AFRICA AUSTRAL: Sudáfrica tiene iniciativa propia para R.D. Congo

El canciller y el ministro de Defensa de Sudáfrica viajaron hoy hacia Kigali, la capital de Ruanda, en cumplimiento de la iniciativa de Pretoria de llevar la paz a la República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire).

La visita comienza una vez finalizada una reunión en Harare de los ministros de Defensa de Angola, Namibia, Tanzania, Zambia y Zimbabwe, quienes hace algunas semanas coordinaron su propia propuesta de paz para la RDC, con el fin de procurar una solución pacífica al conflicto civil de ese país africano.

Los ministros demandaron una solución urgente a la crisis y presentaron recomendaciones secretas al presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe.

Sudáfrica se destacó por su ausencia de una cumbre organizada por Mugabe el día 8, en la ciudad balnearia de Victoria Falls. En esa reunión, Namibia, Tanzania, Zambia y Zimbabwe se comprometieron a investigar la causa de los combates y a proponer soluciones.

Un día antes de la cumbre, el ministro de Defensa y el canciller de Sudáfrica, Joe Modise y Alfred Nzo respectivamente, viajaron a Lubumbashi para negociar la paz con el presidente de la RDC, Laurent Kabila, en oposición directa a la reunión de Victoria Falls.

La cancillería sudafricana se vio en dificultades para explicar la actuación individual del país respecto de la RDC, en especial porque Sudáfrica ocupa actualmente la presidencia de la Comunidad de Desarrollo de Africa Austral (SADC), que agrupa a 14 países, incluido el antiguo Zaire.

"Sudáfrica no desempeña un papel conflictivo; de hecho, apoya la iniciativa de Victoria Falls y espera que el equipo de cuatro países produzca algún resultado positivo", declaró Frank Steyn, del Departamento de Asuntos Exteriores.

Las iniciativas de Pretoria aún se circunscriben al "contexto regional… Fuimos consultados antes y discutimos la iniciativa de SADC, y ayudaremos siempre que nos lo pidan", agregó Steyn.

Sudáfrica observa los acontecimientos de la RDC con algo más que simple interés, ya que tiene intereses comerciales en ese país rico en diamantes y contribuyó de manera decisiva a la llegada de Kabila al poder, en mayo de 1997.

"Los límites de nuestra intervención serían la protección de nuestros ciudadanos y nuestros intereses comerciales", dijo Alfred Stadler, de la Universidad de Witwatersrand.

La fuerza aérea sudafricana tomó parte el fin de semana de un vuelo humanitario para sacar a más de 100 personas, incluidos 10 sudafricanos, de la RDC, donde rebeldes de la etnia banyamulenge procuran derrocar a Kabila con la supuesta ayuda de Ruanda y Tanzania.

"Sudáfrica no puede ponerse del lado de Kabila, porque él no representa ningún ideal que deseemos apoyar, pero tampoco es tan malo como para intervenir para expulsarlo", opinó Stadler.

Con el fin de despojarse de su imagen de desestabilizadora de la región, Pretoria se involucró cada vez más en iniciativas de paz en su subregión desde las primeras elecciones democráticas del país, en 1994.

Sin embargo, el gobierno se cuida de no parecer una especie de policía regional.

Una disputa entre el presidente Nelson Mandela y Mugabe por la presidencia del órgano de defensa y seguridad del SADC fue interpretada en círculos políticos como uno de los motivos de la falta de coordinación sobre el conflicto en la RDC.

Ambos países, los más poderosos de Africa austral, luchan por tener la mayor influencia.

Analistas políticos creen que Sudáfrica puede desempeñar un papel fundamental en la crisis de la RDC.

"Sudáfrica está en una posición particularmente fuerte para tomar esta iniciativa, ya que no formó parte de la coalición regional que respaldó la primera rebelión armada", señaló Mahmood Mamdani, del Centro de Estudios de Africa Austral, en el periódico Mail and Guardian, de Pretoria. (FIN/IPS/tra- en/gm/pm/ml/ip/98

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