/BOLETIN-CIUDADES DEL MERCOSUR/ BRASIL: Río de Janeiro busca requisar 300.000 armas ilegales

El gobierno de esta ciudad, considerada la más violenta de Brasil, se ha comprometido a recuperar unas 300.000 armas de fuego en manos de civiles de manera ilegal.

El programa de desarme, el más ambicioso de este tipo realizado en el país, cuenta con el apoyo de varias organizaciones no gubernamentales y movimientos pacifistas de Río de Janeiro, donde un promedio de 20 personas son asesinadas cada fin de semana.

Los casi 10 millones de habitantes de la antigua capital brasileña están traumatizados por la escalada de violencia urbana registrada en los últimos seis meses.

Hasta el propio aeropuerto internacional fue escenario el lunes pasado por la noche, en el horario de mayor flujo de pasajeros, de un enfrentamiento a balazos entre asaltantes y guardias de un transporte blindado de dinero.

Río de Janeiro, llamada por los brasileños "maravillosa", es también la que obstenta el récord nacional de robos de automóviles, con un atraco cada 11 minutos, lo que supera largamente el promedio de Sao Paulo, la seguda ciudad más violenta de Brasil.

La policía reveló que el robo de vehículos con el uso de armas ya llega a casi 30 por ciento del total.

El gobierno de Río de Janeiro no ha divulgado aún cuando pretende alcanzar la meta de 300.000 armas ilegales capturadas, pero si la policía mantiene el promedio actual de 690 recuperos por mes, el objectivo sólo será alcanzado en el 2035.

Hasta esa fecha, más de 40.000 habitantes de la ciudad habrán muerto víctimas de disparos, sólo en incidentes de fin de semana, una cifra que asusta si se toma en cuenta que en Estados Unidos, donde hay 60 millones de armas en manos de la población civil, los fallecidos por esta causa suman unos 10.000 al año.

Los expertos en campañas de interés público señalan que un plazo de 36 años para lograr la meta buscada es demasiado largo para tranquilizar a la población y convencerla de que la estrategia es suficiente para bajar los índices de inseguridad urbana.

Para que la población de Río de Janeiro llegue a sentir algún efecto positivo de la campaña gubernamental, los resultados deben aparecer claramente en un lapso no mayor de tres años, afirmó Sarah Brady, dirigente de la organización no gubernamental estadounidense HandGun Control (Controle de Armas de Mano).

Eso significa que el promedio de captura de armas ilegales debería llegar a 8.300 por mes, casi 13 veces el total actual.

Brady, una experiente activista de la prohibición de venta de armas, afirmó que un objectivo como el planteado por las autoridades de Río de Janeiro sólo puede ser logrado con la amplia participación de la población local.

Los datos indican que es poco realista pensar que solo con acciones administrativas se podrá obtener el éxito buscado por el programa del gobierno de Río de Janeiro.

Hay consenso entre los expertos que la incautación de armas ilegales solo dará algún resultado si, paralelamente, se realiza una masiva campaña destinada a cambiar creencias, como que las armas garantizan la seguridad individual.

Sao Paulo y Brasilia promovieron el año pasado programas similares a los puestos en práctica ahora en Río de Janeiro, pero los resultados no alcanzaron las expectativas previas.

"La comunicación y otros esfuerzos para cambiar conductas y costumbres en la población son tan importantes como las medidas administrativas y legales. La combinación de ambas permite obtener resultados mínimamente positivos", sostiene una guía de acciones elaborada por Handgun Control. (FIN/IPS/cc/dm/ip/99) = 03250755 NYC015

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