DROGAS: EE.UU limitaría pena a jefe narco colombiano

La única manera de que el presunto capo del narcotráfico colombiano Justo Pastor Perafán sea entregado por Venezuela a Estados Unidos es que ese país adquiera compromisos que incluyen no darle una pena superior a 20 o 30 años.

El envío de Perafán al país norteamericano recibió este martes un importante espaldarazo con un informe entregado a la Corte Suprema de Justicia, la instancia que decide los casos de extradición por parte del fiscal general (acusador público) Iván Badell.

Badell indicó al entregar su obligada recomendación al máximo tribunal que favorece la entrega a Washington, porque su demanda es la que más cumple los extremos jurídicos para la extradición.

Perafán fue detenido en San Cristóbal, capital del fronterizo estado de Tachira, por la militar Guardia Nacional venezolana el 17 de abril. Se trata del mayor jefe de carteles colombianos de la droga que permanecía aún libre, según las acusaciones.

En Venezuela no existe la pena de muerte ni la cadena perpetua, mientras que la máxima condena puede ser de 30 años.

Pero figuras como el ex presidente de la Corte Suprema de Justicia Roberto Yepes han sumado que dado que Perafán tiene 50 años una condena a 30 años sería equivalente a cadena perpetua.

En este país, además, las personas mayores de 70 años no pueden tener pena de prisión sino de reclusión domiciliaria por lo que cuando cumpla esa edad Perafán debería tener casa por cárcel, en caso que se lo condene a más de 20 años, según algunos analistas.

La presidenta del máximo tribunal, Cecilia Sosa, dijo que el dictamen sobre si hay lugar para la extradición o se determina que Perafán debe ser juzgado en Venezuela será tomado en unos diez días y en base "estrictamente a razones jurídicas".

El penalista y ex decano de la principal facultad de derecho del país, Alberto Arteaga, dijo a IPS que el arresto domiciliaria es un beneficio y por tanto sin caracter extraterritorial.

Pero indicó que el máximo tribunal podrá imponer cualquier condición para que el proceso y la condena a Perafán se ajuste a la Constitución y el derecho venezolano, y que ya existen precedentes en ese sentido de otras extradiciones a Washington.

La Corte deberá decidir la extradición a Colombia o Estados Unidos o si el presunto capo debe ser juzgado en Venezuela, donde vivió el último año en una población cercana a San Cristóbal, pero no existen por ahora cargos por delito de drogas.

En el caso de que se conceda la extradición a Estados Unidos, los especialistas indican que estará condicionada a que no se penalice a Perafán con una condena mayor a la que por los delitos invocados en ese país se le aplicaría en Venezuela.

Además se anticipa que probablemente se exija que no se lo procese en estados como el de Nueva York, que han introducido la pena de muerte y la prisión perpetua entre los castigos para ese tipo de delitos.

Las autoridades judiciales estadounidenses tendrían que comprometerse a que a los 70 años el presunto capo de la droga pasara a reclusión domiciliaria, según figuras como Yepes, que insisten en que imponer el encarcelamiento hasta los 80 años de alguien es equivalente a la una cadena perpetua.

La causa norteamericana contra Perafán está asentada en Nueva York y data de 1995. Los cargos por la posesión, distribución e importación de 30 toneladas de droga, según indicó esta semana el fiscal del caso, Edgardo Ramos, podrían acarrear al acusado penas comprendidas entre 40 años y cadena perpetua.

Arteaga consideró que al ser el narcotráfico un crimen federal no habría problemas en la asignacion del proceso a cualquier estado, pero también adujo que siempre que los tribunales de Nueva York se ajusten a las condiciones impuestas en la entrega, este aspecto terminaría por ser indiferente.

La embajada estadounidense ante Caracas insistió este martes que su país cumplirá con todas las condiciones para el proceso que imponga jurídicamente Venezuela, como permite el artículo cuatro del tratado de extradición bilateral.

Estados Unidos es el destino natural de Perafán (considerado jefe del cartel de Bogotá y dueño de una fortuna de hasta 12.000 millones de dólares) porque allí se le sindica de delitos de narcotráfico y con penas más graves que en Colombia.

En Colombia, la Fiscalía emitió una orden de busca y captura sólo en 1996 y únicamente por enriquecimiento ilícito, porque al formalmente empresario de construcción y hotelería no se le encontraron pruebas concretas como narcotraficante.

Además Colombia estudiadamente presentó la demanda de extradición después que Washington y sus autoridades jurídicas y gubernamentales no han escondido que ellas mismas prefieren que sea entregado a Estados Unidos, porque allí su pena sería más dura.

También influiría en Bogotá el hecho de que sería una forma de extradición indirecta del supuesto máximo capo en libertad, después que Estados Unidos exige a Colombia sin éxito que se acometa la reforma constitucional para que sea posible la extradición hacia ese país de colombianos acusados de narcotraficantes.

En tanto el ministro de la Comisión Antidrogas, Carlos Tablante, dijo que es conveniente que "este señor sea entregado a Estados Unidos" y añadió que Venezuela debería recibir una porción de unos 3.000 millones de dólares de los bienes confiscados al detenido.

Las autoridades militares rechazaron recibir la recompensa de 100 millones de dólares que el gobierno colombiano había ofrecido a quien diese indicios que llevaran a la detención del evadido Perafán y que el presidente Ernesto Samper se apresuró a ofrecer a la Guardia Nacional.

Arteaga detalló que la Corte podría decidir que antes de ser extraditado Perafán fuera juzgado y cumpliera su pena aquí por delitos como presunta corrupción para obtener identidad falsa, pero subrayó que no hay ningún proceso iniciado localmente, lo que aparece como una medida para impulsar la extradición.

Uno de los abogados de Perafán, Hugo Romero, insistió este martes que su defendido no ha cometido ningún delito en Estados Unidos y demandó su entrega a Colombia.

Sobre la huida de Colombia, la falsa identidad que mantuvo en Venezuela y el cambio radical en su fisonomía mediante cirugía plástica, elementos contradictorios con la alegación de total inocencia del detenido, Romero lo adjudicó a la coquetería.

Explicó que Perafán siempre es un hombre público, preocupado por su físico y además novio de una miss colombiana, por lo que decidió remozarse, pero no precisó por qué se volvió irreconocible. (FIN/IPS/eg/dg/ip/97

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