El vicepresidente del Consejo de Estado cubano, Raúl Castro, realizará el jueves una visita "turística" al Vaticano, pero no ha pedido reunirse con el Papa o Juan Pablo II o sus colaboradores, afirmó hoy el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro.
El "número dos" del gobierno cubano y hermano del presidente Fidel Castro expresó el deseo de visitar los museos, la Capilla Sixtina y la Basílica de San Pedro.
La embajada cubana en Italia confirmó que Raúl Castro no había solicitado entrevistarse con representantes del Vaticano y que se encuentra en visita privada de dos o tres días en Roma, donde hizo una escala a su regreso de Beijing hacia La Habana.
Sin embargo, fuentes diplomáticas de la capital italiana estimaron que, por razones de cortesía, Raúl Castro será acompañado por algún prelado en su visita turística al Vaticano.
Seguramente el tema de conversación será la histórica visita que realizará Juan Pablo II a Cuba a fines de enero.
El obispo auxiliar de La Habana, Alfredo Petit, quien participa en el Sínodo de América que se efectúa en el Vaticano, declaró a una agencia de prensa italiana que hizo reservar un puesto para Fidel Castro en las diferentes misas que celebrará el Papa en Cuba.
Dijo que una petición en ese sentido fue formulada por las autoridades cubanas a la Iglesia Católica.
La "situación para la Iglesia Católica en Cuba sigue siendo difícil", señaló Petit. "No debemos olvidar que se trata de un régimen ideológicamente totalitario", agregó.
El quinto congreso del Partido Comunista de Cuba, en octubre pasado, no dio signos de liberalización del sistema político, como algunos esperaban, subrayó.
Manifestó que el gobierno cubano había prometido su colaboración en la visita del Papa, pero que hasta ahora "las señales en ese sentido no habían sido muy numerosas".
La Iglesia cubana, agregó, no sabe aún si podrá disponer de un número suficiente de autobuses para permitir a los fieles asistir a las ceremonias papales.
"Si las autoridades no lograran tener los buses suficientes, nosotros organizaremos largas marchas a pie", señaló Petit.
El obispo auxiliard e La Habana considera sin embargo como una señal positiva el hecho que el gobierno cubano haya concedido visas a religiosos extranjeros.
No obstante, descartó que tras la visita del Papa se pueda esperar un cambio en la política del régimen cubano.
Se estima que la visita de Raúl Castro podría servir para superar estas y otras dificultades surgidas en los preparativos del viaje. (FIN/IPS/jp/dg/cr-ip/97)
