Los tres Oscar otorgados al cineasta italiano Roberto Benigni por su película "La vida es bella", una historia sobre el exterminio de los judíos por los nazis durante la segunda guerra mundial, llegan en momentos en que el cine del país europeo no logra salir de la crisis.
La mayor conmoción originada por la noticia se registró en los tres pueblos que han marcado la vida de Benigni, Castiglion Fiorentini, donde nació, Arezzo, donde filmó gran parte de la película, y Vergaio, donde vivió durante mucho tiempo y donde aún se encuentran sus ancianos padres.
En Vergaio, en la región norteña de Toscana, la población pasó la noche en vela para ver en directo desde la ciudad estadounidense de Los Angeles la ceremonia de los Oscar, a través de una gran pantalla colocada en el centro de la localidad.
El padre de Roberto, Luigi, 80 años, dijo que el premio era "como tocar el cielo con las manos. Nosotros con mi esposa Albertina nos fuimos a acostar como a la una y nuestra hija Albertina nos despertó temprano en la mañana para darnos la noticia".
Los Oscar obtenidos por el cómico europeo fueron a "Mejor actor", "Mejor película extranjera" y "Mejor música original" para una comedia. Benigni era candidato a siete recompensas, también todo un récord para un italiano.
Todos esperan que los premios constituyan un impulso al cine italiano, que vive un largo período de crisis. La salas están pobladas, además, de películas estadounidenses.
El Oscar a mejor actor concedido a Benigni es el primero que gana el protagonista de una película filmada en una lengua diferente a la inglesa. Entre las mujeres existe sólo el precedente de la italiana Sofía Loren, que lo ganó en 1961.
Otros italianos que habían postulado a ese galrdón en el pasado pero no lo obtuvieron fueron Marcello Mastroianni (en tres oportunidades) Giancarlo Giannini y Massimo Troissi.
La idea de "La vida es bella" nació del ambiente familiar de Benigni.
Durante la Segunda Guerra Mundial, su padre fue deportado a un campo de concentración en Albania, pero no le contó jamás a su hijo los horrores vividos.
Antes del Oscar, "La vida es bella" ganó nueve premios David de Donatello, el Gran Premio del Jurado de Cannes, dos premios del cine europeo, en Londres, un César (equivalente francés del Oscar) y el galardón del Screen Actors Guild, del sindicato estadounidense de actores.
La película tuvo un costo de diez millones de dólares y ha recaudado una cifra diez veces superior en todo el mundo.
El premio Nobel de Literatura Darío Fo se declaró "orgulloso" de ser compatriota de Benigni.
"Ha demostrado que hacer reír no es una falta de seriedad, sino más bien que la ironía y la ligereza son una de las formas más altas de la inteligencia", comentó.
La ministra de Cultura del gobierno de centroizquierda, Giovanna Melandri, señaló que este lunes fue "un día de fiesta" para el cine italiano, "un gran reconocimiento a un pequeño genio que transformó las críticas en aplausos".
En igual sentido se expresó el jefe del gobierno, Massimo D'Alema.
El director Gabriele Salvatores comentó que Benigni es un actor único en Euorpa, que tiene una comicidad directa e instintiva.
El Oscar, agregó, constituye un premio para una generación de actores cómicos, como Vittorio Gassman, Ugo Tognazzi y Alberto Sordi, que no han podido jamás acceder a este premio.
El también director Gillo Pontecorvo destacó que estas recompensas llegan en momentos en que el cine italiano vive, desde hace ocho a diez años, un período "sinceramente mediocre".
"El éxito de Benigni debe transformarse en una oportunidad para nuestro cine, que debe aún recorrer mucho camino para superar la crisis, sobre todo en términos de distribución y de promoción", afirmó Luigi Abete, director de Cinecitta, la ciudad del cine italiano, ubicada en las afueras de Roma.
Abete planteó la necesidad que el Estado invierta en la calidad, no en la cantidad.
Benigni interpretó con Walter Matthau "El pequeño diablo", pero su consagración como actor se produjo en 1989 cuando Federico Fellini lo llamó para actuar en su último filme, "La voz de la luna".
Otras de sus películas son "Johnny Stecchino", "El hijo de la pantera rosa", "El monstruo", "Fuera de la ley".
En 1991 se casó con la actriz Nicoletta Braschi, actriz de "La vida es bella".
Benigni, de 46 años, proviene de una familia campesina muy pobre. En su infancia, recuerda, todos (él, sus padres y sus tres hermanas) dormían en una misma pieza. (FIN/IPS/jp/dg/cr/99)
