El procurador Jaime Bernal y representantes de la sociedad civil de Colombia pidieron hoy al gobierno considerar la nueva propuesta con la que la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) busca destrabar el proceso de paz.
Bernal afirmó que el Ejecutivo tiene en su poder un planteo de cuatro puntos con la que se "busca salvar las dificulades que han obstaculizado los acercamientos" con ese grupo insurgente.
El documento fue producto de una reunión que sostuvieron este miércoles en Caracas, Bernal, el defensor del Pueblo (ombudsman) Fernando Castro y el jefe militar del ELN Antonio García.
El ELN mantiene su pedido de que se cree una zona de distensión, con el retiro de la Fuerza Pública pero acepta que las autoridades políticas y judiciales se mantengan en el área, así como discutir como primer paso en las negociaciones un acuerdo humanitario.
Solicita también al gobierno que se den "condiciones de seguridad" a los asistentes a una Convención Nacional en la que el ELN acordará con representantes de la sociedad civil una agenda de negociación.
Anteriormente, el grupo guerillero pedía la delimitación de una zona desmilitarizada en cuatro municipios del departamento norteño de Bolívar. Ahora sólo reclama que esa área sea constituida "en territorio colombiano" y dice que se retirará de ella una vez concluidas las negociaciones.
El ELN propone asimismo que durante el proceso de paz se creen "temporalmente (en la zona de distensión) organismos civiles que ejerzan vigilancia y apoyo a las autoridades locales".
Según Bernal, lo fundamental de la propuesta es que el grupo insurgente aceptó "discutir el tema de la humanización de la guerra" para proteger a la población civil afectada por el conflicto.
"Se está en un nuevo contexto en el que vale la pena que el gobierno se siente con la guerrilla" y se superen las dificultades que surgieron en las conversaciones bilaterales que se llevaban a cabo en Caracas, señaló.
Para Camilo González, coordinador del Mandato Ciudadano por la Paz (movimiento que con 10 millones de firmas pidió el cese de todas las formas de violencia), la propuesta del ELN "da un nuevo aire al proceso de paz, que afronta una etapa bastante crítica".
Instituir una zona de distensión es una necesidad, agregó, estimando que ninguna de las dos partes puede tener ventajas en las negociaciones.
González había propuesto anteriormente una fórmula intermedia que consistía en un cese al fuego de ambas partes, el retiro de los soldados ubicados en el territorio de la zona desmilitarizada a sus batallones y guarniciones y la delegación de las funciones de seguridad en esa área a las autoridades civiles.
Luis Garzón, presidente de la mayoritaria Central Unitaria de Trabajadores de Colombia, avaló la nueva propuesta del ELN porque representa "una iniciativa concreta para destrabar el proceso" de paz.
Para el senador independiente Samuel Moreno, el grupo guerrillero hizo "un esfuerzo importante".
Tras conocer el documento, el presidente Andrés Pastrana subrayó la necesidad de buscar la manera de iniciar rápidamente las conversaciones de paz con el ELN.
En febrero, Pastrana había entablado negociaciones con el principal movimiento guerrillero, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero las discusiones fueron suspendidas hasta el 21 de abril.
Las FARC dieron plazo hasta esa fecha al gobierno para que tome medidas concretas contra los grupos paramilitares de extrema derecha.
El Ejecutivo espera a su vez que la mayor organización insurgente del país decida antes del 21 de abril qué hará con el o los responsables del asesinato de los indigenistas estadounidenses Terence Freitas, Ingrid Washinawatok y Laheenae Gay, muertos por un comando guerillero.
Las FARC anunciaron que juzgarán con sus propios códigos, que incluyen hasta el fusilamiento, al comandante Gildardo, al que responsabilizan del hecho.
Sin embargo, tanto el gobierno de Colombia como el de Estados Unidos reclaman que Gildardo o quienes hayan asesinado a los tres indigenistas sean juzgados por la justicia ordinaria. (FIN/IPS/yf/dg/ip/99
