IBEROAMERICA: Defensa de la democracia, una obligación común

La VII Cumbre Iberoamericana determinará en noviembre en la isla venezolana de Margarita que la democracia es una obligación común de sus 21 gobiernos y que será defendida en forma conjunta, si se producen violaciones a su legitimidad.

"Será un señalamiento bien contundente sobre la defensa de la democracia" y cualquier atentado a la legitimidad en un país pasará a considerarse "una agresión colectiva", dijo a IPS el secretario Pro Témpore de la Cumbre, Edmundo González.

La cita de los 19 países latinoamericanos, más sus antiguas metropolís España y Portugal, se realizará el 8 y 9 de noviembre en la llamada "perla del Caribe" y estará centrada en los valores éticos de la democracia, como base de su regeneración y recuperación de la credibilidad en los poderes que la encarnan.

Se trata del segundo año consecutivo que la reunión anual de jefes de Estado y de gobierno focalizará sus reflexiónes y compromisos en un aspecto netamente político.

En 1996, la cumbre realizada en Chile abordó el punto de la gobernabilidad y sus nuevos retos en un mundo en galopante transformación.

González explicó que el compromiso de la defensa de la democracia y la institucionalidad será el planteamiento central de la tercera parte de la "Declaración de Margarita", donde se concentran los puntos de "especial interés" de las cumbres.

La declaración ya fue aprobada por los coordinadores nacionales en dos encuentros. Pero Cuba mantiene algunos puntos entre corchetes (objetados), según informaciones diplomáticas de variados países recogidas por IPS y que González evitó comentar.

La primera parte se centrará en los valores éticos de la democracia, con seis subtemas: justicia social, promoción y respeto de los derechos humanos, administración de justicia, ética y administración pública, partidos políticos, transparencia y elecciones, y derecho a la información veraz.

La segunda trata de los programas de cooperación y la tercera se ocupa de aspectos coyunturales de interés común para los gobiernos de una y otra ribera del Altántico.

González admitió que esa especie de "cláusula democrática", que a su manera ya incluyó el latinoamericano Grupo de Río en su cumbre de Asunción, en agosto, apunta a casos como los de Perú, Venezuela y Ecuador, aunque en los dos últimos las salidas hayan sido dentro de la institucionalidad.

"Hoy en día nadie se arriesga a ser tratado como un paria internacional", consideró González, también director de política de la Cancilleria. Pero puntualizó que no se trata de un instrumento coercitivo, inexistente en cualquier foro mundial, sino que se basa en "el peso político y moral" iberoamericano.

González admitió que sobre el tema de la democracia un elemento complejo en Margarita será el de Cuba, como ya lo fue en la cumbre anterior, mientras que embajadores de diferentes sedes latinoamericanas reafirmaron que "Argentina y España impondrán el tema" aunque no esté formalmente en agenda.

"Venezuela no se va a prestar para que aquí haya una cayapa (agresión) contra ningún país, ni para que cristalice alguna maniobra que busque un transfondo en ese sentido", dijo el secretario de la Cumbre.

Pero añadio que ello no evitará que en Margarita "se van a decir cosas claras, y es necesario que se digan, sobre quienes se han comprometido de palabra y con su firma en temas de fondo, y hay quienes van a pedir que ello se traduzca en hechos".

González puso énfasis en que a su juicio los reclamos serán en sentido positivo, "porque no hay nadie en el fondo que esté en contra de Cuba ni que quiera bloquearle el paso, sino que todos buscan que La Habana produzca reformas políticas".

En la cumbre precedente, se insiste en algunas embajadas latinoamericanas en Caracas, Cuba asumió junto con los demás países compromisos concretos para una gobernabilidad basada en el pluralismo y la elección directa de los gobernantes, por ejemplo.

La única probabilidad de que La Habana dé alguna señal a sus socios iberoamericanos de que tiene intención de avanzar en esa dirección podría venir del Congreso del Partido Comunista, que se realizará en octubre.

Siempre cauto y preocupado por su "papel de anfitrión", el secretario de la Cumbre admitió que ha dialogado con sus "amigos cubanos" y que no puede ser que "veinte son los que siempre tienen que flexibilizar por uno, más si ese uno no da nada a cambio".

"Con delicadeza y sin presiones, pero es un tema inevitable", admitó.

Según las fuentes diplomáticas que hablaron bajo anonimato, Cuba mantiene reservas en un párrafo no detallado de la primera parte, en el punto dedicado a la información veraz.

Varias otras reservas suman en el tercer apartado, en aspectos como la Organización de Estados Americanos o las minas antipersonales.

"Se trata de temas políticos que les afectan en su entorno inmediato, dada su especificidad", se explicó.

La "cuestión cubana", como algunos han pasado a denominar los problemas de La Habana con otros miembros del grupo, sacó a relucir el hecho de que la isla será sede de la IX Cumbre Iberoamericana, en 1999, luego de Portugal y antes de Panamá, Perú y República Dominicana, según un esquema fijado en 1994.

González admitió que el hecho que Cuba termine por hospedar la última cita del siglo va a depender en alguna medida de lo que pase en Margarita.

"No está planteado cambiar esa decisión", subrayó, "pero algunos van a solicitar alguna muestra", añadió.

"Se debe entender que el gobierno cubano está sometido a muchas presiones, pero aún así La Habana puede establecer lo que es sustantitivo y lo que es superfluo y se puede negociar", reflexionó el diplómatico con rango de embajador.

La cuestión es que en un club de 21, donde 20 tienen una visión y sólo uno no la comparte a plenitud, esas diferencias no pueden ser demasiado sustantivas, porque entonces terminará por producirse un bloqueo, cuando las decisiones son por consenso.

"El llamado fraseo permite acercar las propuestas a una posición común, pero negociar una concepción distinta es algo muy distinto y llega un momento en que ninguna de las partes puede o quiere ceder", explicó González.

Pero el secretario de la Cumbre insistió en que Cuba no es objeto sino sujeto de la cita de Margarita y que de hecho siempre es complejo el estructurar temas de interés palpitante para la comunidad iberoamericana en su conjunto, como los del punto tres.

A la discusión de ese capítulo, del 2 al 4 de agosto en los alrededores de Caracas, se presentaron 70 parrafos y la propuesta de incluir bastantes más. González redujo el número a 35 puntos, tras introducir criterios de selección aceptados por todos.

Aparte de la defensa de la democracia, quedaron puntos de interés colectivo y que están en la agenda internacional, como la inversión social, para la superación de la pobreza, considerado un objetivo fundamenta en América Latina.

La promoción de oportunidades para que los más afectados enfrenten el impacto de los ajustes económicos, la reforma de las Naciones Unidas, el fortalecimiento de los procesos de democratización y la lucha contra la droga con el foco de la corresponsabilidad, son otros temas que se tratarán en Margarita.

Además de formas de enfrentar el terrorismo, el rechazo a medidas unilaterales y el fortalecimiento del multilateralismo, el apoyo a los acuerdos de paz como el de Guatemala y la cuestión del desarrollo sostenible, serán otros puntos objetos de compromisos en la declaración final de la Cumbre. (FIN/IPS/eg/dg/ip-if/97

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