Los industriales de la mayoría de los países del Mercosur decidieron presionar sobre las decisiones políticas del bloque y buscan consenso para defender sus intereses ante una decisión de Brasil que afecta la credibilidad del bloque subregional.
La Cámara de Industrias de Uruguay, que considera que varios de sus miembros son "los principales afectados por la decisión brasileña", se lanzó en la búsqueda del respaldo de sus colegas de la región, dijeron fuentes de la entidad.
Tras consultas telefónicas, habrían conseguido en principio el apoyo de paraguayos y argentinos, mientras que los brasileños pidieron un plazo para realizar consultas.
Brasil restringió a fines de marzo la financiación de importaciones en una medida que calificó de "financiera y no comercial", aunque sus socios del Mercado Común del Sur (Mercosur), reaccionaron con firmeza, pero también con comprensión.
Argentina, Paraguay y Uruguay consideraron que la medida, que busca neutralizar una ventaja de los importadores brasileños que realizaban una especie de "dumping financiero" que distorsionaba el mercado interno, afectaba las arcas del Estado.
Los gobernantes de los tres países afectados, aunque reclamaron ante Brasil, entendieron que la medida fue menos perniciosa que una devaluación del mayor socio del Mercosur, que podría tener un impacto negativo en los otros países del bloque.
Tras negociaciones directas, Brasil dio un paso atrás y redujo para sus socios el plazo de la financiación, pero esa situación no conformó a los industriales que sostienen que continúnan afectados por la medida.
Washington Durán, presidente de la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara de Industrias de Uruguay, dijo a IPS que Paraguay y Argentina están dipuestos a exigir a Brasil que se cumplan las políticas comunes acordadas en el Mercosur y no se tomen medidas unilaterales que afecten al resto de los socios.
Uruguay, que ejerce la presidencia rotativa del Consejo Industrial del Mercosur (CIM), pretende convocar a una reunión urgente en Montevideo.
Durán dijo que no se pretende realizar un análisis de los sectores afectados porque ello podría ser contraproducente, ya que "puede crear expectativas sobre algunas áreas, en detrimento de otras".
"Reconocemos que Brasil atraviesa por una aguda crisis debido a problemas estructurales: tiene un déficit en su cuenta corriente de casi 30.000 millones de dólares, que equivalen a 3,5 por ciento del producto interno bruto", dijo el industrial uruguayo.
También señaló como un elemento negativo la "carga estatal pesada de Brasil y su déficit presupuestal que equivale a 3,5 por ciento del presupuesto nacional, pero "todo ello no significa que se tomen medidas inconsultas".
Entre las dificultades para que Brasil solucione sus problemas, Durán consideró el hecho de que se encuentre en período preelectoral "de una elección que en realidad es una reelección" y señaló que tal vez el gobierno no esté dispuesto a pagar los costos de un ajuste fiscal".
Sergio Abreu, ex canciller de Uruguay y actual asesor de la Cámara de Industria, dijo a IPS que "se requiere una urgente coordinación de las políticas macroeconómicas" de los cuatro países para evitar confrontaciones, de lo contrario, los industriales siempre estarán insatisfechos".
Durán recordó que una comisión de coordinación de políticas macroeconómicas, acordada en marzo de 1991 tras la firma del Tratado de Asunción que dio origen al Mercosur, dejó de funcionar.
La propuesta, que no pretende atacar a Brasil sino defender el espíritu del bloque subregional, declara que medidas como la de Brasilia son "incompatibles con los compromisos asumidos en el Mercosur".
También "rechazó categóricamente la adopción de medidas de parte de los gobiernos que atenten contra el intercambio comercial y, por ende, contra la credibilidad y el avance de la propia integración". (FIN/IPS/rr/ag/if/97
