Altos funcionarios de la ONU reflejaron hoy la inquietud dominante en la institución ante la crisis de Sierra Leona al solicitar la intervención de las delegaciones gubernamentales que debaten en Roma la creación de una Corte Penal Internacional.
El conflicto actual en el país africano constituye una advertencia brutal sobre la necesidad urgente de una corte eficaz, sostuvieron los funcionarios en un mensaje a la conferencia de Roma.
Un tribunal de esas características debe "impartir justicia ante las violaciones horrorosas de los derechos humanos en ese país y en cualquier otra parte", dijo la comunicación firmada por Carol Bellamy, directora del Fondo para la Infancia (UNICEF), y Sadako Ogata, Alta Comisionada para los Refugiados.
También suscribieron el mensaje Olara Otunnu, representante especial del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Niños en Conflictos Armados, Mary Robinson, Alta Comisionada para Derechos Humanos, y Sergio Vieira de Mello, subsecretario general para Asuntos Humanitarios.
Los firmantes se dirigieron a los delegados gubernamentales, que el lunes comenzaron a discutir en la capital italiana la creación de un tribunal penal internacional, para demandarles que estudian detenidamente la situación en Sierra Leona.
El mensaje solicitó que la conferencia asegure que el estatuto que adoptará se traduzca en una corte competente para combatir la impunidad, impartir justicia y contribuir a una paz duradera en ese país.
Las fuerzas rebeldes que actúan en las regiones oriental y septentrional de Sierra Leona y recientemente también el área occidental se han lanzado desde abril a una campaña de terror, dijo el informe.
La violencia de los rebeldes comprende en forma sistemática la comisión de lesiones, mutilaciones y amputaciones de miembros de no combatientes, incluidos niños y ancianos.
En un informe elevado la semana pasada al Consejo de Seguridad de la ONU, el secretario general, Kofi Annan, había declarado su conmoción por las atrocidades consumadas por los rebeldes de Sierra Leona y por la situación de inestabilidad en el país.
Vieira de Mello, que llegó este lunes a Ginebra procedente de una visita al país africano encomendada por Kofi Annan, dijo que encontró "crueldad contra los civiles sin discriminación, inclusive contra los niños".
"En casi 29 años que llevo dedicados a tareas humanitarias, nunca había visto nada igual. Manos cortadas, orejas y narices mutiladas. No hay palabras para condenar esta bestialidad", dijo el funcionario.
El mensaje enviado por los funcionarios de la ONU a la conferencia de Roma sostuvo que "los perpetradores de estas atrocidades son sordos a los llamados de la comunidad internacional".
A pesar de la voluntad del gobierno de Sierra Leona, dijeron, hay pocas probabilidades de que el sistema judicial en este país quebrantado por la guerra sea capaz de llevar a esos delincuentes ante la justicia.
En esas condiciones, aumentan las perspectivas de que una nueva ronda de violencia ciega quede impune, previnieron los firmantes.
El establecimiento de una Corte Penal Internacional dotada de competencia y de recursos para actuar ante la incapacidad o el desinterés de los sistemas nacionales, constituirá una fuerza disuasoria verosímil, observaron.
La legitimidad quedó restaurada en Sierra Leona con la intervención, en febrero y marzo pasados, de las fuerzas de paz (ECOMOG) de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (ECOWAS), que reinstalaron al presidente Ahmad Tejan Kabbah.
Los rebeldes, integrados en gran parte por desertores del ejército regular de Sierra Leona, habían desplazado del poder hace un año a Kabbah, gobernante elegido en forma democrática.
Vieira de Mello sostuvo que las fuerzas africanas de Ecomog, que controlan gran parte del país, demostraron en su acción disciplina y acatamiento del derecho humanitario internacional.
"Merecen reconocimiento porque ese no es siempre el caso de las fuerzas multinacionales", observó el funcionario de nacionalidad brasileña.
El comportamiento de Ecomog en Sierra Leona sienta un buen precedente para el empleo de fuerzas de paz africanas en el propio continente, un punto importante de debate en los últimos años, dijo Vieira de Mello.
El especialista de la ONU en asuntos humanitarios precisó que el asunto se relaciona con la capacidad de las organizaciones regionales, en especial en Africa, de lanzar sus propias operaciones de paz sin esperar a tropas ajenas al continente.
La mejor prueba de la conducta de las fuerzas de Ecomog, dijo, surge de la actitud de las personas desplazadas internas, que se concentran alrededor de las posiciones controladas por las fuerzas de paz, donde obtienen protección.
Alrededor de 500.000 ciudadanos de Sierra Leona se han refugiado en la vecina República de Guinea para eludir la agresión de los rebeldes del Consejo Revolucionario de las Fuerzas Armadas/Frente Unido Revolucionario (AFRC/RUF).
Los rebeldes del AFRC/RUF controlan la rica región diamantífera oriental, pero también se extienden a otras partes del país, inclusive la zona central, donde ejecutaron hace pocas semanas ataques a apenas unos 90 kilómetros de Freetown, la capital.
Vieira de Mello estimó que las tareas de reconstrucción de Sierra Leona deben comenzar por la infraestructura, en especial de salud y educación, aunque también la de comunicaciones.
La situación alimentaria es grave y tiende a empeorar debido a la inseguridad para realizar las tareas agrícolas en un país donde 80 por ciento de la población se asienta en regiones rurales.
En todo el país no hay disponibilidad de semilla para el cultivo de arroz, el alimento básico. Por otra parte, la temporada de cultivo del cereal, entre abril y mayo, ya se perdió con el arribo de la estación de las lluvias.
Vieira de Mello estimó que se debe crear consciencia de lo que ocurre en Sierra Leona en la comunidad de la ONU y también entre los países donantes y las organizaciones no gubernamentales. (FIN/IPS/pc/mj/hd ip/98
