El gobierno de Granada invitó a la Organización de Estados Americanos (OEA) a supervisar las elecciones generales que se celebrarán el lunes 18, luego de que partidos opositores lo acusaran de tramar un fraude electoral.
La oficina del primer ministro Keith Mitchell anunció este jueves que solicitó al secretario general de la OEA, César Gaviria, el envío de una delegación de observadores para "supervisar el proceso elecotral y certificar el resultado del ejercicio".
El pedido se hizo para "asegurar a la comunidad internacional que los comicios serán libres y justos, en línea con la tradición democrática" de esta isla del Caribe, sostuvo Mitchell.
Pero el principal partido opositor, el Congreso Nacional Democrático (NDC), rechazó el pedido a la OEA y manifestó su inquietud por lo que "está ocurriendo antes de las elecciones del 18".
La presencia de los observadores de la OEA "atenuará nuestros temores" en el día de los comicios, pero no "nuestros temores por lo que está ocurriendo antes" de esa fecha, declaró a la prensa el presidente del NDC, Jerome Joseph.
Los partidos opositores afirman que el gobernante Partido Nuevo Nacional alienta a sus votantes a sumar sus nombres a la lista oficial de electores, a pesar de que esa lista se clausuró oficialmente en septiembre.
La líder del NDC, Joan Purcell, dijo que las acusaciones contra el gobierno cuestionan "la integridad de todo el país", sobre todo cuando la isla se prepara para celebrar el cuarto de siglo de su independencia política de Gran Bretaña.
Pero el gobierno negó las acusaciones y aseguró que las mismas cuestionan "la integridad y la independencia del Supervisor de las Elecciones".
El Supervisor de las Elecciones, Victor Ashby, dijo a IPS que la "Constitución garantiza la no interferencia en las funciones y tareas" de su oficina.
En conferencia de prensa este jueves, Ashby rechazó las acusaciones de irregularidad sobre la lista de votantes y explicó que la misma se preparó en septiembre.
El tema de la corrupción también se hizo notar durante la campaña, con ataques mutuos entre el gobierno y la oposición. El NDC y el Partido Laborista Unido acusaron de corrupción al gobierno de Mitchell, en el poder desde 1994.
Uno de los críticos más acérrimos del partido gobernante es Raphael Fletcher, ex canciller de Mitchell y cuya renuncia determinó el llamado a elecciones anticipadas porque el gobierno quedó con sólo siete de las 15 bancas en el parlamento.
Fletcher, junto con la ex Alta Comisionada ante Londres, Marcelle Gairy -hija del primer primer ministro de la isla, Eric Gairy- aseguran que el gobierno tiene vínculos improbos con empresarios cuestionables.
Gairy, que renunció a su cargo este mes, dijo que el gobierno la presionó para designar a uno de estos empresarios como diplomático en la misión ante Londres. "Así que decidí que, sin importar las consecuencias, de ninguna manera (el empresario) sería incluido en mi misión", afirmó.
Pero el propio Fletcher reconoció este jueves que no pudo justificar todos sus gastos de viaje cuando era canciller.
El ex funcionario reconoció que había "solicitado y recibido dinero de un país hermano para utilizar en formas muy específicas" y que aún tiene en su poder cheques a su nombre por 81.000 dólares de esas fuentes.
"El público, a través de la prensa, ahora tiene la confesión" de Fletcher, comentó Mitchell frente a las declaraciones de su ex canciller.
Mitchell dijo que "el dinero que un país hermano entrega al pueblo de Granada… pertenece a las arcas del Estado y no a alguna cuenta de un banco privado aquí o en el exterior". (FIN/IPS/tra-en/pr/cb/aq/ip/99