CHILE: Derecha pide la intervención del Papa en favor de Pinochet

La derecha chilena realiza una ofensiva diplomática ante el Vaticano para conseguir el apoyo del papa Juan Pablo II al ex dictador Augusto Pinochet, quien se encuentra bajo arresto domiciliario en Londres.

En una breve visita al Vaticano, el candidato presidencial derechista Joaquín Lavín logró participar en la audiencia pública de los miércoles y ubicarse en las primeras filas, donde están las personas autorizadas a saludar al Papa.

En el momento de saludarlo, Lavín le entregó una carta para pedirle su intervención en favor de Pinochet, según trascendió, porque el político chileno se negó a revelar su contenido.

El gobierno británico debe decidir antes del día 11 sobre la extradición del ex dictador chileno a España, donde el juez Baltasar Garzón investiga acusaciones en su contra por genocidio, torturas y terrorismo internacional de Estado.

El Vaticano ha mantenido absoluto silencio sobre el encuentro de Lavín con el Papa e incluso su oficina de prensa, en un hecho sin precedentes, se negó a entregar imágenes del mismo a los canales de televisión que se las solicitaron, aduciendo que era "algo muy delicado".

Consultada sobre el tema, la oficina de prensa se negó a formular comentarios e incluso declaró desconocer ese encuentro. Por lo demás, afirmaron que el Papa saluda a más de 50 peregrinos al final de cada audiencia pública.

Según se comenta en medios diplomáticos del Vaticano, habría sido el obispo chileno Jorge Arturo Medina, quien mantiene excelentes relaciones con Pinochet, el que le habría conseguido esa ubicación privilegiada a Lavín.

Cuando un cardenal llama a la Prefectura del Vaticano y pide el acceso de una persona a las primeras filas en la audiencia pública, no se lo niegan jamás, indicaron esas fuentes. Tal vez en el Vaticano no supieron de quien se trataba y menos que le entregaría una carta al Papa sobre el caso Pinochet.

El gobierno chileno no habría sido informado de la visita de Lavín, quien regresó el jueves en la noche a Santiago, y habría provocado incluso malestar, porque el breve encuentro con el Papa precede a un intento similar y oficial que debería realizar en los próximos días el presidente del Senado, Andrés Zaldívar.

Zaldívar, precandidato presidencial de la coalición de gobierno, en representación del Partido Demócrata Cristiano, obtuvo el visto bueno del Senado para llevar adelante gestiones internacionales en favor de Pinochet y el gobierno comunicó a las embajadas de Chile en Europa de su próximo viaje.

El malestar del Vaticano se explica porque no ha querido involucrase en el arresto de Pinochet, al menos públicamente.

El secretario de Estado del Vaticano, cardenal Angelo Sodano, recibió el domingo 1 de noviembre al subsecretario de Relaciones Exteriores de Chile, Mariano Fernández, pero no en el Vaticano sino en su casa de descanso.

Lavín declaró en Roma a periodistas chilenos antes de regresar a su país que su viaje lo había hecho en su calidad de candidato presidencial, que se había reunido con cuatro miembros de la curia romana, pero que no podía informar sobre lo hablado por expresa petición del Vaticano.

Las embajadas de Chile ante el Vaticano y en Italia declararon que no se enteraron de la visita de Lavín.

El semanario italiano L'Espresso reveló este viernes los entretelones de un caluroso mensaje de saludo enviado por Juan Pablo II a Pinochet el 8 de febrero de 1993, cuando celebró sus bodas de oro, en un reportaje dedicado a las relaciones del Vaticano con el ex dictador chileno.

L'Espresso, el semanario de mayor difusión de Italia, sostiene que ese mensaje y la visita que hizo el Papa a Chile en 1987, cuando apareció en el palacio presidencial de la Moneda con Pinochet, fue obra de Sodano, quien fue nuncio en Chile de 1977 a 1988.

"Al general Augusto Pinochet Ugarte y a su distinguida esposa señora Lucía Hiriar de Pinochet, en ocasión de sus bodas de oro matrimoniales y como señal de abundantes gracias divinas, con gran placer imparto, así como a sus hijos y nietos, una bendición apostólica especial", escribió el Papa.

En el conflicto entre razón de Estado y defensa de los derechos humanos, el nuncio privilegió el diálogo con el régimen de Pinochet, "favoreciendo la hipócrita transición que provoca aún hoy en Chile tanta laceración", dice L'Espresso.

"En los inevitables enfrentamientos con Pinochet, Sodano se habría preocupado por defender la institución Iglesia, más que la vida de las víctimas perseguidas por la dictadura", concluye el semanario. (FIN/IPS/jp/ag/ip-hd/98

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