esperan fuera del recinto parlamentario.
El estruendo, de mediana entidad, fue atribuido a un petardo de lanzamiento manual por el comisario Adrián Ayala, encargado de la seguridad del área. Los legisladores presentes no dieron crédito a esa versión oficial y expulsaron a los policías.
La Cámara de Diputados dispuso este jueves reducir dos votos, a 53, los necesarios para entabler juicio político, lo cual acerca a Cubas a ese proceso.
La Mesa Directiva de Diputados pidió entonces la intervención de la Fiscalía General del Estado y de los expertos en explosivos de la Policía para investigar el incidente, que se suma a los últimos atentados contra varios opositores y contra el ex presidente Juan Carlos Wasmosy (1993-1998).
La Cámara Alta consideró este jueves un ataque al hogar del senador opositor Mario Paz Castaing. Legisladores oviedistas negaron que exista responsabilidad del gobierno en la preparación de estos atentados.
"Están bombardeando la Cámara de Diputados y no se trata de un artefacto común", expresó el presidente de esa rama parlamentaria, Walter Bower.
Pero la explosión no acabó allí, pues otra bomba política estalló a la misma hora que la del Congreso.
Casi tres años después de la crisis política que obligó a los cancilleres de Argentina, Brasil y Uruguay y al secretario general de la OEA a viajar a Asunción, un empresario que estuvo junto a Oviedo durante su rebelión complicó, sin quererlo, la situación del militar.
El arquitecto y empresario Hugo Aranda, entonces socio de Wasmosy, actuó como mediador entre el entonces mandatario, asilado en la embajada de Estados Unidos, y Lino Oviedo, quien estaba apostado en la sede de la Caballería.
Aranda, quien hace dos años que no habla con Wasmosy, intermedió para lograr una salida pacífica ante la amenaza de un enfrentamiento entre la Caballería y el resto del ejército.
En declaraciones telefónicas a Radio Ñandutí, Aranda confirmó que Oviedo, quien hasta hoy niega haber amenazado con disparar "metralla y fuego sobre la residencia presidencial", reclamó la renuncia de Wasmosy antes de la medianoche del 22 de abril de 1996.
Aranda puntualizó que Oviedo pretendía trasladar el gobierno a Casabianca, quien se encontraba con él a esa hora. Ambos, tras leer el mensaje que envió Wasmosy por intermedio de Aranda, constataron que se trataba sólo de un pedido de licencia temporal.
El empresario reveló, además, que Wasmosy estaba decidido a firmar su renuncia, pero no lo hizo por la intervención del ex embajador Días D'Oliveira, quien redactó el pedido de licencia como fórmula dilatoria que luego se entregó a Aranda.
El empresario había creído llevar en sus manos, de la embajada de Estados Unidos a la Caballería, la carta de renuncia del Wasmosy en la madrugada del 23 de abril de 1996.
Aranda, uno de los empresarios más ricos del Paraguay, admitió que sus palabras serían usadas "para tres días de chismes".
El ex comandante de la Policía Mario Sapriza confirmó que Oviedo quería ubicar aquella noche el paradero del ex vicepresidente, Angel Seifart, de quien dijo que "se encargaría" para que Casabianca pudiera acceder al sillón presidencial y llamar en breve plazo a elecciones.
Varios legisladores opositores consideraron que la intervención de Aranda en Radio Ñandutí confirmó informes no probados de las acciones de Oviedo en 1996, al mismo tiempo que festejaban el acortamiento de distancia para el juicio político
Este jueves 11 se habilitó el voto del presidente de la Cámara de Diputados para el juicio político, que por reglamento sólo podía decidir en caso de empate, y se determinó el "redondeo"de decimales del quórum de dos tercios de presentes.
Si asisten los 80 integrantes de la Cámara Baja, que es a la que corresponde proponer el proceso a votar por los 45 senadores, entonces sólo necesitarán 53 votos al redondear el coeficiente 53,33 y no los 54, como se aplicaba hasta la fecha, al interpretar la Constitución de 1992. (FIN/IPS/cm/mj/ip/99
