El conservador Andrés Pastrana es el único candidato presidencial en Colombia que en las elecciones de este domingo pasaría sin problemas a la segunda vuelta, prevista para el 21 de junio.
En la última encuesta, divulgada este viernes por diario El Espectador, Pastrana aparece a la cabeza con 38 por ciento en la intención de voto, frente a 29 por ciento de Horacio Serpa, del gobernante Partido Liberal, y 21 por ciento de la independiente Nohemí Sanín.
Sin embargo, algunos analistas recordaron que en 1994 fue derrotado por cerca de 100.000 votos por el actual presidente, Ernesto Samper, pese a estar arriba en los sondeos.
En esta oportunidad, Pastrana cuenta con la preferencia del Consejo Gremial Nacional, que agrupa a los 15 principales sectores de la producción, y el respaldo de personalidades como el premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.
También lo apoyan sectores del partido de gobierno opuestos a Samper. Como compañero de fórmula escogió al liberal Gustavo Bell, ex gobernador del norteño departamento del Atlántico, quien se espera le aporte un considerable caudal de votos en una región tradicionalmente liberal.
Aunque no se proclama como candidato del Partido Conservador, Pastrana cuenta con el decidido respaldo de esa fuerza política, la segunda de Colombia. Hijo del ex presidente conservador Misael Pastrana (1970-74), es considerado el heredero de una de las familias más tradicionales de la políica colombiana.
Fue el primer alcalde electo por votación popular en Bogotá en 1988, concejal por Bogotá en 1980 y 1987, y creó el movimiento Nueva Fuerza Democrática, con el que obtuvo la mayor votación para el Senado en las elecciones posteriores a la Asamblea Constituyente de 1991 y como candidato a la Presidencia en 1994.
Entre los 10 puntos que incluye su plataforma política figuran la reducción del régimen fiscal, rebaja de impuestos, reforma del sistema tributario, generación de empleo, crecimiento económico sostenido, reactivación de la producción, confianza para la inversión y reforma de la educación.
Su promesa de reducción de impuestos ha sido cailificada de demagógica por el candidato liberal Horacio Serpa, y contradictoria con otra, de reducción del déficit fiscal.
Pastrana también se declara partidario de la privatización de empresas públicas, anuncia que la inflación no superará el 10 por ciento, estimulará la inversión reformando el sistema tributario, y propone préstamos a través del estatal Fondo Nacional de Garantías para estimular la creación de nuevas empresas.
En cuanto al empleo, prometió la creación de 250.000 nuevos puestos de trabajo, para lo que modificará el impuesto sobre la renta, contemplando reducciones a los que generen empleos y estímulos de diverso tipo a sectores productivos que demanden gran cantidad de mano de obra.
En el tema agrícola destaca la preocupación por el café, principal producto de exportación del país. Anunció políticas estables y garantizó el mantenimiento del ingreso real de los caficultores.
Propuso una reforma de la educación, con una cobertura total y gratuita hasta el noveno grado y desayuno y almuerzo gratis para los alumnos sin recursos. La educación universitaria será fortalecida y se concederán créditos para cursos de posgrado en el exterior.
Aunque se presenta como un candidato "independiente y de concialiación nacional", Pastrana es percibido por muchos analistas como un conservador, proclive al neoliberalismo.
Durante la campaña electoral mantuvo reiteradas polémicas con Serpa, sin embargo, ha rechazado un debate televisivo con el candidato liberal.
En cuanto al tema de la paz, uno de los aspectos que más preocupa a la población del país tras medio siglo de conflicto armado interno, planteó negociaciones directas con los jefes guerrilleros y paramilitares, con cooperación internacional.
Sobre el narcotráfico, anunció que aumentará la penas y se manifestó de cuerdo con la extradición retroactiva de ciudadanos colombianos, como reclamada el gobierno de Estados Unidos. (FIN/IPS/yf/np
