Grupos indígenas de Honduras entablaron un juicio histórico contra Cristóbal Colón, similar a procesos simbólicos similares abiertos en Bolivia, Guatemala y algunos estados de Estados Unidos.
Los indígenas conmemoraron el lunes pasado el aniversario del líder de la resistencia indígena, el cacique hondureño Lempira, asesinado a traición por los españoles cuando se aprestaba a negociar la paz y el retiro de los conquistadores.
El juicio presentada el lunes contra Colón concluirá el 12 de octubre, Día de la Raza y fecha en que se conmemoran 506 años de la llegada de los españoles a América.
El almirante genovés será acusado por los indígenas de los delitos de genocidio, tráfico de esclavos, violación de mujeres, etnocidio y despojo de riquezas, entre otros.
Gregoria Flores, del Comité Coordinador de Organizaciones Indígenas de Intibucá (COPIN), dijo que con el juicio se procura "mostrar el otro lado de la llamada conquista de América".
"Los pueblos indígenas queremos que despúes de 500 años se conozca la verdad de lo que hicieron con nuestros hermanos, que fueron maltratados y utilizados como animales", agregó Flores.
En este acto simbólico "queremos dejar constancia de la realidad y mostrar que la resistencia indígena no murió con la colonia", pues, "por al contrario, nos hemos fortalecido para demandar justicia en el reclamo de nuestros derechos", dijo la activista.
El COPIN, una de las organizaciones indígenas mas combativas del país, aglutina básicamente a los lencas, una de las naciones aborígenes principales entre las siete existentes en Honduras.
Su radio de acción abarca los departamentos de Intibucá y Lempira, en el occidente, cuyos habitantes viven en condiciones paupérrimas.
Con un desfile de máscaras, cantos y ritos religiosos, los representantes de las siete etnias de Honduras iniciaron en las calles de Intibucá el festejo del aniversario de Lempira.
Al mismo tiempo, instalaron en la plaza pública de La Esperanza, capital de Intibucá, un jurado simbólico que dará trámite al juicio contra Colón.
"A 500 años de la conquista de América, Lempira Vive", " La resistencia indígena sigue vigente, el pueblo lenca está presente", rezan algunos de los letreros que portaron los indígenas este lunes en La Esperanza.
Los aborígenes de Intibucá comenzaron hace más de cuatro años su movimiento de lucha pacífica por la reinvindicación de sus derechos.
En Bolivia, Guatemala y Texas, Estados Unidos, "nuestros hermanos indígenas están realizando actos similares para enjuiciar a Colón, un personaje que para nosotros es un genocida y no un abanderado de la cultura como lo quieren hacer ver", dijo Salvador Zúniga, otro dirigente del COPIN.
Zúniga participó, junto con otros 150 lencas, en la destrucción de una estatua de Cristóbal Colón en Tegucigalpa el 12 de octubre de 1997, acto que generó distintas muestras de rechazo y provocó una caída en la actividad del movimiento indigenista hondureño.
En un intento por "reinvindicar" la credibilidad del movimiento indígena, la dirigencia del COPIN optó ahora por un "juicio histórico" contra el conquistador de América, al tiempo que propuso instalar un monumento a Lempira en el centro de la capital hondureña, algo que fue aceptado por el gobierno.
Las etnias indígenas, que constituyen 10 por ciento de los 5,8 millones de habitantes de Honduras, libran hace cuatro años demandas por mejoras sociales y económicas que han sido parcialmente atendidas por el gobierno.
La pobreza y abandono que sufren, en especial los lencas y tawankas, despierta simpatía popular hacia los indígenas.
El gobierno creó hace tres años la Fiscalía de la Etnias, a cargo de atender sus reclamos y capacitar a sus dirigentes en materia de negociación y resolución de conflictos, derechos humanos y preservación de la identidad.
El juicio histórico contra Cristóbal Colón ha despertado la curiosidad en los círculos académicos y culturales del país, en los que se califica la iniciativa de intento de ganar espacios, incidencia y legitimidad y de rescatar las raíces indígenas del país. (FIN/IPS/tm/mj/pr cr/97
