El gobierno de Sudán consideró hoy injustas las nuevas sanciones impuestas por Washington pero advirtió que sólo afectarán a Estados Unidos.
Las nuevas sanciones incluyen el congelamiento de los fondos de Jartum en Estados Unidos y la prohibición del comercio entre los dos países. Previamente, Washington había prohibido toda inversión estadounidense en el país africano.
Mustafá Osman Ismail, un alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo que las sanciones anunciadas el martes no tendrían efecto sobre Sudán y que su país "puede arreglárselas sin los productos estadounidenses y hará frente al desafío con la ayuda del todopoderoso Alá".
Otro funcionario de gobierno dijo que Sudán no recibe ayuda de Estados Unidos desde hace años, por lo tanto la decisión de cortar los vínculos comerciales no le afecta demasiado.
El presidente estadounidense Bill "Clinton está ordeñando una vaca muerta", dijo la fuente, y agregó que su país no será afectada por el embargo porque "tiene amigos en Asia, el mundo árabe y Europa".
Al anunciar las sanciones, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright, explicó que la medida se debe "al continuo patrocinio del terrorismo internacional (del gobierno de Sudán), a sus esfuerzos por desestabilizar países vecinos y a su pésimo tratamiento a los derechos humanos".
Sin embargo, existen dudas sobre los efectos prácticos del embargo, ya que las exportaciones estadounidenses a Sudán totalizaron sólo 50 millones de dólares en 1996, y las de Sudán a Estados Unidos, 20 millones.
Mustafá advirtió que, a largo plazo, Estados Unidos será el perdedor, ya que los países aislados por Washington formarán un bloque y se transformarán en una potencia mundial.
El funcionario acusó a la administración estadounidense de imponer embargos a todos los países que adoptan decisiones independientes y se oponen a la política de Washington. "Estas sanciones no son las primeras en su tipo", dijo.
Iraq y Libia padecen sanciones del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a instancias de Estados Unidos, mientras Cuba y Sudán sufren embargos unilaterales de Washington.
"Sudán es atacado por Washington porque eligió una política exterior independiente", acusó Mustafá, quien negó que Jartum apoye el terrorismo internacional o viole los derechos humanos y desafió a Estados Unidos a presentar pruebas.
Agregó que Sudán está dispuesto a dialogar con el gobierno estadounidense, pero que no aceptará ninguna presión de éste.
La prensa sudanesa también condenó este miércoles las medidas de castigo. Algunos periódicos afirmaron que se trata de un plan de Estados Unidos para abortar las actuales conversaciones de paz en Nairobi entre el gobierno y los rebeldes del sur del país.
Un periódico tituló "Al diablo con EE.UU.; Sudán debe atraer el apoyo económico de Asia", mientras el diario Akhbar Al Ayoum acusó a Washington de alentar la guerra civil en Sudán y desestabilizar el cuerno de Africa.
Pero algunas personas en la calle acogieron la decisión de Estados Unidos como una buena medida para debilitar al gobierno del Frente Islámico Nacional.
"El embargo constituye un apoyo político y moral a la campaña por la democracia en Sudán", manifestó a IPS un conductor de taxi que se sintió "aliviado" al escuchar la noticia en la radio.
"Hemos sufrido y estamos preparados para sufrir más, pero lo más importante es que este gobierno debe irse", agregó.
Sin embargo, un empresario dijo a IPS que el embargo se produjo en mala hora para Sudán y está destinado a frustrar los planes de Jartum de comenzar a exportar petróleo el año próximo.
El empresario opinó que ambos países deberían intentar contener la situación antes de que se salga de control. Jartum en particular, agregó, debería cooperar con la comunidad internacional, ya que los embargos afectan principalmente a los más pobres, y una vez impuestos son difíciles de levantar. (FIN/IPS/tra-en/nb/kb/ml/ip/97
