La Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de México brindó, al entregar los "Oscar" locales, por el cine nacional que sobrevive y por el que se vislumbra tras la aprobación de una ley de fomento a esa industria.
La Academia adjudicó en la noche de este lunes, sin el brillo ni la publicidad de años atrás, 21 estatuillas Ariel, un premio instituido en 1946, cuando el cine mexicano vivía su época de oro.
La triunfadora, con nueve premios, entre ellos a la mejor película, actuación y dirección, fue "Por si no te vuelvo a ver", la historia de cuatro ancianos músicos que huyen del asilo en que eran maltratados, para ser usados sin que lo sepan como correos de narcotraficantes.
La entrega de los Ariel, realizada en el antiguo Palacio de Bellas Artes, sirve "para reconocernos en las virtudes de nuestro cine, en el de ayer y en el hoy, porque el de mañana tendremos que imaginarlo", dijo el presidente de la Academia, Jorge Fons, al brindar por los ganadores.
La competencia del cine estadounidense, al que se le abren todas las puertas del mercado, y la falta de dinero para apoyar el cine local, mantienen a la industria cinematográfica mexicana en una profunda crisis. La cantidad de producciones en 1997 y 1998 fue la menor en las últimas dos décadas.
La nueva ley de apoyo al cine, aprobada el fin de semana por la Cámara de Diputados, "define la dualidad del cine como producto industrial y fenómeno cultural", señaló Fons.
El proyecto votado por los diputados no es lo deseado por los cineastas, pero habilita "el primer metro cuadrado para construir la casa de nuestros sueños", añadió, parafraseando un guión de la vieja película mexicana "María de mi corazón".
La cámara baja aprobó la nueva ley de cine luego de nueve meses de discusiones en las que se enfrentaron en pública batalla productores, artistas y directores, que pedían susbisdios y tiempo en pantalla, y exhibidores y distribuidores, que reivindicaban el libre mercado.
Finalmente, los exhibidores quedaron exentos de la obligación de destinar cinco por ciento de taquilla al fomento del cine nacional y de conceder 30 por ciento de tiempo en pantalla a las películas nacionales, como pedían los cineastas, cuyo proyecto fue apoyado por el escritor mexicano Carlos Fuentes y el colombiano Gabriel García Márquez.
El cine mexicano contará a partir del próximo año con recursos de un fideocomiso en el que participarán el Estado, los productores independientes y el sector privado, mientras los filmes locales tendrán derecho a 10 por ciento de tiempo en la cartelera, donde hoy 95 por ciento de las producciones son extranjeras.
La ley, que sustituye otra norma, de 1992, en la que se desreguló la producción de cine entregándola a las fuerzas de la libre competencia, no es lo esperado, pero igual deberá se aprovechada por los cineastas, declaró Juan Pablo Villaseñor, director del premiado filme "Por si no te vuelvo a ver".
Realizada con un presupuesto de menos de dos millones de dólares, monto ínfimo en relación a los 60 millones que en promedio cuesta una producción comercial estadounidense, la película de Villaseñor cosechó excelentes comentarios y mucho público antes de ser galardonada por la Academia.
"Es muy importante que se reuniera la comunidad cinematográfica para luchar a favor de algo que sólo puede beneficiar al cine mexicano" como es una ley de fomento, consideró Villaseñor.
La capacidad de producción de los estudios mexicanos disminuyó 66 por ciento en la última década y el número de espectadores sufrió una caída de más de 40 por ciento, según la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica.
Diez de las 143 empresas distribuidoras de películas acaparan 98,3 por ciento del mercado de México y casi todas distribuyen sólo películas de Hollywood, según investigadores mexicanos que realizaron un informe para la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
"El estrangulamiento de la exhibición del cine nacional es un crimen realizado con premeditación, alevosía y ventaja, que mantiene en agonía a un cine que se resiste a morir", sostuvo el realizador Alberto Bojorquez.
Los cineastas esperan que la nueva ley contribuya a recuperar el cine mexicano y que regresen los buenos momentos del pasado, como lo fueron los años 40, 50 y 60. (FIN/IPS/dc/ff/cr/98)
Un estudio realizado por investigadores de México para la Organización de las Naciones Unita cosechó excelentes comentarios y mucho público antes de ser galardonada por los principales premios de la Academia.
Un estudio realizado por investigadores de México para la ciento.
Un estudio realizado por investigadores de México
/movida/ SJAAMEX //RPT// MEXICO: Oscar local….
La ley, que sustituyó a una de 1992 en la que se desreguló la producción de cine entregándola a las fuerzas de la libre competencia, no es lo esperado, pero igual deberá se aprovechado por los cineastas, declaró el Juan Pablo Villaseñor, director de la película
Realizada con un presupuesto de menos de dos millones de dólares, monto ínfimo en relación a los 60 millones que en promedio cuesta una producción estadounidense, la cinta cosechó excelentes comentarios y mucho público antes de ser galardonada por los principales premios de la Academia.
Villaseñor consideró que "es muy importante que se hay reunido la comunidad cinematográfica para luchar a favor de algo que sólo puede beneficiar al cine mexicano" como es una ley de fomento.
La Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica indica que en la última década la industria del cine mexicano perdió 66 por ciento de su fuerza productiva y el número de espectadores sufrió una caída de más de 40 por ciento.
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