COMERCIO: Trámite complicado para elegir nuevo zar de la OMC

La Organización Mundial del Comercio (OMC) se sumergió esta semana en un díficil proceso de negociación política para la elección por la vía del consenso de su nuevo director general.

El Consejo General de la OMC determinó un procedimiento de selección del sucesor del actual director, el italiano Renato Ruggiero, que debe culminar en diciembre próximo con el anuncio formal de la designación.

La última decisión del Consejo en ese proceso, adoptada este martes, estableció que el plazo para la presentación de candidaturas vence definitivamente el 1 de octubre a las 16.00 horas GMT.

Con ese límite, el círculo de candidatos oficializados se reduce prácticamente al tailandés Supachai Panitchpakdi, el marroquí Hassan Abouyoub, el neocelandés Mike Moore y el canadiense Roy McLaren.

La fijación del plazo adquirió relevancia porque medios diplomáticos habían mencionado la posibilidad de que Brasil presentara también la candidatura de su ministro de Relaciones Exteriores, Luiz Felipe Lampreia.

Pero la decisión de la cancillería brasileña será tardía, pues sólo podrá concretarse después de la aguardada reelección del presidente Fernando Henrique Cardoso el 4 de octubre.

De esta manera, las perspectivas de que un representante del mundo en desarrollo dirija por primera vez el organismo coordinador del regimen multilateral de comercio sólo recaen aparentemente sobre Supachai y Abouyoub.

El viceprimer ministro de Tailandia cuenta con el respaldo de los estados miembros de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental.

En cambio, el ex ministro de Comercio Exterior y de Agricultura de Marruecos no obtuvo hasta ahora el apoyo formal del continente africano.

Los países en desarrollo, que actúan en algunas agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) bajo la coordinación del Grupo de los 77 (G-77), no tienen un bloque representativo en la OMC, donde sólo se identifican por frentes regionales.

En la OMC existe el Grupo Oficioso de Países en Desarrollo, pero únicamente se ocupa de asuntos técnicos y no incursiona en aspectos políticos, aclaró el embajador costarricense Javier Díaz- Carmona, presidente del capítulo de Ginebra del G-77.

La dispersión de los países en desarrollo en la OMC contrasta con la hegemonía del Cuadrilátero, como se denomina a las cuatro mayores potencias comerciales: Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Canadá.

Con relación a las candidaturas para la dirección general de la OMC, los miembros del Cuadrilátero establecieron una discriminación, al convenir que respetarán el veto eventual de cualquiera de los cuatro miembros a un aspirante determinado.

A pesar de la aparente homogeneidad del Cuadrilátero, la diversidad de sus intereses comerciales, convertida a menudo en rivalidad, abre perspectivas de combinaciones electorales inesperadas con la participación de los países en desarrollo.

Las posibilidades de negociación aumentan si se tiene en cuenta que el organigrama de la OMC contempla la existencia de cuatro subdirecciones generales, aunque la mayoría de los estados miembros aceptan que es un número exagerado y convienen en cubrir sólo dos.

De esa manera, una transacción posible sería la adjudicación de la dirección general a un representante del mundo en desarrollo y las dos subdirecciones al Cuadrilátero.

Los europeos hicieron trascender que aceptarían a un director general de los países en desarrollo siempre que se trate de una personalidad con calificación profesional destacada. En cambio, Estados Unidos mantiene en reserva sus preferencias.

Ante esa perspectiva, las posibilidades de acceder a la jefatura de la OMC comprenden a los cuatro candidatos conocidos hasta ahora, incluidos Moore, el ex primer ministro de Nueva Zelanda, y McLaren, el ex ministro de Comercio Internacional de Canadá.

La candidatura de Moore goza también de simpatías entre los miembros del Grupo de Cairns, países que propician la liberalización total del comercio de productos agrícolas.

Pero el requisito del consenso para la designación y el mecanismo del veto convenido entre las potencias comerciales pueden llevar a la eliminación de los cuatro aspirantes y devolver el proceso al punto de partida. Esa sería la oportunidad para un candidato del bloque latinoamericano.

Fuentes diplomáticas dijeron a IPS que México y Venezuela ya lanzaron la candidatura del uruguayo Enrique Iglesias, actual presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Otros representantes de la región confirmaron el interés en esa postulación, pero admitieron que Iglesias no la acepta.

El jefe de la misión uruguaya ante los organismos de Ginebra, Carlos Pérez del Castillo, descartó rotundamente que Iglesias sea candidato "sobre todo después de haber sido elegido recientemente para un tercer período al frente del BID".

Iglesias únicamente abandonaría el BID si lo pidiera en forma unánime el consejo general de la OMC, estimó un diplomático. (FIN/IPS/pc/ff/if ip/98

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