NIGERIA: Periodistas en la encrucijada

Los medios de comunicación de Nigeria, de manos atadas por una sucesión de dictaduras militares y represivas leyes de prensa, se enfrentan a la alternativa de funcionar como portavoces o vigilantes del gobierno.

Ray Ekpu, jefe ejecutivo de la revista Newswatch, afirma que el público tiende a exagerar el papel que corresponde a los medios. "La idea de que los medios son una aguja hipodérmica que inocula información a alguien y obtiene así resultados rápidos no es real", dijo.

"Lo que es cierto es que los medios funcionan como nexo de mediación entre factores e influencias y que sus efectos son limitados", agregó Ekpu.

Los periodistas nigerianos están preocupados por la amenaza de leyes represivas a consideración de los políticos, como una iniciativa de la Corte de Prensa y la Comisión Nacional de Medios Masivos que sería incluida en la Constitución hoy en debate.

Ekpu y otros editores nigerianos afirmaron que la corrupción y la avidez de poder y riqueza de los gobernantes han conspirado contra el desarrollo, pero funcionarios como el embajador ante la Organización de Naciones Unidas, Ibrahim Gambari, dicen que los medios también impiden que la nación avance.

"La oposición a cualquier gobierno a cargo de algunos ciudadanos que controlan parte de los medios es un factor que erosiona el funcionamiento eficiente del estado nigeriano", sostuvo Gambari.

El diplomático nigeriano alertó, de todos modos, que los gobernantes no deberían percibir disensos o deslealtades en todas las críticas que se les plantea desde los periódicos.

"No es sabio para ningún gobierno rodearse solo de sumisos y aduladores", pues se requiere un análisis independiente y riguroso sobre las condiciones políticas y socioeconómicas de la nación, agregó.

Pero el editor de un periódico de propiedad estatal que reclamó reserva sobre su identidad dijo a IPS que "es ese tipo de análisis lo que los funcionarios del gobierno en realidad detestan".

"Si un periodista desea perder su trabajo, debe publicar algo correcto del punto de vista del análisis. Muchos fueron despedidos por redactar notas o editoriales que critican programas del gobierno que afectarán la vida de millones de personas", agregó.

"Recuerdo, incluso, que un colega perdió su trabajo por publicar una 'foto equivocada' de la esposa de un alto jerarca", sostuvo el editor.

Tunji Oseni, ex director ejecutivo del diario de propiedad mixta Daily Times que sufrió un controvertido despedido, dijo que los periodisas nigerianos han asumido el papel de conciencia del país en medio de las incertidumbres que generó la anulación de las elecciones presidenciales de 1993.

El régimen militar del entonces presidente Ibrahim Babangida, un general del ejército, declaró inválidas las elecciones en las que, según observadores independientes, ganó un civil, Moshood Abiola.

Todos los decretos en torno a la transición democrática en proceso fueron también derogados. Abiola está detenido desde 1994. Al año siguiente, el actual presidente, general Sani Abacha, ordenó la implementación de un nuevo programa de transición.

"La nación nigeriana podría estar mucho peor de lo que está hoy, pero los periodistas corajudos y comprometidos que percibieron los obstáculos que se interponían ante la transición antes de 1993 sufrieron en su persona y en las de sus familias un gran costo", dijo Oseni.

Si los periodistas fueran meros aduladores y no informaran sobre la situación, "Nigeria sufriría una dictadura mucho pero que la actual", concluyó. (FIN/IPS/tra-en/ro/pm/mj/cr ip/97

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