CANADA: Separatistas de Quebec se contienen por ahora

Los separatistas de la provincia canadiense de Quebec retuvieron el poder en las elecciones provinciales de esta semana, pero no lograron un incremento de su electorado, como esperaban.

El Parti Québécois fue fundado hace 30 años para promover la independencia de la mayor provincia de Canadá, que tiene seis millones de habitantes francófonos.

Los secesionistas no lograron aumentar el lunes la cantidad de legisladores para la asamblea provincial ni mantener el porcentaje global de votos que obtuvieron en las elecciones de 1994.

A pesar de las predicciones de triunfo aplastante, el líder del Parti Québécois, Lucien Bouchard, obtuvo 75 representantes, contra 48 de los liberales y uno de Action Démocratique.

La elección de un distrito se pospuso debido a la muerte de un candidato, pero se espera que allí ganen los separatistas cuando se haga una elección especial, dentro de pocas semanas.

Bouchard, decepcionado, admitió que "los quebequenses manifestaron que el momento no es propicio para un referéndum (por la independencia), al menos no de inmediato".

Durante la campaña, Bouchard, que tiene sus esperanzas puestas en la independencia para el año 2001, aseguró que llamará a un referéndum por la independencia de Quebec sólo cuando estén dadas las "condiciones para ganar".

El primer ministro Jean Chrétien declaró que el gobierno de Bouchard debería centrarse en las áreas de la economía, la salud y la educación.

"Ya que hablan de reunir las condiciones para ganar un referéndum por la separación, deben saber que defenderemos y protegeremos a nuestro país (y) a nuestra familia hasta que se nos acabe la última gota de energía. Cuando llegue el momento de defender a Canadá, estaremos presentes", advirtió Chrétien.

Los analistas políticos creen que Bouchard llamará a otro referéndum, pero más adelante. El electorado de Quebec rara vez otorga un tercer término a un gobierno provincial, por lo que los secesionistas suponen que el próximo referéndum podría ser la última oportunidad para toda una generación.

Las encuestas hechas durante la campaña electoral mostraron que 65 por ciento de los quebequenses no deseaba otro referéndum.

Bouchard no quiso exponer sus conjeturas acerca de cuánto tiempo esperaría hasta que se dieran sus "condiciones para ganar". Sólo dijo que se tomará "el tiempo necesario".

La primera etapa de su nuevo mandato estará dedicada a "llevar a cabo un buen gobierno" para promover las condiciones para ganar un referéndum.

Bouchard se está acercando a la meta de eliminar el déficit presupuestal de la provincia luego de varios años de recortes y, junto con otras nueve provincias, exige que el gobierno central le transfiera poder sobre programas sociales.

Otros políticos que apoyan la independencia de Quebec están buscando pruebas de que el gobierno central adopta medidas perjudiciales para la provincia. Al día siguiente de la elección, el Comité Olímpico de Canadá anunció que la candidata para las Olimpíadas de invierno del 2010 sería Vancouver y no Quebec.

Los políticos quebequenses denunciaron en el parlamento federal que la decisión del Comité era un castigo por el resultado de las elecciones.

Chrétien y sus asesores repasaron la estrategia federal para combatir los planes separatistas de Bouchard. Se informó que el mandatario considera una legislación federal para establecer las leyes del próximo referéndum.

El propio futuro de Chrétien podría estar ligado a la independencia, ya que, a pesar de ser de Quebec, es impopular entre los canadienses francófonos. Una de las "condiciones para ganar" de Bouchard podría ser la promesa de Chrétien de mantenerse en funciones hasta la próxima década.

En la noche de las elecciones, el líder de la oposición federal, Preston Manning, acusó a Chrétien de ser "un peligro para la unidad nacional" porque "se convirtió en un obstáculo para el fortalecimiento de la federación."

Pero antes del conteo de los votos, los políticos de otras provincias y el Partido Liberal, gobierno en Ottawa, avisaron a los quebequenses que el resto del país está harto de la extorsión ejercida hasta ahora: amenazar de separación para obtener poder y arrancar más dinero al gobierno federal.

Los diputados liberales federales repitieron que no tienen intenciones de cumplir los deseos de Quebec luego de la reelección de Bouchard. "Ni miras", dijo el diputado de Toronto, Derek Lee, y aseguró, junto con otros parlamentarios liberales, que está pronto para otro referéndum.

Los liberales pidieron reglamentaciones nuevas y más rigurosas para la votación de la independencia, apoyados en el fallo de la Suprema Corte, donde se establece que Quebec podrá abandonar Canadá si gana "una clara mayoría sobre una clara cuestión".

"Creo que el gobierno federal, es decir, el resto de Canadá, debería tener algo para decir respecto de este asunto y también acerca de qué es un resultado claro", dijo el diputado del área de Montreal, Nick Discepola.

"Y por supuesto, en la mentalidad de los jueces de la Suprema Corte no cabe la posibilidad de desintegrar al país más exitoso del mundo sobre la base de la mitad más uno de los votos". (FIN/IPS/tra-en/mb/mk/ceb-ml/ip/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe