Hay incertidumbre en Haití acerca del destino de 4.000 toneladas de cenizas tóxicas procedentes de Filadelfia, Estados Unidos, y depositadas hace 11 años cerca de la ciudad de Gonaives, 177 kilómetros al norte de esta capital.
La basura debía ser repatriada desde Haití a mediados de noviembre, pero la compañía encargada de la recolección, Caribbean Dredging Excavation, retiró sus equipos de la zona.
Oposiciones locales o tecnicismos interrumpieron las operaciones de traslado hacia los estados de Pensilvania, Carolina del Sur y Virginia, originalmente destinados a almacenar esos deshechos.
El sitio de Pensilvania es propiedad de Eastern Environmental Services, la compañía de recolección de basura con sede central en Nueva Jersey que depositó las cenizas en Haití.
"Si bien esto es responsabilidad de Eastern Environmental Services por no disponer de un terreno para depositar la basura en Pensilvania, Filadelfia debe hacerse cargo de dicha responsabilidad", dijo a IPS Kenny Bruno, de Greenpeace.
"El país más pobre del hemisferio no tiene por qué pagar para limpiar una basura que nunca quiso, y que procede de uno de los países más ricos del mundo", agregó.
Un funcionario de Gonaives dijo que la retirada de Caribbean Dredging fue motivada por la falta de compromiso que mostraron las autoridades de la municipalidad de Filadelfia respecto de la repatriación de las cenizas.
Por otra parte, Kevin Feeley, portavoz del alcalde de Filadelfia, dijo a IPS que no sabe nada acerca de la suspensión del proceso de limpieza. Caribbean Dredging no pudo ser contactada.
Grupos ambientalistas habían obtenido este año, tras una larga campaña, un acuerdo según el cual los deshechos serían reenviados a Estados Unidos a mediados de noviembre, desde el puerto en desuso de Sedren -cerca de Gonaives- donde fue depositada hace 11 años por el buque de carga Khian Sea.
Una fuente del Colectivo Haitiano para la Protección del Ambiente y el Desarrollo Alternativo dijo que la compañía retiró los equipos que había enviado a Haití el 4 de octubre porque tenía dificultades para encontrar un nuevo lugar para la basura en Estados Unidos.
Un miembro del Concejo Municipal de Gonaives pidió al gobierno de Haití que presente el asunto ante el gobierno de Estados Unidos para que el barco cargado de deshechos tóxicos puede enviarse de vuelta a ese país.
La descarga de cenizas en 1988 fue el primer caso conocido, fuera de México, de depósito de basura de Estados Unidos en un país en desarrollo, y despertó una inmediata protesta entre los ambientalistas.
Los funcionarios de Filadelfia insisten, sin embargo, en que ellos no son responsables de haber mandado los residuos a Haití.
Los costos de la limpieza ascienden a 225.000 dólares y corresponden a Eastern Environmental Services, cuyo director fue integrante de una corporación originalmente contratada por el carguero Khian Sea para ocuparse de las cenizas de Filadelfia.
Filadelfia contribuyó sólo con 50.000 dólares, lo que significa que el gobierno de Haití deberá pagar el resto.
Ya se le pagaron 60.000 dólares a Caribbean Dredging Company por la primera parte del trabajo. Según Bruno, el costo total del trabajo de limpieza aumenta cada vez que la operación se suspende para buscarle un destino a la basura.
Los esfuerzos por responsabilizar a Eastern recomenzaron el año pasado, cuando la Comisión de Deshechos de la municipalidad de Nueva York anunció que la compañía sólo obtendría un permiso para lucrar en el mercado de la basura de Nueva York si ayudaba a limpiar las cenizas de Haití.
El director de Eastern, Louis Paolino, era dueño de Joseph Paolino and Sons, una de las compañías responsables de la exportación de desechos a Haití. Amalgamated Shipping y Coastal Carrier también contribuyeron al envío de la basura, junto con la compañía haitiana Les éleveurs de l'Ouest.
"No extenderemos un permiso a una compañía que lo solicita y no pagó sus impuestos o cometió agresiones ambientales hasta tanto no se ocupe de remediar esos asuntos. El caso de Eastern entra en estas condiciones", explicó el subcomisionado Chad Vignola a IPS.
Los grupos ambientalistas haitianos también procuran una compensación para los residentes de Gonaives, ya que se reportaron problemas de salud debido a la contaminación.
El ganado que murió en Lapierre, cerca del lugar donde se encuentran los deshechos tóxicos, no fue sometido a seguimientos veterinarios de ninguna clase, ni siquiera se hicieron autopsias para averiguar la causa de las muertes, señaló el colectivo.
Murieron también varios trabajadores de los contratados hace 10 años para transportar los materiales tóxicos desde el muelle hasta el lugar donde quedó depositada la basura en Lapierre.
Los trabajadores, que no tenían máscaras, ni guantes ni botas, reportaron daños en la piel y problemas de vista.
Los dos dueños de Coastal Carrier, la compañía a la que pertenecía el barco, fueron acusados de perjurio an 1993 y hallados culpables. Sin embargo, jamás se presentaron cargos contra el dueño del Khian Sea o contra la ciudad de Filadelfia.
El Departamento de Estado de Estados Unidos explicó que no puede involucrarse porque no se infringió ninguna ley cuando se depositaron las cenizas en Haití.
Tal ausencia de regulaciones respecto del depósito de residuos inspiró a algunos países a negociar un tratado internacional llamado Convención de Basilea sobre Trasbordo de Deshechos Peligrosos, que prohíbe legalmente la exportación de desechos de países industrializados a países en desarrollo.
Estados Unidos, que desde el incidente de Haití ha depositado desechos peligrosos en Sudáfrica, Bangladesh e India, aún no ha ratificado el tratado. (FIN/IPS/tra-en/imc/cg/dk/mk/ceb-ml/en/98
