ECUADOR: Polémica por medicamento contra el sida

El tratamiento desarrollado por un médico ecuatoriano para detener enfermedades terminales como el sida desató una polémica entre aquellos que consideran que el Estado debe apoyar a los científicos y quienes advierten la presencia de charlatanes.

La dulcamara es una planta de la región amazónica de Ecuador que, "según se ha demostrado científicamente, puede detener enfermedades en estado terminal como la tuberculosis, el cáncer e incluso el sida", aseguró este miércoles el médico Edwin Cevallos, descubridor de las propiedades de ese vegetal.

De la dulcamara, explicó Cevallos, se extrae un líquido llamado BIRM (Modulador Biológico de la Respuesta Inmune), que permite tratar enfermedades que van desde un simple estrés hasta el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), pues reactiva el sistema inmunológico del cuerpo humano.

La ventaja del BIRM frente a los cócteles de antivirales que se están empleando para frenar el avance del sida es que su obtención resulta muy económica, aunque aún no se ha podido encontrar un método para producirlo masivamente, dijo el médico.

Cevallos informó a representantes de la prensa extranjera el progreso de sus estudios, encaminados principalmente al tratamiento de enfermedades terminales y cuyos resultados, aseguró, "han sido reconocidos en foros internacionales de especialistas y en diversas universidades del exterior".

Según Cevallos, el reconocimiento internacional que ha logrado en 21 años de actividad como investigador, contrasta con las dudas que se han planteado en Ecuador respecto de su descubrimiento.

"Ha sido una constante lucha personal por obtener apoyo en país donde, por lo general, mis estudios se mantienen archivados", pese a que "el producto ha logrado sobrevivir por su eficacia, y su consumo es cada vez mayor tanto en el exterior como en Ecuador", declaró.

En una ocasión, recordó Cevallos, llegó a las oficinas del Fondo para la Ciencia y la Tecnología de Ecuador (Fundacyt) en busca de apoyo financiero para sus investigaciones.

"Me enfrenté a unos 5.000 formularios que tenía que llenar, que no compensaban los 500.000 sucres (125 dólares) que me brindaban", dijo.

Fernando Ortiz, director técnico científico de Fundacyt, comentó a IPS que "los personas que vienen saben que tienen que cumplir con una serie de requisitos, que se basan en la media internacional, y que nos ayudan a comprobar la seriedad de las investigaciones".

Según Ortiz, los interrogantes surgidos ante el trabajo científico de Cevallos "tienen fundamento".

"El doctor Cevallos es un hombre respetado dentro de la comunidad médica, pero no tiene apoyo de sus pares", pues "es un lobo solitario que ha preferido trabajar al margen de la comunidad científica ecuatoriana y no es un referente dentro del mundo de la ciencia", afirmó Ortiz.

Una persona que trabaja en esas condiciones "y que busca apoyo para sus estudios en un país pobre como el nuestro, debe comprobar fehacientemente el desarrollo de sus investigaciones", pues "existen muchos charlatanes que buscan fondos sin contar con un verdadero sustento científico", agregó.

Cevallos "asegura que ha escrito varios artículos en revistas especializadas, pero en las revistas serias de ciencia nunca ha aparecido", advirtió Ortiz.

Pero el investigador obtuvo el apoyo del gobierno y de la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos (Aldhu) para su medicamento, el BIRM.

Cevallos indicó que los tratamientos contra el sida que ha aplicado en Ecuador con su método "no pueden comprobarse científicamente por falta de elementos, pero tengo otros casos del exterior que no han podido ser rebatidos".

Al respecto, destacó que en 1989, cuando empezó a aplicar el BIRM para frenar el sida, casi no se habían comunicado en Ecuador casos de esa enfermedad y tuvo entonces que llevar el medicamento a "otros países".

"Lo principal es difundir su trabajo, aquí y en el exterior". Una persona "que ha logrado detener el sida terminal en por lo menos una centena de casos, merece nuestra atención", dijo el ministro de Gobierno, César Verduga.

El BIRM "es un método alternativo para combatir problemas como el sida y la tuberculosis, que es el sida de los pobres". Puede ayudar a los grupos de población "que no tienen recursos para tratamientos costosos", expresó Juan de Dios Parra, secretario general de Aldhu.

Con el apoyo del Ministerio de Gobierno y de Aldhu, en noviembre se realizará un congreso sobre el polémico BIRM, con participación de expertos ecuatorianos y de Colombia, España, México y Uruguay. (FIN/IPS/mg/ff/he/97

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