La Alianza de oposición, favorita a ganar los comicios presidenciales de 1999 en Argentina, está amenazada de fractura por el desacuerdo sobre su candidato, advirtieron varios analistas.
Los principales referentes de la Alianza, integrada por la centrista Unión Cívica Radical y el centroizquierdista Frente País Solidario (Frepaso), aseguraron este lunes que la coalición, surgida hace un año, resistirá el debate interno.
Sin embargo, dirigentes de segunda línea y otros militantes de los dos partidos coligados tienen dudas, y las expectativas de la población sobre la unidad están en baja.
La Alianza, vencedora en las elecciones legislativos de octubre, sufrió algunas crisis debido a desacuerdos sobre diversos puntos. No obstante, la UCR y el Frepaso presentaron en en agosto una propuesta económica común.
Pero el conflicto resurgió al acercarse el momento de la determinación de candidatos a la presidencia y la vicepresidencia para el año próximo.
El Frepaso, que sólo cuenta con 400.000 afiliados, quiere asegurarse algunas candidaturas antes de enfrentarse a la elección interna del aspirante a la presidencia.
La Unión Cívica Radical, con 1,6 millón de afiliados, podría vencer en las elecciones internas de la coalición y negarse luego a repartir otros cargos, conjeturan en el Frepaso.
La crisis se aceleró el día 15, cuando el diputado frentista Carlos Alvarez instó al gobierno de la ciudad de Buenos Aires, encabezado por su aliado radical Fernando de la Rúa, a mostrar voluntad en la lucha contra la corrupción, tras la denuncia de una ex empleada de una red dedicada a actividades ilegales en la administración de la capital argentina.
De la Rúa, aspirante radical a la cabdidatura presidencial por la Alianza, negó tal falta de voluntad y atribuyó las acusaciones de Alvarez a la disputa interna.
"Somos defensores de la unidad de la Alianza, pero la misma no se construye a partir de agravios y de imputaciones que tienen transfondo electoralista", dijo De la Rúa este lunes.
Agregó que pedirá a sus aliados políticos que rectifiquen las acusaciones. Pero el Frepaso, lejos de arrepentirse, insistió en promover la creación de una comisión que investigue presuntos hechos de corrupción en el gobierno de la capital.
La Alianza deberá dirimir sus diferencias el 29 de noviembre, en elecciones internas abiertas de las que surgirá el candidato a la presidencia.
De la Rúa, el postulante radical, deberá enfrentarse con la candidata del Frepaso, la diputada Graciela Fernández Meijide, que viene de protagonizar una serie de triunfos electorales.
Según la firma consultora Hugo Haime, la Alianza es favorita de cara a los comicios de dicienbre de 1999, con 43,3 por ciento de la intención de voto, frente a 34,78 por ciento del gobernante Partido Justicialista.
Los precandidatos justicialistas son el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, y el ex cantante y actual secretario de Desarrollo Social Ramón "Palito" Ortega.
De los cuatro precandidatos, los dos primeros en las encuestas pertenecen a la Alianza. El primero es De la Rúa, que tiene un respaldo de 24,8 por ciento. Lo sigue Fernández Meijide, con 21,2 por ciento, luego Duhalde, 19,6 por ciento, y Ortega, 17,5.
Fernández Meijide llegó al área política desde organizaciones de derechos humanos. Sufrió el secuestro y la desaparición de un hijo durante la última dictadura, y ese episodio, sumado a su condición de mujer, le ha gando el apoyo de votantes independientes decididos a superar el bipartidismo radical- justicialista.
"Hemos luchado tanto, hicimos tantos esfuerzos, hemos oxigenado tanto el ambiente político en las sucesivas elecciones, que creo que no tendría ningún sentido romper la Alianza", afirmó este lunes Fernández Meijide, en un intento por minimizar la crisis.
Lo mismo sostuvo Alvarez, que había lanzado la primera piedra. "Hay que acostumbrarse a las discusiones dentro de la Alianza, pero eso no significa que la coalición deba romperse", aclaró el diputado, que ya tuvo varios choques con el alcalde radical.
Los dirigentes aliancistas admiten que estos hechos restan credibilidad a su coalición, sobre todo a la hora de demostrar capacidad de gobierno.
"Hay que ver que la Alianza no tiene el futuro comprado", advirtió el economista radical José Luis Machinea, mencionado en reiteradas ocasiones como virtual candidato a ministro de Economía.
Pero, como señaló el sociólogo y analista político Juan Carlos Portantiero, "a esta altura nadie piensa en que la ruptura (de la Alianza) sea algo descabellado". Portantiero manifestó dudas respecto de la voluntad de algunos dirigentes de la propia coalición para evitar que se produzca la fractura.
La Alianza nació para vencer al Justicialismo, que amenazaba con lograr un tercer mandato consecutivo para el presidente Carlos Menem.
Pero una vez que Menem renunció a impulsar una reforma constitucional para presentar su candidatura y se declaró prescindente en la contienda, muchos creen que el bloque de centroizquierda se quedó sin un contrincante individualizado ante quien mostrarse en bloque. (FIN/IPS/mv/ff/ip/98
