CUMBRE MERCOSUR: Mandela pidió equidad en la globalización

El presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, reclamó hoy condiciones de equidad dentro de la globalización, advirtiendo el riesgo de que este proceso continúe beneficiando a los países grandes en perjuicio de los más pequeños.

El mandatario sudafricano de 80 años fue invitado de honor a la XIV Cumbre de Presidentes del Mercado Común del Sur, que se celebró este viernes en Ushuaia, ciudad ubicada en los confines australes de América, 3.040 kilómetros al sur de Buenos Aires.

Mandela destacó en conferencia de prensa las perspectivas de cooperación con el Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y con los dos países asociados al bloque, Bolivia y Chile, cuyos presidentes participaron también en esta cumbre.

Calificó de "muy estimulante" el desarrollo de las relaciones entre el Mercosur y la Comunidad de Desarrollo de Africa Austral, conformada por Sudáfrica, Angola, Mozambique y Zimbabwe.

Tras esta cumbre se abrirá un proceso de negociaciones para un acuerdo comercial entre los dos bloques.

Mandela destacó los vínculos económicos con Chile, donde empresas sudafricanas tienen grandes inversiones en el sector minero, y señaló también el interés en desarrollar más las relaciones económicas con Bolivia, en el contexto del Mercosur.

El mandatario sudafricano consignó la preocupación de su gobierno por el desequilibrio en el intercambio comercial de Sudáfrica con Brasil, que favorece al país sudamericano. "Estamos viendo cómo solucionamos esto", dijo.

El líder de la lucha contra la segregación racial en Sudáfrica destacó el proceso de reconciliación que impulsó en su país, de acuerdo con los principios de las Naciones Unidas, pero se abstuvo de opinar sobre las violaciones de derechos humanos en Argentina durante la dictadura militar (1976-1983).

Del mismo modo, declinó pronunciarse acerca de la próxima competencia presidencial en Brasil entre el actual mandatario Fernando Henrique Cardoso y el ex sindicalista Luiz Inacio Lula da Silva.

Siempre en un tono diplomático, Mandela dijo que no le correspondía dar consejos al presidente de Chile, Eduardo Frei, acerca de cómo combatir la pobreza y la inequidad social, advirtiendo que ese es un problema difundido en el mundo y que afecta también a países industrializados.

En una perspectiva general, insistió en que la democracia y el derecho a voto se transforman en "cáscaras vacías" cuando "la gente tiene hambre y no se le da comida".

Señaló que en marzo de este año visitó un país sin voto, ni libertades democráticas, con disponibilidad de alimentos y en el que la población tiene beneficios, servicios sanitarios, no paga impuestos y no tiene deudas.

"Esto muestra la cáscara vacía que puede ser la democracia", insistió.

Mandela se abstuvo de indicar el nombre de ese país, diciendo que le correspondía a los periodistas investigarlo, pero resultó evidente a los periodistas presentes que se refirió a Nigeria.

"La globalización es un fenómeno que no podemos negar. No tenemos más que aceptarlo", señaló el presidente sudafricano ante otra pregunta.

La globalización, agregó, tiene ventajas como hacer más dinámica la economía, promiviendo el comercio y las inversiones, pero también involucra, advirtió, "el riesgo muy grande de seguir beneficiando a los poderosos en perjuicio de los más débiles".

"No se le puede exigir a un país pequeño competir con los más poderosos, como Estados Unidos", subrayó, tras abogar por condiciones más equitativas en el comercio mundial y un mejor trato para las materias primas de las economías en desarrollo. (FIN/IPS/ggr/mj/ip if/98

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