Las bolsas se desplomaron de nuevo hoy en Brasil, debido a la moratoria declarada por el gobierno del estado de Minas Gerais que inaugura nueva fuente interna de turbulencias financieras.
El gobernador de Minas Gerais, Itamar Franco, quien presidió el país entre 1992 y 1994, desató lo que puede convertirse en una rebelión de los estados y golpeó el ajuste fiscal intentado por el poder central.
Franco anunció que no pagará las deudas de su estado en los próximos 90 días por "absoluta falta de dinero" y el "caos" heredado de su antecesor, Eduardo Azeredo. Además, convocó para el día 18 una reunión de gobernadores opositores para discutir acciones conjuntas.
Franco pertenece al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), integrante de la coalición que apoya al presidente Fernando Henrique Cardoso, pero encabeza una facción independiente.
Olivio Dutra, gobernador de Rio Grande del Sur, otro importante estado brasileño, apoyó la decisión de su par de Minas Gerais, pero no dictó por ahora a la moratoria, aunque anunció que dificultades financieras similares lo obligarán a "atrasar" pagos que debería hacer el próximo día 15.
Dutra es uno de los tres gobernadores del opositor Partido de los Trabajadores (PT), elegidos en octubre e investidos el 1 de enero. Sumando otros partidos de izquierda, son seis los mandatarios estaduales netamente opositores, a los que se suma Franco.
Se trata de una minoría en un país de 26 estados, pero comprende otros de importancia como Rio de Janeiro, cuyo gobernador, Anthony Garotinho, presiona por la renegociación de su deuda como única forma de evitar nevas moratorias.
Muchos de los nuevos gobernadores heredaron fuertes deudas, negociadas con el poder central en los últimos años, y pocas posibilidades de evitar un déficit creciente.
Minas Gerais debe 15.400 millones de dólares al gobierno federal y gasta 76 por ciento de sus ingresos fiscales en el pago de salarios de sus funcionarios. En Río de Janeiro esa cifra alcanza 18.000 millones de dólares, 80 por ciento de los ingresos.
La moratoria de Minas Gerais agravó las desconfianzas sobre la capacidad brasileña de cumplir el esfuerzo fiscal prometido al Fondo Monetario Internacional, de 23.000 millones de dólares este año, para la obtención de créditos por 41.500 millones de dólares en tres años.
Por eso la Bolsa de Sao Paulo llegó a caer 6,28 por ciento la mañana de este jueves, acompañado por la de Río de Janeiro y ejerciendo influencia negativa en el mercado financiero continental.
Títulos de la deuda externa brasileña perdieron hasta cinco por ciento de su valor de mercado.
El presidente Cardoso y el ministro de Hacienda, Pedro Malán, criticaron la actitud de Franco, pues, dijeron, es perjudicial para el ajuste fiscal y "retarda la reducción de los intereses, la recuperación del crecimiento y el combate contra el desempleo".
El programa acordado con el FMI prevé un gran esfuerzo fiscal también de los estados brasileños, encargados de aportar un superávit de 3.000 millones de dólares en sus cuentas este año, signado por dificultades adicionales generados por la recesión econmica.
El presidente del Congreso Nacional, senador Antonio Carlos Magalhaes, exigió el cumplimiento de los acuerdos firmados para las deudas estaduales o la aplicación de las sanciones previstas, como la suspensión de las transferencias de recursos federales para gobiernos en moratoria.
Magalhaes y otras autoridades económicas recordaron que los acuerdos fueron claramente favorables a los estados, con plazo de 30 años para el pago y tasas de interés de seis por ciento anuales.
Eso supone fuertes subsidios, cuando el Banco Central paga 29 por ciento como mínimo para captar recursos en el mercado financiero.
La Comisión de Asuntos Económicos del Senado convocó al gobernador Franco para que explique su decisión y la situación financiera de Minas Gerais.
El objetivo es evitar que la moratoria se extienda a otros estados, incluso a los gobernados por aliados del presidente Cardoso, también agobiados por la crisis financiera, y mayores daños a la credibilidad brasileña ante inversionistas extranjeros. (FIN/IPS/mo/mj/if/98