La policía de Nicaragua descartó la vinculación de los desmovilizados guerrileros salvadoreños con un arsenal hallado cerca de la capital, sugerida por el jefe del ejército nicaragüense, general Joaquín Cuadra.
No hay evidencias para atribuir al salvadoreño Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) las armas descubiertas en la finca de un ex oficial de seguridad, aseguró a IPS Eduardo Cuadra, segundo jefe nacional de policía.
El arsenal clandestino, encontrado la semana última en la comuna de Las Jagüitas, a pocos kilómetros de Managua, contenía fusiles de guerra, cohetes antitanques, ametralladoras, una tonelada y media de municiones, 1.200 tacos de dinamita y gran cantidad de minas antipersonales.
Joaquín Cuadra dijo al descubrirse el depósito que "fuertes presunciones" señalaban la responsabilidad del FMLN en el caso, y su versión, transmitida por la prensa, puso en alerta a autoridades salvadoreñas, mexicanas, y estadounidenses.
El FMLN firmó la paz con el gobierno salvadoreño en enero de 1992 y en marzo de 1994 participó en elecciones, dentro de la coalición Convergencia Democrática. Los últimos guerrilleros habían entregado sus armas en febrero de 1993
"No tenemos ninguna evidencia hasta el momento" para suponer que las armas descubiertas, que fueron destruidas por zapadores del ejército nicaragüense, "pertenecieran al Frente Farabundo Martí de El Salvador", dijo Eduardo Cuadra.
"Las autoridades salvadoreñas indagaron con nosotros qué relación había con el FMLN, pero nosotros no hemos encontrado vínculo alguno", insistió Eduardo Cuadra.
El arsenal "tampoco está vinculado a los (rebeldes) zapatistas de México", agregó.
Funcionarios de la Procuraduría General de México se comunicaron con la policía nicaragüense para obtener información sobre las armas y de su eventual relación con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, del sureño estado mexicano de Chiapas.
Las autoridades nicaragüenses también informaron del hecho a policías estadonidenses, a quienes pusieron especialmente al tanto de la presencia en el "buzón" de Las Jagüitas de 150 fusiles M- 16 fabricados en Estados Unidos, agregó Eduardo Cuadra. Las otras armas requisadas eran de procedencia rusa.
La finca en que fue hallado el "buzón" es propiedad de Pilar Aguilar Loáisiga, quien tuvo el grado de mayor en las fuerzas de seguridad durante el periodo de gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (1979-1990).
Aguilar Loáisiga, prófugo de la justicia desde el descubrimiento de las armas en su propiedad, se acogió en 1991 al primer plan de retiro del ejército promovido por el gobierno de Violeta Chamorro, que este año cedió el poder al conservador Arnoldo Alemán.
El caso investigado tiene antecedentes en 1993, cuando el estallido de un depósito clandestino de armas en Santa Rosa, un barrio de Managua, dejó al descubierto vínculos del FMLN con una red internacional que proyectaba el secuestro de personalidades latinoamericanas.
El "buzón" de armas de Santa Rosa contenía una lista de personas que serían secuestradas, pasaportes de diversas nacionalidades y abundante documentación de la desmovilizada guerrilla salvadoreña.
El propietario del local en que se hallaba el "buzón", un español-ecuatoriano de nombre Miguel Larios, no ha sido detenido todavía, pese a haber sido librada orden para su captura a través de Interpol (Policía Internacional).
El nuevo caso "no se ha cerrado, las investigaciones continúan y no descartamos que esté vinculado a narcotraficantes o traficantes de armas", dijo Eduardo Cuadra.
"Tampoco podemos descartar que algunas de esas armas podrían haberse utilizado para cometer actos de terrorismo", añadió.
A mediados de 1995 se registró una ola de atentados contra templos católicos. Los hechos precedieron a la última visita del Papa Juan Pablo II a Nicaragua, cumplida en febrero de 1996. (FIN/IPS/rf/ff/ip/97
