Brasil exportó en febrero 1,85 millones de sacos de 60 kilogramos de café en grano, un volumen 94 por ciento superior al de febrero de 1998, divulgó hoy la Federación de Exportadores.
La cifra constituye un récord para ese mes de 28 días, acortado más aún por el carnaval, que interrumpe las actividades en los distintos sectores durante al menos dos días.
El aumento fue excepcional en las ventas a Estados Unidos: 310 por ciento en comparación con igual mes del año pasado. También Alemania más que duplicó sus importaciones, elevándolas en 137 por ciento.
Los exportadores conmemoraron ese desempeño especialmente porque representó la superación de varios elementos adversos. Escasearon las líneas de crédito a la exportación, a causa de la devaluación desordenada de la moneda brasileña a partir del 13 de enero, y hubo dificultades en los puertos.
Los precios, sin embargo, fueron los más bajos en más de dos años, un promedio de 112,37 dólares por saco de 60 kilogramos. La devaluación en Brasil puso fin a una ligera recuperación de las cotizaciones externas, registrada en los tres meses anteriores.
Por eso la gran cantidad exportada representó 208 millones de dólares, sólo cinco millones más que los ingresos logrados en febrero de 1998, cuando se exportó poco más de la mitad.
En un año, el promedio de precios cayó 47 por ciento. Esto se debió al aumento de la oferta de Brasil, mayor productor y exportador mundial de café. Desde julio, el país pudo contar con la mejor consecha de los últimos años, cerca de 35 millones de sacos, superando la escasez que limitó sus ventas desde 1994.
En aquel año, fuertes heladas destruyeron cafetales en las principales regiones productoras de Brasil, que sólo se recuperaron el año pasado.
La escasez podrá repetirse en los próximos meses, según Francisco Ourique, secretario general de la Federación de Exportadores, si el gobierno no libera parte de sus existencias y no apoya con crditos la cosecha anticipada que empieza en abril.
Los exportadores reclaman el mantenimiento de las subastas por las cuales el gobierno está vendiendo el café conservado en sus almacenes.
El volumen de esas ventas debe ser de al menos 300.000 sacos al mes, según la Federación de Exportadores y la Asociación Brasileña de Exportadores de Café, organización en proceso de fusión con la primera.
Con exportaciones de 1,5 millones de sacos de café en grano y del equivalente a 160.000 sacos en café soluble, más el consumo interno de un millón, la demanda mensual en Brasil alcanza a 2,66 millones de sacos.
En cuatro meses se agotan las existencias de café en manos de productores, industria y exportadores, estimadas en 10,5 millones de sacos, antes que esté disponible el grueso de la nueva cosecha, que deberá caer a 26,6 millones de sacos, estiman los exportadores. (FIN/IPS/mo/ag/if/99
