JAPON: El gobierno quiere más bebés

Los familiares y amigos de Sumiko Hara no fueron los únicos rebosantes de alegría cuando la japonesa de 30 años dio a luz su tercer hijo.

El gobierno local quedó tan contento con la última adición a la familia Hara que prestó a la madre una flamante camioneta por dos años. Se trata de uno de los incentivos más inusuales ofrecidos por las autoridades, desesperadas por aumentar la menguante tasa de natalidad.

Las últimas estadísticas demuestran que en Japón nace menos de un hijo por familia. Los demógrafos advierten que el índice podría disminuir aún más y que habrá graves repercusiones económicas y sociales si las autoridades no actúan ahora.

Entre las posibles consecuencias se incluye una mayor carga para la población activa, ya que habrá menos ingresos familiares y mayores costos de seguridad social debido al envejecimiento de la población.

Japón también corre riesgo de desintegración de la vida familiar y comunitaria, según los expertos, y bien podría aumentar el número de hijos únicos "malcriados".

La aparente resistencia de los matrimonios a tener familias numerosas podría convertir a la población de Japón en la de envejecimiento más rápido del mundo, según un informe publicado este mes por el Ministerio de Salud y Bienestar.

Actualmente, 15 por ciento de la población es mayor de 65 años. Para el año 2020, esa proporción ascenderá a 32,3 por ciento, es decir que uno de cada tres japoneses tendrá más de 65 años.

La situación constituye "un grave problema para el gobierno", admitió Hiroshi Chiyoda, director de la división población del Ministerio de Salud y Bienestar.

Pero luego de numerosos debates entre organismos quedó claro que la asistencia pública -que incluye incentivos tales como vehículos nuevos- no constituye la solución al problema.

Es por esa razón que el desarrollo de programas especiales destinados a revertir la tendencia enfrentó dificultades en el Ministerio de Finanzas, que tiene gran peso en la determinación del presupuesto nacional.

Una de las principales razones citadas por parejas japonesas para no tener más que uno o dos hijos es la económica, de acuerdo con estudios realizados por el gobierno.

El alto costo de vida en Japón y el creciente afán de lujos y comodidades hacen que el costo promedio del mantenimiento de un hijo hasta los 18 años se sitúe en unos 166.000 dólares por año.

Con la preocupación de los préstamos hipotecarios, las compras diarias y el gasto de las vacaciones, no es sorprendente que cada vez más parejas renuncien a la idea de una familia numerosa.

En comparación con otras naciones industrializadas, Japón ofrece escasa ayuda financiera para la crianza de los hijos. En algunos países, por ejemplo, el Estado ofrece subsidios hasta que los hijos cumplen 16 años, pero en Japón es sólo hasta los tres años.

"Me gustaría tener dos hijos cuando esté casada", manifestó la estudiante Miho Suzuki, de 22 años. "Pero eso no es posible en un país como Japón, donde la carga es demasiado grande", agregó.

Es improbable que la situación cambie. Según Chiyoda, la extensión de los subsidios no contribuiría demasiado a incrementar la tasa de natalidad, sino a que los padres malcrien más a sus hijos con ropas caras y actividades extracurriculares.

"Lo que debemos hacer es facilitar que la gente tenga más hijos, especialmente a las mujeres, que son las que en general llevan el mayor peso", opinó Chiyoda.

"Debe haber una modificación de todo el sistema que incluya la reducción del horario de trabajo y el aumento de la licencia maternal", exhortó.

En realidad, el Ministerio de Trabajo ya está estudiando una extensión de las vacaciones para los trabajadores con hijos y la construcción de más guarderías para niños de madres que trabajan.

Las autoridades también piensan en formas de estimular a los hombres a participar más de las tareas domésticas, señaló Chiyoda, pero admitió que hay demasiados obstáculos para un "boom de bebés", entre ellos la tradicional dominación masculina y una generación joven que valora el estilo de vida independiente y opulento.

En los últimos años, por ejemplo, las mujeres retrasaron el matrimonio y los hijos para concentrarse en sus carreras, y un creciente número de parejas jóvenes -ellas mismas producto de familias pequeñas- prefieren no tener hijos. (FIN/IPS/tra-en/sk/cb/js/ml/pr/97

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe