España duplicó en un año la potencia de energía eólica instalada en su territorio, al pasar de 244 megavatios en 1997 a 475 MW en 1998, informó la confederación de organizaciones no gubernamentales ambientalistas Ecologistas en Acción.
España ocupa el cuarto lugar en el mercado eólico mundial, con 930 megavatios, tras Alemania (2.500), Estados Unidos (2.000) y Dinamarca (1.350).
La eólica es la fuente de energía que más rápido está creciendo en el mundo, debido a que no contamina y su impacto ambiental negativo es muy pequeño comparado con otras fuentes energéticas, según la organización ambientalista internacional Greenpeace.
Ecologistas en Acción cree que es necesario instalar 10.000 megavatios de energía de generación eólica en España hasta el 2005, para producir el 10 por ciento de la electricidad total y reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) provocadas por las centrales accionadas a carbón, gas o petróleo.
"Se trata de un hecho factible si consideramos que la potencia eólica instalada en nuestro país seguirá incrementándose al mismo ritmo que en los dos últimos años", dijo a IPS un portavoz de la confederación.
Greenpeace subrayó que cada kilovatio-hora generado con energía eólica permitiría ahorrar un kilogramo de CO2, evitando que esa sustancia contaminante sea expulsada al aire.
Luis Iglesias, secretario general del gubernamental Instituto para la Diversificación y Ahorro Energético (IDAE), opina que la eólica puede tener un peso muy destacado entre las energías renovables en España, que ocupa el quinto lugar en cuanto a producción de esta energía en la Unión Europea.
La potencia eólica instalada en el mundo creció 35 por ciento en 1998, cuando se instalaron más de 2.100 megavatios generados con esta energía, alcanzándose así los 9.600 megavatios al terminar el año, según la edición española de la revista ecologista internacional World Watch.
La energía eólica podría suministrar dentro de 20 años más del 10 por ciento de la electricidad mundial y a largo plazo puede superar a la energía hidráulica, que actualmente suministra el 23 por ciento del total, añade la publicación, editada por el World Watch Institute de Estados Unidos.
La Unión Europea, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, firmó a fines de 1998 un programa por 80 millones de dólares con el IDAE para inversiones de pequeñas y medianas empresas en sistemas de generación de energías alternativas, especialmente eólica y solar.
Aunque el objetivo prioritario de ese proyecto será la duplicación de los paneles solares existentes en España, se destinarán unos 20 millones de dólares a pequeñas centrales de energía eólica que abastezcan a pequeñas y medianas empresas.
Los proyectos deben estar aprobados antes de finalizar este año, si bien podrán ponerse en marcha hasta el 2001.
Las pequeñas y medianas empresas beneficiarias tienen que trabajar en zonas declaradas Objetivo-1 por la Unión Europea, es decir las Comunidades Autónomas españolas con renta media más baja; Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla-León, Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía y Comunidad Valenciana.
Después, dispondrán de un período de ocho años para devolver el préstamo sin intereses, ya que sólo tendrán que reembolsar la inversión actualizada con el índice de inflación, que en 1998 fue del 1,5 por ciento anual. (FIN/IPS/nu/ag/en/99
