COMERCIO: OMC negociará nueva apertura del intercambio agrícola

La compleja red de intereses del comercio agrícola mundial volverá a la luz este año con el comienzo de los preparativos para las negociaciones multilaterales de renovación del Acuerdo de Agricultura en la Organización Mundial de Comercio (OMC).

En las posiciones negociadoras más radicales aparecen el Grupo de Cairns, países exportadores favorables a la liberalización inmediata, y un bloque proteccionista integrado por la Unión Europea (UE), Japón, Corea del Sur y Suiza, partidarios de diluir el proceso de reformas.

Entre esos extremos se ubica la mayoría de los países en desarrollo, en unos casos como importadores netos de alimentos y en otros como exportadores de productos de monocultivo.

Estados Unidos, que figura entre los países proteccionistas por su apoyo fiscal a las exportaciones de cereales, ha declarado su solidaridad con las posiciones del Grupo de Cairns.

En concordancia con los objetivos neoliberales de la OMC, el Acuerdo de Agricultura se propone reducir la ayuda y la protección que los estados otorgan a la producción y la exportación, causando distorsión a los mercados agropecuarios mundiales.

El acuerdo vigente en la actualidad, concertado en diciembre de 1993 en el marco de la Ronda Uruguay del GATT, estableció que una nueva negociación debe comenzar de manera indefectible en el año 2000.

El comercio internacional de productos agropecuarios, que en 1997 alcanzó un valor de 580.000 millones de dólares, atraviesa una crisis debido a la caída de los precios, que en 1998 registraron los niveles más bajos de los últimos 20 años.

La agricultura y los alimentos elaborados se incluyen entre los sectores más sometidos al proteccionismo, que alcanza también a textiles, prendas de vestir, calzado, artículos de cuero y frutas y hortalizas, rubros donde predomina el mundo en desarrollo.

En el último decenio, el tráfico agrícola ha sufrido transformaciones profundas debido a la rápida expansión del comercio de productos procesados y de alto valor, en reemplazo del comercio de productos tradicionales al por mayor.

El presidente del Comité de Agricultura de la OMC, el embajador colombiano Néstor Osorio Londoño, estimó que el comercio de los productos procesados se ha duplicado desde 1995, cuando comenzó a regir la Ronda Uruguay.

En la actualidad, los productos procesados y de alto valor representan 50 por ciento del total del comercio agrícola.

El comercio a granel de productos básicos tradicionales se redujo a menos de una tercera parte, mientras los productos intermedios semiprocesados se mantienen estables.

A diferencia de los otros bienes agrícolas, los productos procesados se benefician de reducciones arancelarias superiores al promedio y gozan de mejores condiciones de competencia.

La innovación repercutirá en las nuevas negociaciones porque la actividad de procesamiento agrícola de elaboración y de exportación se convierte en usuaria de una amplia gama de servicios y por esa razón se relaciona con otras áreas de la OMC.

El comité de agricultura favorece un proceso de análisis y de intercambio de información para permitir a los estados miembros una comprensión mejor de los temas que serán negociados el año venidero y para identificar los intereses en disputa.

En los debates del comité comienzan a delinearse las posiciones de los países y de los bloques ante la negociación del año 2000, admitió Osorio.

La UE, un bloque proteccionista que destina el 50 por ciento de su presupuesto anual a una serie de medidas de apoyo financiero a los productores agrícolas, se encuentra en pleno proceso de reforma de su Política Agrícola Común (PAC).

De todos modos, la delegación de la UE adelantó en noviembre pasado a la OMC que una reducción sustancial del proteccionismo debe ser considerada como "un objetivo de largo plazo".

La UE, que mantiene una disputa de subsidios aparte con Estados Unidos, reclamó que se preste atención especial a los créditos a la exportación, un rubro de escasos progresos debido a la resistencia de "un gran exportador agrícola".

Algunos países, como Japón y Corea del Sur, que protegen a sus cultivadores de arroz mediante trabas a la importación, proponen que la futura negociación se dedique únicamente a la armonización del acuerdo de 1993.

El panorama del mundo en desarrollo presenta una gama variada de intereses, entre exportadores como Argentina y Tailandia, e importadores netos de alimentos, como Perú y Pakistán.

Otros países en desarrollo, como Egipto o India, estiman fundamental el respeto al concepto de seguridad alimentaria y el cumplimiento de las decisiones adoptadas en ese campo.

Los países menos avanzados y los países en desarrollo importadores netos de alimentos reclaman la aplicación de las medidas de compensación establecidas por el acuerdo.

En muchos casos, observó Osorio, se nota un cierto agotamiento en la capacidad de liberalización adicional, asi como frustraciones ante la falta de resultados más positivos en términos de acceso a mercados.

Durante 1999, los estados partes de la OMC discutirán las bases para la continuación del proceso de reforma del comercio agrícola, que se comenzará a negociar formalmente en el 2000. (FIN/IPS/pc/ag/if/99

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