La posibilidad de que nueve países sudamericanos culminen el año con un acuerdo de desgravación comercial dependerá de la respuesta del Mercado Común del Sur (Mercosur) a la nueva propuesta de la Comunidad Andina (CA), dijeron autoridades de Venezuela.
Los ministros andinos de Comercio se reunieron el martes en Lima con los negociadores técnicos para establecer una propuesta que será discutida el día 21 con la contraparte del Mercosur y a la que seguirá el 14 de diciembre un encuentro especial de cancilleres de los dos bloques, en Montevideo.
El canciller de Venezuela Miguel Angel Burelli precisó en una rueda de prensa que "ahora la pelota está en terreno del Mercosur", después que la CA hizo un esfuerzo extraordinario para flexibilizar su posición negociadora, en aras de alcanzar este año el acuerdo.
El ministro de Industria y Comercio, Freddy Rojas, puntualizó en otro escenario que en Lima se realizó "un importante y decisivo esfuerzo" para dejar en evidencia la disposicion andina en favor del acuerdo.
Rojas recordó que tras la reunión ministerial extraordinaria de Lima "el proceso de las negociaciones dependerá de la reacción y disposición que, por su parte, presente el Mercosur en el próximo encuentro técnico", tal como detalló un comunicado el martes, emitido al final de la cita.
La serie de reuniones fue decidida durante la VII Cumbre Iberoamericana, que concluyó en la venezolana isla de Margarita el domingo 9, y donde se reafirmó la voluntad de los dos grupos de intentar alcanzar el acuerdo antes del 31 de diciembre.
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, por el Mercosur, y Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, por la CA, negocian una zona de libre comercio para los bienes transables, donde las posiciones se mantienen aún distantes en puntos claves.
Burelli explicó que en Montevideo, en el marco de la Cumbre semestral del Mercosur, se allanarán las dificultades que persistan obre plazos, sensibilidades y origen, los aspectos donde se concentran las discrepancias.
La reunión de Montevideo congregará a los titulares de Comercio y los cancilleres de los nueve países sudamericanos, y Burelli planteó que sólo entonces se podrá "tirar la toalla" al proyecto de contar con el acuerdo este año.
El canciller eludió comentar si en el encuentro ministerial sostenido entre los dos bloques en Margarita se decidió también promover una posición conjunta de América del Sur en las negociaciones para un Area de Libre Comercio de América (ALCA), tal como indicó su colega colombiana, María Emma Mejía.
Pero sí aseguró que la decisión del presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, de retirar el lunes su pedido al Congreso de su pais de la facultad de negociar por la llamada vía rápida (fast track), no puede verse como un gesto definitivo.
Para el canciller venezolano, Clinton ha demostrado tener una alta facilidad para encontrar salidas para las dificultades que se le presentan durante su gestión y todavía es probable que vuelva a presentar la solicitud y la misma le sea aprobada antes de abril.
En ese mes, debe realizarse en Santiago de Chile la II Cumbre Hemisférica, cuyo principal objetivo es el del lanzamiento de las negociaciones del ALCA, lo que algunos dudan que se concrete tras la derrota legislativa de Clinton, o que de hacerse pueda ser con el mismo aliento de si Washington contara con la vía rápida.
La facultad de vía rápida establece que el Congreso puede aprobar o rechazar pero no modificar los acuerdos comerciales que alcance el Ejecutivo con uno o más países, lo que da real fuerza negociadora al gobierno para pactar acuerdos. (FIN/IPS/eg/dg/if/97
