Las marchas de protesta realizadas todos los días en Ecuador contra las medidas de ajuste económico cumplieron hoy un mes y sus organizadores aseguraron que no serán interrumpidas, pese a medidas compensatorias tomadas por el gobierno.
Las manifestaciones cotidianas adquirieron mayor fuerza esta semana en Quito, Guayaquil y Cuenca, las principales ciudades del país, debido a la cercanía de la huelga general programada para el 5 de febrero por varias organizaciones sociales.
Ante la masiva protesta, el gobierno de Abdalá Bucaram anunció el jueves una serie de decisiones para compensar el aumento de las tarifas públicas y la eliminación del subsidio al gas de uso doméstico y al transporte.
Las resoluciones adoptadas consisten en el congelamiento del precio de los combustibles, que se reajustaba mensualmente, un bono para compensar a los sectores más pobres por la eliminación de la subvención al gasm y el incremento de beneficios extra salariales.
Pero los grupos disconformes respondieron con nuevas s manifestaciones y con la ocupación toma de la Catedral de Quito, realizada por representantes de la Coordinadora de Movimientos Sociales.
Las compensaciones anunciadas por el gobierno "no son una dádiva", sino "el primer resultado de la movilización popular", aseguró Alex Castro, secretario de la Unión Nacional de Educadores.
Según Castro, las protestas continuarán indefinidamente, pues "ya no se trata (sólo) de desacuerdo con un programa económico. La realidad es que el pueblo ya no quiere a Bucaram ni a su gobierno".
Las "dolorosas medidas de ajuste económico", como las calificó el ministro de Finanzas, Pablo Concha, están destinadas a reducir un déficit fiscal superior a dos por ciento del producto interno bruto, que la administración de Bucaram afirma haber heredado de sus predecesores.
El ajuste también fue previsto como antesala del programa de libre convertibilidad de la moneda nacional que, a semejanza del plan rector de la economía argentina, el gobierno se propone aplicar a partir del 1 de julio.
La convertibilidad supone el respaldo integral en reservas internacionales del circulante en moneda nacional y el tipo de cambio fijo como ancla para la estabilización económica.
El lanzamiento del paquete económico redujo más de 50 por ciento la popularidad de Bucaram, de acuerdo con los datos de los tres institutos de opinión más importantes del país.
Bucaram cuenta con 15 por ciento de aceptación y 72 por ciento de rechazo, frente a 75 por ciento de popularidad con que comenzó su gestión en agosto y que mantuvo cuatro meses.
"El gobierno verá" el 5 de febrero "que el país entero se manifiesta contra su gestión", pronosticó el diputado Miguel Lluco, del movimiento indígena Nuevo País-Pachakutik, quien se encuentra entre los ocupantes de la Catedral de Quito.
La expectativa por el paro nacional ha ido en crecimiento, ya que a la convocatoria original, que partió del Frente Unitario de Trabajadores, la organización obrera más grande del país, se sumaron agrupaciones estudiantiles, indígenas, empresariales y autoridades municipales.
La Coordinadora de Nacionalidades Indígenas de Ecuador, que agrupa a los 10 pueblos autóctonos del país, aseguró este viernes que 3,5 millones de indígenas se manifestarán el 5 de febrero.
El gobierno estudia la posibilidad de declarar en vigor ese día la ley de Seguridad Nacional, que permite la intervención de las Fuerzas Armadas para salvaguardar el orden. (FIN/IPS/mg/ff/ip/97
