SALUD: Entretelones del regreso de la tuberculosis

La advertencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el resurgimiento de la tuberculosis sorprendió a los expertos, reveló deficiencias en la recolección de datos y generó sospechas sobre los beneficios de las reformas impulsadas por el libre mercado.

La OMS anunció este mes que no será posible cumplir la meta de erradicar la enfermedad para el año 2000 y presentó una lista de 16 países en desarrollo que no tuvieron éxito en sus campañas contra la tuberculosis.

El anuncio sorprendió a expertos de salud pues hace 10 meses, cuando se celebraba el Día Mundial contra la Tuberculosis el 24 de mayo de 1997, la OMS había afirmado que la enfermedad estaba "virtualmente erradicada", una noticia que apareció en diarios desde India hasta Indianápolis.

Los comentaristas elogiaron la estrategia de esta organización que tiene su sede en Suiza, consistente en la administración de medicamentos durante seis meses mientras los pacientes son observados para que no abandonen el tratamiento, conocido por sus siglas en inglés como DOTS (tratamiento de observación directa).

Pero un año después, parece que el DOTS no fuera tan efectivo, y el optimismo fue reemplazado por el pesimismo. La meta de erradicación consistía en que cada país pudiera identificar 70 por ciento de la población afectada por la enfermedad, y curar el 85 por ciento de esos casos.

La estrategia falló pues 16 países aplicaron el DOTS con "mucha lentitud", según se afirmó. La lista fue publicada y está integrada por Afganistán, Brasil, Birmania, Etiopía, Filipinas, India, Indonesia, Irán, México, Nigeria, Paquistán, Rusia, Sudáfrica, Sudán, Tailandia y Uganda.

"En 1997 los cálculos sugerían que era posible derrotar la tuberculosis con el método utilizado. Pero nuevos datos indican que no era verdad, que con el método vigente se producirán entre siete y ocho millones de casos anuales, hasta llegar a los 10 millones en el 2015", dijo el autor del nuevo informe de la OMS sobre la enfermedad, Chris Dye.

"Este año hemos sido más eficientes que nunca en la recopilación de información, y como resultado de este proceso descubrimos que la situación de la tuberculosis era peor de lo que pensábamos el año pasado", explicó Dye.

La solución para enfrentar este problema es hacer más de lo que se está haciendo ahora, comentó.

El anunció de la OMS generó muchas críticas, en especial contra la decisión de publicar la lista de países atrasados, que son naciones en desarrollo sin recursos ni infraestructura para aplicar cabalmente la estrategia del DOTS.

El director del Centro de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de Londres, Alimuddin Zumla, consideró que la actitud de la OMS fue como "un paso atrás", y le pidió iniciar "un diálogo que incluya la entrega de recursos suficientes para aplicar el DOTS".

"Cuando hacemos nuestro trabajo nos exponemos, y por eso es fácil criticar", replicó Dye. "Se trata de especialistas de laboratorio que no tienen idea de lo que significa organizar una campaña internacional", dijo a IPS.

"No estamos colocando a esos países en la mira. Sólo se trata de que tras haberlos identificado, pretendemos seleccionar algunos para trabajar con los gobiernos, con la finalidad de establecer un plan de control. Es un ejercicio constructivo", añadió.

Las dificultades que se presentan en estos países van de trabas para abastecerlos de medicamentos a la "falta de voluntad para organizar un programa nacional o un proyecto de capacitación que permita movilizar recursos existentes", aseguró Dye.

Pero algunos analistas aseguran que la OMS fue débil en su respuesta a lo que consideran como un factor clave para la reaparición de enfermedades contagiosas: las reformas al sector de la salud impulsadas por programas económicos de libre mercado.

Este tipo de reformas fueron promovidas desde comienzos de los años 80 por el Banco Mundial, sin que hubiera mucha resistencia por parte de la OMS, afirman los críticos de esta organización.

En su Informe sobre Desarrollo Mundial de 1993, el Banco Mundial fue explícito al advertir que "cualquier beneficio que pudiera obtenerse de una mayor participación del sector público en la salud deberá ser comparado con el riesgo de empeorar la situación a causa de una mayor participación del gobierno".

Esta posición fue desafiada por un grupo de académicos expertos en economía y desarrollo como Sudhir Anand y Lincoln Chen, que en 1996 elaboraron un documento de discusión para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Allí dijeron que afirmaciones como las del Banco Mundial tienden a señalar que "la estabilización económica y el ajuste estructural para lograr el crecimiento económico tienen la máxima prioridad, mientras que consecuencias sociales negativas o dañinas son asuntos de menor importancia…".

El informe presentado al PNUD advertía que sectores como la salud "no pueden sacrificarse por el cumplimiento de metas macroeconómicas".

Un experto en enfermedades tropicales contagiosas que trabajó para la OMS en Ginebra, Robert Walgate, consideró que esa organización debió cuestionar la idea de las reformas impulsadas por el libre mercado.

"El Banco Mundial impone su análisis, y la OMS debe seguirle los pasos, ése es el aspecto político", comentó Walgate a IPS, al destacar que el organismo financiero "amplió su propio programa de salud en un momento en que la OMS estaba debilitada políticamente, pues su dirigencia era débil".

Entretanto, los efectos de las reformas económicas arrojan resultados que hablan por sí solos.

Una de las consecuencias es la migración a las ciudades, donde aumentan los pobres y se producen situaciones como la de Manila, donde habitantes de barriadas marginales tienen tasas de tuberculosis nueve veces superiores a las de otros filipinos.

La coalición Jubilee 2000 publicó un informe según el cual la inversión en salud de Zimbabwe cayó 30 por ciento después de 1990, que fue cuando se inició el programa de ajuste económico. Ahora han regresado enfermedades como la tuberculosis y la fiebre amarilla.

Una Iniciativa para la Reforma de Sistemas de Salud analizó artículos especializados en medicina para detectar avances en procesos de reforma y publicó un informe en el cual afirmaba que había intensa actividad en países como China, Vietnam, Sudáfrica, Israel, Brasil, Chile y México.

Otros 41 países en desarrollo comenzaron a dar sus primeros pasos en esta senda, según el informe.

La coincidencia es reveladora: de los siete países mencionados entre los que habían avanzado más en las reformas, cuatro integran la lista de las 16 naciones que según la OMS no lograron erradicar la tuberculosis.

¿Y qué se puede hacer ahora? Para comenzar, se necesitan recursos.

Según la OMS el presupuesto para luchar contra la tuberculosis, que subió de 16 a 40 millones de dólares entre 1990 y 1996, es muy escaso y no alcanza para financiar un cambio en el estado de las cosas, en especial tras la aparición de variedades de la enfermedad que son resistentes a los antibióticos.

"Si los recursos siguen siendo escasos, pasarán muchos años antes de que pueda curarse la mitad de los casos existentes de tuberculosis, y para entonces ya existirán muchas variedades resistentes a los medicamentos", advirtió la OMS.

Así mismo, el organismo destacó que en ese momento será necesario invertir miles de millones para combatir la enfermedad. (FIN/IPS/tra-en/dds/rj/lc-ml/he-dv/98

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe