Fotografías que han congelado rostros jóvenes, árboles familiares inconclusos y espejos que devuelven al observador su propia imagen se combinan en una muestra que propone la resistencia de la memoria y apunta a recuperar la identidad de los hijos de desaparecidos.
"Queremos que esta muestra sirva, que el llamado de la sangre funcione y que existan jóvenes que en un ejercicio supremo de la libertad se animen a saber quiénes son", sostuvo la directora del Centro Cultural Recoleta (CCR) de la ciudad de Buenos Aires, Teresa Anchorena.
La exposición "Identidad" es el resultado del trabajo de destacados artistas plásticos argentinos que respondieron a la convocatoria del CCR, donde se realiza la muestra, y de la organización de derechos humanos Abuelas de Plaza de Mayo.
El proyecto convocó a importantes plásticos argentinos. Ellos son Carlos Alonso, que tiene una hija desaparecida, Nora Aslan, Mireya Baglietto, Remo Biancredi, Diana Dowek, León Ferrari, Rosana Fuertes, Carlos Gorriarena, Adolfo Nigro, Luis Felipe Noé, Daniel Ontiveros y Marcia Schvartz.
Las Abuelas de Plaza de Mayo todavía buscan a cientos de jóvenes, hijos de sus hijos desaparecidos durante la dictadura militar (1976-1983). Hasta el momento solo han recuperado a 60.
A partir de los rostros de los desaparecidos, fotografiados cuando tenían la edad que hoy tienen sus hijos, los artistas trazaron árboles familiares que quedan inconclusos, que no pueden ser completados porque en la Argentina hay cientos de jóvenes que no conocen su verdadera identidad.
Esos jóvenes nacieron en centros clandestinos de detención durante la dictadura militar y fueron separados de sus madres, que hoy continúan desaparecidas, para ser entregados con una identidad falsa a otras personas.
Por otra parte, los espejos son un elemento clave de la muestra. Mientras se observan los rostros de los desaparecidos los espejos devuelven la propia imagen, lo que induce naturalmente a la comparación y, a veces, al reconocimiento.
Muchas de las fotografías fueron recuperadas de documentos y credenciales. Son fotos simples, en blanco y negro y deslucidas por el tiempo.
Aun estáticas, sin color y carentes de cualquier gesto, esas fotos carnet impactan en el espectador. La sobriedad cede espacio y permite reforzar la dimensión de la tragedia.
La galería de rostros es conmovedora y sin leer los textos el visitante advierte las referencias a la muerte y a la búsqueda.
"Los hijos de los desaparecidos son hoy jóvenes que tienen aproximadamente entre 20 y 24 años y circulan por la vida. Esta muestra se dirige a ellos", señaló Anchorena.
La funcionaria tuvo la idea de hacer esta exposición meses atrás, mientras observaba la cantidad de jóvenes que asistían a una exhibición en el CCR.
Anchorena pensó que entre ellos podrían estar algunos de los chicos que las Abuelas de Plaza de Mayo todavía buscan.
Tras contactarse con la presidenta de esa agrupación, Estela de Carlotto, comenzaron las gestiones conjuntas para dar forma a "Identidad".
La muestra "apela a la libertad interior de los jóvenes y a la posibilidad de completar su identidad", indicó la funcionaria.
"Ellos saben quienes son como individuos, pero el saber quienes fueron sus padres, su familia, su historia, completará su identidad y los conectará con la verdad", agregó.
"Aquí están las fotos de sus jóvenes padres desaparecidos, a la edad que ellos tienen aproximadamente hoy, agrupados en parejas, formando árboles familiares que pueden ser completados con el rostro vivo de los hijos, con quienes segura y forzosamente tienen un gran parecido", destacó Anchorena.
Para la directora del CCR, la muestra "es una gran oportunidad" para que los hijos "se reconozcan en el rostro de sus padres, se reencuentren con su historia y ejerzan su derecho a la identidad".
Anchorena elogió el compromiso de los artistas plásticos que se sumaron al proyecto y que con diferentes enfoques concluyeron en esta exposición, que ha logrado una gran repercusión.
Durante las reuniones que mantuvieron con los artistas, "que practican uno de los oficios más individualistas que existe", los plásticos sorprendieron con su voluntad de "encontrarse en una obra colectiva", sostuvo la funcionaria.
"En reuniones tan extrañas como ejemplares aparecieron las ideas y coincidencias que dieron lugar a la bella y solidaria instalación que se presenta" hasta el día 31 en el CCR, dijo su directora. (FIN/IPS/va/mj/hd cr/98
