Una secuencia diaria de casos de pedofilia se registra en Italia desde que el 8 de este mes un niño de nueve años fuera violado, despedazado y quemado por un hombre de 70.
El diario La Repubblica publicó el domingo un mapa de las detenciones en un solo día de adultos acusados de violación de menores.
Un jubilado fue detenido en Padua por violar a seis niños, en Trieste, un hombre de 33 años mantuvo relaciones con menores durante 10 años y en Roma, un florista fue denunciado por molestar a adolescentes. Hubo también casos en Acireala, Siracusa y Catania.
En el primer semestre de 1996 se denunciaron o se descubrieron 144 casos de violencia sexual contra menores de 14 años, mientras que en el primer semestre de este año han sido 220, de acuerdo con información oficial. El total anual se incrementó de 205 en 1995 a 306 en 1996.
Pero se cree que se trata sólo de la punta del iceberg: la mayoría de los casos no son denunciados.
La alarma se propagó a causa de la horrible muerte del pequeño Silvestro Delle Cave, cuyas cenizas fueron esparcidas en un monte de su pueblo, cercano a Nápoles, a unos 200 kilómetros al sur de Roma.
La Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que aumenta las condenas de cárcel contra los que atentan contra niños y niñas y 200 de los 315 miembros del Senado pidieron la rápida promulgación de la iniciativa.
Las penas se triplicarán: el mínimo de prisión se incrementa de seis a 20 años, y serán castigadas incluso las relaciones sexuales de adultos con menores fuera de Italia.
Pero Italo Ormanini, un experto que participó en la elaboración del proyecto de ley, cree que la pedofilia sólo se reducirá mediante una campaña de educación e información muy fuerte en la prensa, los centros de enseñanza, y sobre todo en la familia, afirmó.
La razón es que el pedófilo no es por lo general un monstruo que acecha a la salida de las escuelas. Los delitos, en 70 por ciento de los casos, se producen en el ámbito familiar.
Los hechos determinaron al gobierno a incorporar la educación sexual en las escuelas a partir del próximo año. La decisión, tomada el viernes, se impuso a 30 años de discusiones, incluso ideológicas, y de veto del mundo católico.
Los cursos, dictados por personal especializado, se impartirán desde el tercer grado.
Mientras, entre cuatro y cinco niños son víctimas todos los días de accidentes de trabajo, uno se suicida y tres lo intentan, y hay entre cinco y seis denuncias de desaparición de menores y ocho de malos tratos.
Así mismo, cada día abandonan la escuela 54 niños y hay 80 delitos cometidos por menores. Finalmente, uno de cada 100 menores de 14 años trabaja. (FIN/IPS/jp/ff/hd/97)
