Las candidatas mujeres a cargos legislativos para las elecciones del 4 de octubre en Brasil son más del doble que en 1994, pero los partidos no lograron cumplir ni la mitad de la cuota de 25 por ciento destinada a aspirantes femeninas.
Habrá 14.417 candidatos en total para 1.615 puestos, desde la Presidencia del país a gobernadores de estados, senadores y diputados federales y provinciales, según datos del Tribunal Superior Electoral (TSE). De ese total, 1.778 son mujeres, ninguna candidata a la Presidencia.
La cantidad de candidatas aumentó 125 por ciento sobre las 791 que participaron en las elecciones de 1994, pero aún representa solo 12,3 por ciento del total, la mitad de la cuota fijada por ley.
Es la segunda vez que se aplica en Brasil la legislación de cuotas femeninas, medida de acción afirmativa ya aplicada en varios países y que procura elevar la participación de las mujeres en el poder político.
La primera ocasión fueron las elecciones municipales de 1996, cuando las mujeres obtuvieron 11 por ciento de los escaños en los cerca de 5.500 concejos del país, con lo que duplicaron su representación.
Las cifras no son exactas, porque la justicia electoral no se preocupaba de registrar el sexo de los candidatos y elegidos, lamentó Sonia Malheiros Miguel, una de las coordinadoras del Centro Femenino de Estudios y Asesoría (CFEMEA), organización no gubernamental de Brasilia.
Esta vez, el TSE informó que solo desconoce el sexo de 14 candidatos, es decir 0,1 por ciento del total. La cuota, aunque incumplida, es importante porque "llama la atención sobre las cuestiones de género" y obliga a los partidos y autoridades a un esfuerzo por cumplirla, argumentó Malheiros.
"No tenemos ilusiones sobre resultados a corto plazo. La ley no hace milagros", admitió. Pero duplicar el total de candidatas revela un paso importante para cambiar "la cultura política" que desalienta la presencia femenina en el poder, señaló.
Las coordinadoras del CFEMEA, organización no gubernamental que apoya en el parlamento los proyectos de interés de las mujeres, no hacen previsiones sobre cuantas parlamentarias se elegirán. Pero esperan un gran aumento de la participación en el Congreso Nacional, hoy limitada a 7,2 por ciento.
Actualmente hay solamente 37 diputadas en una Cámara de 513 miembros y cinco senadoras en un total de 81. El 4 de octubre se renueva la totalidad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
No hay mujeres entre los 12 candidatos a la Presidencia del país. Solo 13 candidatas disputan los 27 puestos de gobernador de estado contra 136 varones y solo una parece tener posibilidades reales de triunfo.
Las perspectivas son mejores en el poder legislativo, con 24 mujeres en la lucha por 27 escaños del Senado y 353 en procura de ser electas diputadas federales.
La competencia por cargos a nivel estadual y federal es "más dificil que en el municipio, donde los problemas y las personas son más cercanos", evalu Malheiros.
La ley de cuotas exige que cada partido presente por lo menos una mujer cada tres candidatos masculinos a diputados federales o estaduales. El incumplimiento fue generalizado, por lo que todos los partidos quedaron sujetos a la impugnación de listas.
Aunque no se adopte tal medida, el hecho servirá para presionar a los partidos a un esfuerzo por "capacitar liderazgos femeninos y promover a las mujeres", según la coordinadora de CFEMEA.
La presencia femenina en el poder político será producto de "un proceso gradual", de aumento en sucesivas elecciones, pronosticó la diputada Marta Suplicy, que encabezó la lucha por la cuota en el Congreso y disputa ahora el gobierno estadual de Sao Paulo.
En países que adoptaron la cuota, como los nórdicos y Argentina, creció con rapidez el número de mujeres en el parlamento, ejemplifican las defensoras de la medida.
Pero gran parte de los dirigentes políticos cuestionan por "artificial" el aumento de la participación femenina a través de la imposición de una ley.
No hay cantidad suficiente de mujeres interesadas en presentarse a las elecciones y por eso fue imposible cumplir la cuota, a pesar del esfuerzo por reclutarlas, justificó Espiridio Amin, del conservador Partido Progresista Brasileño.
Esa posición fue corroborada por Artur Virgilio Neto, secretario general del Partido Socialdemócrata. (FIN/IPS/mo/mj/ip hd/98