/BOLETIN-INTEGRACION/ ECUADOR-PERU: Soberanía en el Amazonas genera discusión semántica

El reconocimiento por parte de Perú del derecho de Ecuador a navegar por el río Amazonas aproxima a ambas naciones a la anhelada paz en la frontera, pero aún subsisten riesgos de conflicto bélico.

La distinta forma como Quito y Lima entienden el derecho de navegación de Ecuador por este río, que nace en Perú y atraviesa Brasil de oeste a este, podría convertir al acuerdo sobre este punto en una trampa semántica, capaz de generar roces en el futuro.

Perú reitera que concederá derecho de navegación libre, gratuita y perpetua, pero sin afectar la soberanía peruana. Ecuador cree obtener así una especie de "soberanía funcional" o "virtual".

"La comprensión debe ser clara e inequívoca. Lo que afirman los diarios Hoy y El Comercio, de Quito, es irreal, pues el concepto de soberanía no tiene ningún subgénero. La soberanía es absoluta o no lo es", comentó al respecto el diplomático peruano Alfonso Arias, ex negociador con Ecuador.

Luis Gonzales Posada, canciller del gobierno que encabezó Alan García (1985-1990), comentó que "el Tratado de Río de Janeiro, que enmarca las conversaciones de paz con Ecuador, no dice nada de conceder soberanía, sino de permitir el paso libre y gratuito de las naves ecuatorianas por el río Amazonas"

En tanto, Javier Pérez de Cuéllar, líder del principal partido opositor de Perú y ex secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, expresó que "reconocer derecho de navegación no implica admitir enclaves ni recortes a la soberanía peruana sobre los tramos del río Amazonas por su territorio".

Fuentes vinculadas con la cancillería peruana informaron que en la reunión del domingo 13 en Buenos Aires las delegaciones de ambos países lograron consenso en torno al proyecto de Tratado de Navegación, que consta de 39 artículos y que será elevado a los dos gobiernos.

Si no surgen nuevas objeciones y rectificaciones, es probable que los presidentes Jamil Mahuad, de Ecuador, y Alberto Fujimori, de Perú, formalicen un acuerdo definitivo sobre el asunto en su próxima cumbre, que se celebrará el día 27 en Brasilia.

La frontera entre Ecuador y Perú es la más "caliente" en el continente americano. Ambas naciones se enfrentaron en tres guerras en medio siglo, la última en 1995, y cuando no están en las trincheras la relación se caracteriza por la paz armada y recelosa que fatiga a sus economías y frustra su desarrollo.

El litigio es una herencia de la época colonial y de sus imprecisiones demarcatorias y de jurisdicción sobre el selvático territorio amazónico. En las primeras décadas de vida independiente, los territorios de Ecuador y Perú se superponían en los mapas oficiales de cada país.

Pero en el presente siglo, cuando comenzaron a interesar los territorios selváticos, las discrepancias sobre los derechos de soberania territorial estallaron y ambas naciones libraron una guerra en 1941, que concluyó en el Protocolo de Rio de Janeiro, que fijó los limites y debió sellar la paz.

Pero ese tratado, firmado en 1942 con Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos como garantes, no resolvió definitivamente el conflicto, pues algunos años después Ecuador lo desconoció denunciando errores geográficos.

La discrepancia surgió en la cordillera del Cóndor, en un tramo de 70 kilómetros dentro de una frontera de 1.500 kilómetros en el cual Quito se negó a continuar colocando los hitos demarcatorios.

Ecuador tampoco aceptó el fallo del arbitraje del brasileño Días de Aguiar, solicitado por ambos países, que fijó la frontera en la cresta de esa cordillera, correspondiendo un flanco a cada uno de los países.

En ese escenario, Ecuador y Perú han tenido varios incidentes armados y, en 1981 y 1995, libraron guerras focalizadas que amenazaron convertirse en enfrentamientos bélicos mayores.

El último conflicto bélico, de 1995, concluyó gracias a la intervención de los cuatro países garantes, que hicieron sentar a ambos contendientes en la mesa de negociaciones y crearon una misión militar internacional que supervisa el cumplimiento del alto del fuego.

Las negociaciones relativas a la navegación ecuatoriana por el río Amazonas concluyó, al parecer, en un consenso.

También se negocia la colocación de los hitos en la zona de demarcación inconclusa, mecanismos de seguridad para evitar incidentes bélicos y un programa de cooperación e integración financiado con 2.000 millones de dólares, aportados por Estados unidos y otros países industrializados. (FIN/IPS/al/mj/ip/98

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