DROGAS: Costa Rica a favor de sistema multilateral de control

Costa Rica apoyará la creación de un sistema multilateral de evaluación de la lucha contra el narcotráfico y pedirá más cooperación a los países consumidores, en la sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, dedicada al problema de la droga, que comienza este lunes en Nueva York.

"Hasta ahora el narcotráfico se ha enfrentado a escala internacional con énfasis en lo policial. Esperamos que de esta reunión salga una nueva visión mucho más integral", dijo Rogelio Ramos, viceministro de la Presidencia y coordinador de la lucha contra la droga.

A la sesión especial de la Asamblea General asistirá una delegación costarricense encabezada por el presidente Miguel Angel Rodríguez, quien pronunciará su discurso el lunes por la mañana. También concurrirán otros 13 jefes de Estado y de gobierno de América Latina.

El objetivo de la reunión es evaluar la estrategia que se ha seguido hasta ahora para enfrentar el problema del narcotráfico y del lavado de dinero, que, según estimaciones internacionales, asciende a 500.000 millones de dólares anuales.

Ramos señaló que Rodríguez pondrá énfasis en su discurso y las distitnas reuniones en las que participará en que el problema del narcotráfico es de carácter multinacional y requiere de cooperación externa.

Según cálculos policiales, de las 700 toneladas de cocaína que se producen en América del Sur, aproximadamente 300 pasan por América Central.

El experto explicó que en esa visión más integral del problema, que se espera resulte de este encuentro, Costa Rica apoya la desaparición del sistema unilateral de certificación, que aplica Estados Unidos para dar paso a un sistema multilateral basado en la cooperación.

"Por eso, entendemos que la responsabilidad es de todos, los que la producen, los que, como los países centroamericanos, somos bodega y los que la consumen", dijo.

Ramos indicó que esto significaría sustituir un sistema punitivo por uno de cooperación, basada en patrullajes conjuntos, y en mejorar los canales de información entre los países.

En ese sentido, Costa Rica procura firmar tratados bilaterales de cooperación en la lucha contra el narcotráfico.

También, afirmó, se espera que en la reunión de Nueva York se defina a la educación e información como las mejores formas de prevenir el problema de la drogadicción y el tratamiento de las personas adictas.

Otro punto de discusión será el de las drogas sintéticas, que se producen en los países industrializados y de allí se distribuyen a todo el mundo en desarrollo.

Difícilmente puede controlarse su producción, pues lo único que se requiere son conocimientos de química para mezclar productos y no se requiere de laboratorios especializados como en el caso de la cocaína o la heroína.

El problema del narcotráfico en América Latina pone sobre el tapete un problema de fondo de carácter político, que es el concepto de soberanía de los estados.

Expertos y militares de la región coinciden en que debe buscarse un concepto mucho más moderno, porque el tradicional no contribuye a librar la guerra contra el tráfico ilícito de drogas.

Por ejemplo, para los países centroamericanos, convertidos en puente y bodega del narcotráfico, es importante controlar la actividad para evitar una mayor influencia en las esferas del poder.

Sin embargo, el istmo no cuenta con recursos suficientes. Estados Unidos ofreció en 1997 realizar patrullajes conjuntos, pero el ingreso de lanchas estadounidenses a aguas centroamericanas constituiría una violación a la soberanía de estos países.

"Nosotros estamos de acuerdo en la propuesta estadounidense siempre y cuando encontremos la fórmula legal", dijo Ramos, quien indicó que ésta podría consistir en que un oficial nacional esté a bordo cuando ingresan naves de Estados Unidos a aguas territoriales costarricenses.

Costa Rica, con 52.000 kilómetros cuadrados, tiene 11 veces ese territorio en espacio económico marítimo, por lo cual no puede tener control total sobre sus aguas.

Se calcula que al año pasan por Costa Rica 50 toneladas de cocaína. En 1997 fueron decomisadas un total de siete toneladas, una cifra sin precedentes. (FIN/IPS/mso/mj/ip/98

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