FINANZAS: Reunión de Banco Mundial/FMI divide las aguas

La reunión anual conjunta del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial terminó con opiniones divididas sobre lo logrado en materia de manejo de la crisis financiera mundial.

"Ustedes querían ver Titanic o Crónica de Una Muerte Anunciada y terminaron viendo La Fuga, o Grandes Esperanzas", bromeó el director gerente del FMI, Michael Camdessus, el jueves al término del encuentro.

Camdesus y James Wolfensohn, presidente del Banco Mundial, dijeron que hubo avances en la reunión, a pesar de los discursos pesimistas, el escepticismo de los medios de comunicación y la contracción de los mercados.

Camdessus anunció un acuerdo para otorgar a Brasil en las próximas semanas un paquete de apoyo internacional de 30.000 millones de dólares liderado por el FMI. Esto muestra la capacidad de la institución de reaccionar rápidamente en concierto con la comunidad internacional, dijo.

Wolfensohn destacó la introducción del primer esquema de beneficios para los desempleados de Corea del Sur el 1 de octubre, respaldado por el Banco Mundial.

"Este tipo de apoyo social no sale en la primera página de los periódicos, pero es claramente fundamental para el proceso de renovación", indicó.

El director gerente del FMI dijo que se alcanzó consenso en la forma de atacar la crisis: "Los cinco elementos claves de la nueva arquitectura están definidos y son apoyados", manifestó ante los delegados en la reunión.

Estos incluyen transparencia, sistemas financieros claros, participación del sector privado, liberalización ordenada de la inversión y criterios internacionales unificados en materia de contabilidad y prácticas financieras, explicó.

Camdessus dijo que existe una "extraordinaria cohesión" entre los países miembros y un apoyo unánime a su plan de acción.

Pero algunos no parecen tan convencidos.

"La cruda realidad es que después de cinco días de intensas conversaciones y debates, todavía no sabemos por qué el contagio (de la crisis) siguió extendiéndose"o, afirmó Yashwant Shina, ministro de Finanzas de India.

Representantes de otros países cuestionaron los elementos de la propuesta de Camdessus, incluyendo la apertura de los mercados de capitales y la imposición de códigos bancarios y contables uniformes.

Aunque delegados del mundo en desarrollo expresaron su insatisfacción con la gestión de la crisis y el proceso de reforma mundial dominado por Occidente, autoridades europeas se quejaron de los esfuerzos de Estados Unidos por dominar la agenda de la reunión.

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, propuso instalar un fondo especial para desembolsar préstamos preventivos y de emergencia y elogió las propuestas de largo plazo hechas por el Grupo de los 22, que reúne a economías industriales y emergentes convocadas por Washington.

Los países europeos, sin embargo, respondieron fríamente a las ideas de Clinton y alegaron que Estados Unidos debe pagar sus contribuciones al FMI, detenidas en el Congreso de ese país, antes de intentar fijar la agenda.

Camdessus predijo que los fondos de Estados Unidos -3.500 millones de dólares para un mecanismo de fondos de emergencia y 14.500 millones para la expansión del capital del FMI-, llegarían pronto.

Esta sería la clave para cualquier consideración sobre las ideas de Clinton, porque "cuando hablamos de nuevas facilidades también debemos hablar de nuevos fondos", sostuvo.

Si el director gerente del FMI alguna vez pareció estar sitiado por los accionistas, ahora tiene iguales problemas con los operadores de mercados.

Entre los funcionarios del FMI era popular la idea de que es necesario asegurar que los inversores privados asuman las pérdidas de malas decisiones empresariales, ayuden a cubrir los costos de los rescates y aceptar un mayor grado de supervisión gubernamental.

Pero esto está lejos de ser música para los oídos de los inversores. Antes de las reuniones, una importante asociación internacional de compañías financieras privadas rechazó intentos por aumentar la regulación de los mercados.

Durante la última semana, los bancos inversionistas, los que, según Wolfenshoh estaban "muy dispuestos a hacer negocios" en lujosas fiestas durante las reuniones, se quejaron de que el torbellino en los mercados mundiales los golpeó duro.

Varias fuentes de firmas inversoras de Estados Unidos dijeron que sus firmas se enfrentan a despidos masivos, en especial en las dependencias en mercados emergentes.

Con empleos en riesgo, los jugadores del sector privado intensificaron sus quejas de que el FMI manejó mal la crisis y contribuyó al pánico en las bolsas del mundo.

Un especialista en inversión institucional preguntó a Camdessus si presentaría la renuncia. "Puedo asegurarle que ciertamente llegará el momento en que me vaya", respondió Camdessus. Ningún analista serio pronosticó su partida inminente.

El progreso logrado en el manejo de la economía global será revisado cuando los comités políticos de las agencias vuelvan a reunirse en abril. (FIN/IPS/tra-en/aa/mk/lp/if/98

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