FINANZAS: Crisis aviva en EEUU debate sobre la economía mundial

El creciente pesimismo sobre la situación económica global motivó a dirigentes políticos, de elites empresariales y sindicalistas de Estados Unidos a intensificar el debate sobre la forma de hacer frente a las numerosas crisis financieras en el mundo.

El presidente estadounidense Bill Clinton impulsó la discusión cuando el lunes dijo al Consejo de Relaciones Exteriores que los problemas monetarios de Asia y América Latina constituyen "el mayor desafío financiero que enfrenta el mundo en medio siglo".

En los días siguientes, el clamor ante lo que Clinton calificó como la "inescapable obligación de Estados Unidos por liderar" creció rápidamente.

"El sistema capitalista mundial que ha sido responsable de nuestra gran prosperidad se desarticula", advirtió el martes al Congreso el financista George Soros.

"El dolor en la periferia se hizo tan intenso que los países individuales comenzaron a optar por salir del sistema capitalista o simplemente se quedaran en el camino", agregó Soros.

Soros, cuyos fondos de inversión según estimaciones perdieron 2.000 millones de dólares después que Rusia devaluara el rublo el mes pasado, urgió al Congreso a encontrar formas de reducir el flujo de los capitales especulativos en todo el mundo. Irónicamente, estos son los flujos que compusieron su riqueza.

Pero el financista no está solo. Thea Lee, directora asociada de políticas públicas en la Federación Americana del Trabajo- Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), sostuvo que Washington tiene que encontrar formas de "reducir los flujos de capitales especulativos de corto plazo".

Banqueros y sindicatos creen que los inversores se mueven demasiado rápido dentro y fuera de los mercados, interfiriendo en los mercados de valores y monetarios con exabruptos de pánico financiero.

El año pasado, las economías asiáticas, sobre todo las de Tailandia, Malasia, Corea del Sur, Hong Kong y Filipinas, se hundieron en medio de preocupaciones de los inversores. Desde entonces, Rusia y ahora Brasil resultaron golpeados.

Los recientes problemas de Brasil, advirtió Soros, "pusieron en riesgo al resto de América Latina".

Pero las preocupaciones económicas mundiales promovieron dudas sobre el tipo de medidas económicas monetaristas y pactos regionales de libre comercio imperantes en los últimos años, dijo Lee a IPS. "La crisis de muchas formas validó muchas de las preocupaciones que anunciamos".

Por ejemplo, alegó Lee, antes de las recientes crisis económicas en el mundo, "el consenso en Washington había sido que la democracia, la sociedad civil y los sindicatos no son tan importantes mientras se tenga crecimiento".

Ahora, los gobiernos comienzan a aceptar que la democratización y el crecimiento económico deben desarrollarse juntos, destacó Lee, de AFL-CIO, la mayor organización de trabajadores de Estados Unidos.

El problema, según algunos analistas de la globalización económica, es que, aunque los gobernantes en Occidente están dispuestos a discutir alternativas al sistema económico mundial en crisis, aún no tienen un plan concertado para repararlo.

Otros, no obstante, creen que el Grupo de los Siete (países más industrializados) ha dado señales de que reducirán las tasas de interés.

Una de estas señales sería una declaración tras una reunión de ministros de finanzas del G-7 en Londres el lunes, la cual sostiene que se "crearán condiciones para el crecimiento interno sustentable y la estabilidad financiera en las propias economías".

Hasta ahora, no obstante, el G-7 no respondió a la idea de Clinton, expuesta el lunes ante el Consejo, de que deben impulsar políticas que favorezcan el crecimiento en momentos en que la amenaza de un aumento de la inflación es baja.

Aunque asesores de Clinton lo han negado, las palabras del presidente fueron tomadas por Wall Street como una señal para que los páises del G-7 coordinen reducciones de las tasas de interés, pero nada de eso sucedió esta semana.

El miércoles, Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, dijo a la Comité de Banca de la Cámara de Representantes del Congreso que "puedo decir con seguridad de que en el momento no hay un compromiso para coordinar recortes de tasas de interés".

El pesimismo de Greenspan, aseguró Doug Henwood, editor del "Left Business Observer", de Nueva York, "es una señal de que Estados Unidos no tiene un acuerdo sobre qué hacer con la crisis mundial".

Pero el mayor problema, alegó el editor, es que Clinton, hundido en una crisis de juicio político por acusaciones de perjurio y obstrucción de la justicia en su relación con la becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky, carece de autoridad para presentar cualquier problema económico.

Sin embargo, Clinton mantiene la esperanza de que ministros de finanzas y presidentes de Bancos Centrales del G-7 se reúnan el mes próximo para mantener una conversación sobre cómo hacer frente a los cambios en la economía mundial. (FIN/IPS/tra-en/fah/kb/lp/if/98

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