Italia reanudará su política de ayuda a los países en desarrollo, después de años de bloqueo casi total. Los fondos de cooperación serán destinados prioritariamente a los jóvenes, anunció hoy el subsecretario de Relaciones Exteriores, Rino Serri.
El gobierno italiano de centroizquierda acordó otorgar cerca de 300 millones de dólares en donaciones al mundo en desarrollo, según consta en el proyecto de presupuesto de 1999, que deberá ser promulgado antes de fines de año.
A esa cifra se sumarán otros 450 millones de dólares que se encuentran a disposición de la cooperación bilateral, y los recursos, aún no cuantificados, de los fondos devueltos por países a los que habían sido concedidos anteriores créditos.
En la conferencia internacional sobre "Los niños de la calle", organizada por el Voluntariado Internacional para el Desarrollo (VIS), Serri declaró que la iniciativa constituye "un paso significativo en la cooperación".
Serri dijo confiar en que, tras años de bloqueo casi total, la cooperación "ingrese en una fase nueva" y que "reanude su obra en un nivel competente".
El gobierno explicó que la ayuda se orientará a "las temáticas referidas a la minoridad", concepto que determinará las prioridades para el aporte de fondos "incluso en nuestro propio país", afirmó Serri.
Los niños y adolescentes víctimas de explotación laboral serán los principales receptores de esta ayuda. "Esa será la característica más significativa de la nueva cooperación, a la cual vincularemos toda nuestra acción", insistió el canciller.
Italia condicionará su cooperación al respeto de los países destinatarios demuestren a los derechos de los menores de edad consignados en la Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos del Niño.
Serán tenidos en cuenta, "desde la lucha contra todas las formas de discriminación, violencia y explotación, a la prevención y el combate de fenómenos aberrantes como la explotación sexual de niños y niñas, las persecuciones étnicas, el comercio de órganos y la utilización de niños como soldados", precisó Serri.
El canciller adelantó que esos aspectos serán estudiados por una futura comisión nacional de coordinación de políticas e iniciativas para la cooperación con los países del sur en desarrollo, que trabajará de acuerdo con el Departamento de Asuntos Sociales del gobierno.
Los fondos de la cooperación italiana cayeron a la mitad en los últimos dos años: mientras que en 1996 representaban 0,20 por ciento del producto interno bruto (PIB), en 1997 sólo alcanzaron a 0,10 por ciento.
La disminución de su aporte ubicó a Italia en el último lugar entre los países del Norte industrial en materia de cooperación para el desarrollo. El penúltimo es Estados Unidos, con 0,12 por ciento del PIB.
El promedio entre las naciones europeas es de 0,43 por ciento, y la media global desciende a 0,39 por ciento si se incluye en la canasta a Estados Unidos, Japón (0,20), Canadá (0,32 por ciento) y a otros países del Norte.
Ese porcentaje está lejos del 0,70 por ciento del PIB al que se comprometieron las naciones industriales durante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 1970.
En los años 80, Italia aportaba al mundo en desarrollo alrededor de 0,40 por ciento de su PIB.
En la conferencia se denunció que aproximadamente 100 millones de niños del mundo viven "en la calle" y "de la calle".
De estos niños en situación de abandono, casi diez millones se encuentran en los países industrializados, advirtió Antonio Raimondi, presidente del VIS. Pero Raimondi también puntualizó que las diferencias entre el Norte y el Sur continúan ampliándose.
"Si antes, el 20 por ciento más rico consumía 80 por ciento de los recursos, ahora se lleva 84 por ciento", afirmó.
"En esta situación, los niños de la calle simbolizan la explotación generalizada de los países pobres por las naciones ricas", dijo el presidente del VIS. (FIN/IPS/jp/nc-ff/dv/98
